lunes, 29 de noviembre de 2010

VIVIR JUNTO AL MAR

Nunca me gustó el mar. Mi padre lo adoraba, mi madre lo odiaba. Elegí los genes maternos o simplemente me pudo el miedo. Pocas cosas pueden generar tanto pánico como el gigantesco océano, su inmensidad, su soledad, sus tempestades, sus tiburones y sobre todo su misteriosa oscuridad. Sólo hay una cosa que me dé más miedo (sin contar los terremotos, los cementerios, los aviones, los espíritus o la altura): los puentes colgantes sobre el mar. No puedo soportar la sensación de estar colgado en medio de esa masa de agua y en la peor de mis pesadillas siempre me despierto rompiendo la barandilla de un Golden Gate cualquiera y cayendo al mar. Ahora lo entendéis todo, por eso nos vinimos a San Francisco, por una cuestión terapéutica; como el alergólogo que te inyecta polen para quitarte la alergia al polen. De esa forma, a base de esqueletos y tumbas por todas partes, en el maldito Halloween perdí parte de mi miedo al más allá. Después, por necesidad, cruzando alguno de los puentes casi a diario, también he llegado a familiarizarme con la situación. Y ahora, a base de convivir con él, empiezo a notar que le estoy cogiendo cariño al jodido mar.
En esta ciudad, quieras o no, vives con el mar. Cualquiera de sus espectaculares vistas está fondeada por el mar; cada calle o avenida acaba en el agua; todas las salidas de la ciudad te obligan a ir pegado al mar o sobre la bahía; cuando hay niebla, la sirena que avisa a los barcos se oye desde toda la ciudad...Vives con el mar. Para muchos esto os parecerá una tontería, pero para los madrileños (que no madridistas), que somos de secano y que nos parece inmensa "Charca verde" en La Pedriza, estar rodeados de agua es una extraña pero agradable sensación. Me encanta. Me encanta subir nuestra calle con el coche, coronar la colina y lanzarme cuesta abajo hacia el agua con toda la bahía por delante. Me encanta sentarme con Martín en Marina a contar el tiempo que pasa entre cada uno de los gigantescos cargueros chinos que salen de la bahía, bajo el Golden Gate y se adentran en el Pacífico; contamos los contenedores que lleva cada uno y calculamos el coste aproximado del barco con toda su mercancía. Ya suponemos que en unos containers van coches de lujo y en otros cebolletas, pero ahí entra el trabajo de la estadística. También me encanta que nos inviten a un cumpleaños de niño en Ocean Beach, junto a una hoguera, jugando al volley y viendo la puesta de sol. Un poco más agradable que los "Party-Fiesta", piscinas de bolas y otros parkings de niños. Pues eso, que me encanta el mar... Qué blandito he empezado la semana ¿eh?

7 comentarios:

  1. A muchos nos gustaría vivir junto al mar. ya pronto tus hijos te dan unas clases de surf, Ramón unas nociones de navegación y pronto te vemos de patrón en la bahía de San Francisco, ....con esa barba, ese niki y esos náuticos....¿cómo se dice chanquete en inglés?...¿very little fish o algo así?

    ResponderEliminar
  2. ¡¡Nieva, España se pone blanca!! ¿será una premonición de lo que va a ocurrir esta noche entre Mou y Guardiola?
    El mar es un coñazo, hombre, sobre todo el ruido que hace, como de lavadora centrifugando, no hay quien se eche la siesta en condiciones...

    El autor del blog de educación que leen la mujer y algunas amigas del tercer hijo del pintor que hizo el mural de la Asamblea de Madrid. Dirección aquí abajo, espero vuestras visitas:

    http://yotambiensoyprofesor.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  3. Que melancólico!!!
    Ademas con la tarde que hace en Madrid, viendo como cae la nieve y se vuelve todo blanco.
    !Que tardecita!

    ResponderEliminar
  4. Pues a mi vestra primera nevada me da envidia, siento nostalgia de las nevadas que tuvimos el ano pasado. Sobre todo de la de Santamera, cuando casi quedamos atrapados. De verdad nieva en Madrid? Aqui ya ha empezado a hacer frio, Los Sanfranciscanos estan congelados, no estan acostumbrados, tenemos minimas de 6 u 8 grados, una birria de frio.

    ResponderEliminar
  5. Hasta en Denia, donde por cierto también tenemos mar, sirenas de barcos, amaneceres románticos, huele a humedad siempre, hay arena por todas partes, los metales se corroen, la arena y la sal pringan, se llena todo de turistas, en verano hace un calor insoportable, los vecinos franceses son insufribles, hablan en valenciano, cuando sopla levante hace una rasca que te cagas, porque decia yo todo esto..... AH si porque aqui tambien hace un frio que te pedes hoy 8 grados como en Frisco, jajajajaja. Que penita me dan mis hijos abandonados en la sierra madrileña...

    La madre estudiante del llorica ese que se va a enterar cuando lo pille.

    ResponderEliminar
  6. Matilde, sin amenazas en el blog que te leemos todos...
    Yo te apoyo, Mario. Que te inviten con todos los gastos pagados, que coñe!

    (¿tú lees mi blog?)

    Besotes.

    ResponderEliminar
  7. Aupa Madrid, juajuajua!!! Se lo tiene merecido el chuleta del Mouriño. ¡Viva Del Bosque, es nuestro modelo!

    ResponderEliminar