miércoles, 8 de diciembre de 2010

PRIMERO DE EVENTOS

Nunca pensé a esta edad que iba a hacer la mili de nuevo, pero el fin de semana pasado me tocó. Ni objeción, ni excedente de cupo, ni leches... A currar. Era la Winter Fair del colegio, un evento muy divertido... para los visitantes. A mi me tocó pencar como un campeón y aun tengo agujetas en todo el cuerpo. Cada padre tenía una asignación, menos el subnormal de "Diegopadle" (como dice Lucio), que tenía cuatro, una por cada niño. Además, casualmente creo, me tocaron los puestos más distinguidos, las tareas que siempre se reservan a tipos cualificados como yo. Se ve que sabían que me dedico a los eventos y aprovecharon mi "know-how" y mi titulación en primero de eventos. Empecé por trasladar de una a otra punta del cole todas las sillas de Kindergarden. Vale, son pequeñas, pero de cuatro en cuatro y lloviendo. Veinte sillas por clase y un total de cuatro clases... ¡Joder, otra vez a buscar la calculadora! Después enmoqueté cuatro clases enteras a base de ir pegando con precinto trozos de lona y papel ¡Qué chapuza! como eché de menos a Tito y a otros tantos "lastlaperos". Una vez empezada la fiesta, me destinaron a un puesto de máxima responsabilidad, para el que me dieron un detallado briefing: "tienes que retirar las bandejas y los platos que se queden en las mesas, pasar la balleta a las mesas, recoger los trozos de comida que encuentres por el suelo y ¡mucho ojo! todos los desperdicios tienes que distribuirlos bien según el tipo de basura". La mare de deu, vaya mañanita. El bebé ha tirado la papilla en la mesa 8, la abuela de la 4 ha escupido todos los trozos de bacon sobre el mantel, el niño de la 12 ha mezclado café con zumo, macarrones y silla, el gordo de la 5 me ha tirado toda la mostaza en los pantalones... Aprendí un montón. No sé si sabéis que el 83% de la gente no se come las pipas y las pasas de la ensalada o que el 100% de los niños se echa el doble de ketchup que va a consumir y por consiguiente los esparce por el mantel. Una gran experiencia. Eso sí, había uno con un puesto más chungo todavía: el cantautor que se estuvo todo el día cantando con su guitarra los grandes éxitos de los Fofitos californianos. Tantos años de conservatorio para eso.
Y de postre me tenían guardada la joyita de la corona: el fregadero. Voy a volver a pensar que fue casualidad y que si fui destinado a la ardua tarea de desengrasar con jabón biológico varios centenares de platos, fue por cosa del azar. Aunque lo de que mis compañeros de scoth britte fuesen dos chicanos y un negrito ya no sé si fue tanta coincidiencia. Quiero creer que fue por el idioma, así que me armé de pacienca y de espuma y empecé a cantar aquello de "Sunday before lunch, a girl went to play, but she could not play because she had to wash the dishes..."
Y después "cleaning up", a recoger... Otras dos horitas para desmontar todo. Así lloraba yo después en el concierto de Leonard Cohen, como para no llorar,  ¡qué agotamiento!

4 comentarios:

  1. Juas juas juas juas Diego no te quejes que en nuestro colegio lo montamos nosotros solitos.... yo siempre me escabullo =P

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  2. En la foto de los amigos de Martín el de enmedio se parece a la Bimba Bosé, te lo juro!

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  3. Pues es verdad, que ocurrencias tienes Manolo,jajaja
    El que hace ese gesto tan bonito con la mano es el mas malo de todos se llama Sean, y tiene como mascota una serpiente asquerosa. Su padre es el director del colegio, pobre hombre lo que le ha tocado....

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  4. Pobre Diego, que ya no se acuerda de los inicios de Last Lap. No me extraña que estés depre tio despues de un concierto de la alegría de la huerta, con perdón para vuestros gustos musicales, este tipo es un coñazo deprimente, así estás tu...
    Montse la rata no se llamaba Soraya, game over.

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