sábado, 20 de noviembre de 2010

ARRIBA ESPAÑA

Qué casualidad, si es "veinte ene". Y yo pensando en la bandera española, a dónde hemos ido a parar. Desde luego tengo una crisis de identidad y sé muy bien su motivo. Siempre me he considerado republicano, aunque respetuoso con nuestra Monarquía Constitucional, pero al llegar a este país y ver lo que significa ser republicano, mis escasas neuronas se han declarado en rebeldía, primero; en huelga de hambre, después; y en violenta movilización, al final. Debe ser por eso que me duele tanto la cabeza últimamente.
Aunque estemos a gusto en San Francisco, hay muchas cosas de este país que no nos gustan. Os las podéis imaginar (y no me refiero a los enchufes de clavijas planas). Además cuando llevas más de tres meses fuera de casa, te entra un extraño sentimiento patriótico con el que nunca había estado familiarizado. Así que aquí estamos en los U.S.A. con nuestro kit de español compuesto por camiseta de la Selección, bandera rojigualda y algún que otro souvenir regalado por mis compañeros de Last Lap. El torero y la flamenca ya os dije que no los tenemos porque no tenemos tele. Y aunque no nos creáis, estamos orgullosos de lucir los colores. Eso es algo que se lo debemos a Iniesta. Hasta la Copa del Mundo de este verano, la bandera española había sido patrimonio de una ideología, emblema de un partido y motivo de confrontación. Era la bandera del bigote. No puedo negar que en muchas ocasiones me provocaba rechazo. Pero allí estaba Iniesta para acabar de un impresionante zurdazo con el bipartidismo, la lucha de clases y la discriminación de los inmigrantes. Realmente no sé si fue con la diestra o la zurda, pero lo del zurdazo queda mucho mejor que un derechazo, que además nos volvería a llevar a terreno pantanoso. Gol, campeones, borrachera y todos abrazados entre sí, ricos y pobres, rojos y fachas, ecuatorianos y peruanos, todos bajo la bandera española. ¡Qué gustazo!
Desde entonces estoy reconciliado con la bandera y la muevo orgulloso al aire californiano. Con la niebla que hay hoy, no la ve ni Cristo (sí, el de la iglesia Ni Cristo), pero yo me siento más patriota que nunca. Eso sí, la bandera que llevo en el corazón es la saharaui.
Para facilitar los comentarios empiezo diciendo la expresión de Dieguillo al ver la foto: "¡Qué repudio!"

5 comentarios:

  1. Diego, Mateo al ver la foto acaba de decir: "Dile que se afeite"

    Besos

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  2. Dieguiñoooo afeitate que pareces mario bross.
    jajajaja
    Lucia

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  3. Toda, absolutamente toda la familia ongil se está atiborrando de lexatines. No es la bandera ni tu sentimiento patriotico, que lo entendemos, ni siquiera tu amor por Iniesta a pesar de ser del Barça ... lo que nos tine hablando solos es TU CORBATAAAAAA, acabo de hablar con Jose Maria Carrasca<l y quiere una igualita.
    Y non os olvidamos del Sahara-

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  4. Jajajjajjajajajajaaaaaa,......esta vez si que me he quedado sin palabras. Te falta el gorro mejicano para ser el doble de Pancho Villa.

    La mujer del hermano mayor de Montse.

    P.D. Que paso con el partido???

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  5. Con dos gotas de sangre y un rayo de sol, Dios hizo una bandera y se la dio a un español!!!

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