A las doce en punto, entran por la puerta Simón y Diego resoplando por el sprint que se han hecho desde el colegio para no perder un segundo del derby. Ha colado y les han dejado salir del colegio sin problemas.
Hoy la imagen de la retransmisión llega con peor calidad que otros días. A los pocos minutos un tremendo bufido de Diego jr anuncia la llegada del primer gol. Diego sr le pide que se contenga por respeto a Simón que está en minoría . Me preguntan que con quién voy yo, y la verdad no lo sé, siempre pienso en lo tristes que estarán la madres de los que pierden, soy así de tonta. A los pocos minutos algo empieza a fallar y el ordenador se queda colgado, perdemos la imagen y se acabó el partido.
Por el momento, porque en un alarde de ingenio y desesperación y ante los gritos de los dos Diegos, a Simón se le ocurre llamar a su madre que esta en Madrid, para que se conecte al skipe, coloque el ordenador frente a la televisión y podamos seguir viendo el partido.
Cuando conseguimos hablar con Olga, ya ha caído el segundo, toda la familia reunida en su casa se descojona por la ocurrencia de Simón, pero.......funciona. Podemos ver en la pantalla del ordenador, la pantalla de la televisión y además oír el sonido de la retransmisión española.
La verdad es que la próxima vez que Simón venga a preguntarme por un problema de matemáticas o geometría, le voy a decir que use el mismo ingenio y rapidez que ha demostrado hoy para salirse con la suya y ver el partido.
En el descanso comen a toda prisa, los goles siguen cayendo para alegría de los Diegos, que nunca han sido muy madridistas, y desesperación de Simón y de toda su familia Madridista.
Es agradable volver a ver un partido de la liga, sin acento mejicano, aunque sea a través de una pantalla de ordenador.
Hoy miles de personas de todo el mundo estaban intentando ver el mismo partido, a través de la misma página, a la misma hora y claro.......han acabado todos perdidos en el ciberespacio. Todavía andan buscando los cinco balones de los cinco golazos por el universo.
Lo siento por los madridistas pero siempre me cayó bien Guardiola, tan educado, sensato y además guapo. Acabado el partido los niños vuelven al colegio, Diego eufórico y Simón cabizbajo, y aquí no ha pasado nada.