viernes, 5 de noviembre de 2010

LAS ALITAS DEL GOLDEN GATE

Los jueves los niños sólo tienen clase hasta la una. Qué gran idea, les ayuda un montón a llegar menos cansados al final de la semana. Ayer, jueves, como hacía mucho calor, decidimos bajar a la playa. Crissy Field nos queda muy cerca y es uno de los sitios más agradables de la ciudad, con el Golden Gate omnipresente, la playita y una enorme pradera con mesas, bancos y barbacoas. Por supuesto barbacoas. Un americano es un ser humano como los demás pero con una barbacoa pegada a él. Todas las casas tienen barbacoas, en los coches hay barbacoas, las recetas son todas a la barbacoa, la salsa es siempre barbacoa y vayas donde vayas hay una barbacoa. Así que, ¿qué mejor plan para la tarde del jueves que ir de barbacoa a Crissy Field?
Preparativos, nevera de dominguero llena, bolsón de carbón, veinte mil utensilios, los bañadores, las toallas y los personal belongings (la cámara, la cartera, las llaves y el libro que va y viene sin nunca abrirse). Todo listo. ¡Niños! Lucio no viene, se va a casa de su amigo Ben; Diego y Simón tienen entrenamiento de soccer; Martín no falla. Escalera abajo, cuesta arriba, más cuesta arriba, el coche. Bruuuuuuuummmm. La playa, hay alguna barbacoa libre ¡bien! Vamos a por leña fina, limpia la barbacoa que está super guarra, enciende, no prende, déjame a mí, ya prendió, el carbón todavía no, ¡coño, me he quemao!, abre una birrita, esto está listo, ¡Josu que caló!, son casi las cuatro, me muero de hambre pásame la carne, ¿Qué hay?... Hay... Hay... Alitas de pollo.
Ni morcilla, ni panceta, ni chorizo, ni chistorra, ni chuletas, ni langostinos, ni solomillos, ni verduras... Exactamente 10 alitas de pollo. Aquí las llaman Buffalo Wings, algún día indagaré en la extraña relación que pueden tener los pollos y los Buffalos, no hoy, que tengo hambre. Diez alitas, somos tres, menos mal que no han venido los demás chicos. Las coloco en la parrilla sin tener que resolver la eterna duda de ¿qué cocino primero? Alitas o alitas. Primero el lado de la piel. Echo de menos a mis amigos y sus alentadores "se te está quemando, pon un poco más de sal, si echas aceite se prende la brasa". Diez alitas crudas por dentro, con la piel chamuscada pero llenas de pelos. Qué tendrán los pelos de las alitas que no se queman. Cuando me quede calvo, que ya he empezado, me hago un trasplante de pelo de pollo (en masculino ¡eh!). Un rato por el otro lado y listas. Huelo a grasaza cómo si hubiese comido en mi añorado Asador La Granja. Como siempre, tararéo la canción "La Barbacoa" del mítico Giorgie Dann; espero que se os pegue para todo el finde.
Saco la primera alita, se avalanza una gaviota y casi se la lleva, así nos facilita el reparto, Martín la espanta, a la gaviota. Ya están todas, ¡mierda, están ardiendo!, repartimos, tres y un poquito, probad a partir una alita en tres.
Deliciosas, nunca antes me había sabido mejor una alita de pollo, ¿será la vista del Golden Gate? La recogida, casi no os la cuento. Me voy a cenar.

5 comentarios:

  1. JAJAJAJAJ!!!!!!!!!!! Qué risa Diego!! Yo creo que este año lo que tienes que hacer es escribir un libro de humor, nada de publicidad, qué rollo, que tienes una vena muy graciosa (aunque en persona no lo parezca, jejeje)...

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  2. Dime la verdad Diego,¿cuantas veces te has acordado de tu super-barbacoa de Santamera?, es cierto que no esta Golden, pero hay un palomar muy majo; tampoco hay playa pero un jardincito muy cuco con mesa y alguna silla cómoda,mar, lo que se dice mar no hay en santamera, pero menudo es el rio cuando viene crecido, y no, definitivamente no hay gaviotas pero hay unos buitres acojonantes.
    De cualquier forma, no pierdas ni una solo de tus escritos, hay que publicarlos, estoy de acuerdo con "Un profe cualquiera..."
    Y no dejas de lado el ponerte el pelo trasplantado de una hembra del pollo, cuando te falte el pelo te dará igual que sea liso o rizado.

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  4. La foto del billar bien podría ser en un bar de carretera en Albacete, te diré... sólo falta la perdiz disecada y la vitrina con navajas.

    Manuel

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  5. Ese bar, era total, una cantina en el barrio de Mission. Pasamos de casualidad, por delante, que es como se encuentra los mejores sitios, sin buscarlos. Me asomé por que vi carteles de toros, muy antiguos, de la plaza de toros de Alicante, año 1970 , con Curro Vázquez en cartel. Cenamos divinamente, unos huevos rancheros con frijoles, arroz, queso. La dueña, después de prepararnos la cena, se sentó a charlar conmigo. 34años viviendo en USA, eso si es una aventura.

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