Internet, que tiene muchas cosas positivas y constructivas, tiene otras perversas. Podría escribir un libro sobre ellas, pero ahora me voy a limitar a hablar de la capacidad de las redes sociales y los inventos que ofrece la red para sacar lo peor del ser humano. Ya no me refiero a la facilidad para insultar, poner a parir al prójimo y echar fuego por la boca, amparados por el anonimato o encubiertos en un estúpido "nickname", sino al atractivo magnético que invita a hacer el gilipollas delante de una cámara de vídeo y después colgarlo en Internet. Llevo medio año peleando con Martín para evitar que cuelgue un vídeo en youtube y no le dejo porque su líder de opinión es un pobre imbécil alemán que se pelea e insulta al ordenador de forma ridícula pero con millones de visitas en su vídeo.
El último "gran éxito" ha sido el vídeo de la Batamanta, un simplón pero gracioso doblaje de un anuncio de teletienda que además de hacer reírse a los chavales por las burradas que dice, ha conseguido multiplicar las ventas del estúpido invento. Una manta con mangas para meter los brazos y poder comer cereales, jugar a la PlayStation o beberte una cerveza calentito... El gadget perfecto para el deportista sedentario de los domingos. En casa, además de ver el vídeo en 497 ocasiones, han conseguido que Santa Claus pique y traiga dos de estos "sofisticados" artilugios para Martín y para Lucio. Con la tontería, ahora desayunan los dos que da gusto, envueltos en su "batamanta". No descarto pedírsela prestada algún día para ver perder al Espanyol. Mientras tanto, yo también me he comprado una manta en el barrio latino de Mission, es roja, con la cara del Che Guevara de dos metros de ancho. Igual se la regalo a mis amigos Víctor y Victoria, que les pega el rojo, por ser los primeros en venir por aquí.
10.250 Kilómetros. Es la distancia que separa San Francisco de Madrid. Nueve horas de diferencia. Larga distancia en el espacio y en el tiempo. Estas notas recogen las vivencias y anécdotas de una familia que vivió en California durante un año y volvió para contarlo.
viernes, 31 de diciembre de 2010
jueves, 30 de diciembre de 2010
AQUÍ NO HAY QUIEN DUERMA
Anoche encontré a Martín tumbado en la cama pero con los ojos como platos. ¿Qué haces Tincho?: "Estoy intentando dormir con los ojos abiertos". Le apagué la luz y me marché refunfuñando: "Para uno que duerme bien en toda la casa..."
No es que seamos de mal dormir porque lo entrenamos bastante y no se nos da mal, pero es un dormir raro. En esta casa, con los muros de papel, he conseguido sacar por fin la escaleta exacta de cada noche. A eso de la una, Lucio se cae de la cama, es un golpe seco: "poc". A veces se hace daño y se despierta: "Poc, uaaaaahhhhh, papiiiiiii". Si no, sigue durmiendo en el suelo hecho un reguño con el edredón. A las dos o dos y media, Montse suelta un suspiro de placer, pero placer infantil: "AaaaaAAaaaaaAAAAhhhhaaaaAAaaai" y se rasca con fuerza el brazo izquierdo. A las tres, Simón se pelea a gritos con su hermano (que está en Madrid) le chilla entre amenazante y acobardado para después salir corriendo hasta el baño. Mea y vuelve sin su hermano. A las cuatro yo oigo un enorme rugido tal que: "Jjjjjjjjjjjjjjjjjjeeooooooouuuuujjjjj!" Tan profundo que suele despertarme, además suele venir acompañado por un fuerte codazo de Montse que termina de espabilarme y ahuyenta automáticamente al bicho que produce ese extraño alarido. Si Francesco se ha quedado a dormir, caso bastante habitual, a las cinco hay unos incomprensibles gritos que no voy a intentar entender; bastante tengo con aprender el inglés de los despiertos, como para descifrar también el de los sonámbulos. A las seis suele entrar Lucio en la habitación y si no lo hace, quien entra es el sol. Un buen momento para echar un "pisito" y volver al sobre a disfrutar de los mejores momentos de sueño antes de empezar la rutina.
A Diego no le he mencionado porque bastante tuvimos con las visitas nocturnas que nos hacía cuando tenía cuatro años, totalmente poseído. Desde entonces duerme con chaleco de fuerza. Total que si seguimos así planteo la posibilidad de hacer de esto un espectáculo y vender entradas para quienes quieran asistir al show nocturno: "El extraño sueño de los españoles".
No es que seamos de mal dormir porque lo entrenamos bastante y no se nos da mal, pero es un dormir raro. En esta casa, con los muros de papel, he conseguido sacar por fin la escaleta exacta de cada noche. A eso de la una, Lucio se cae de la cama, es un golpe seco: "poc". A veces se hace daño y se despierta: "Poc, uaaaaahhhhh, papiiiiiii". Si no, sigue durmiendo en el suelo hecho un reguño con el edredón. A las dos o dos y media, Montse suelta un suspiro de placer, pero placer infantil: "AaaaaAAaaaaaAAAAhhhhaaaaAAaaai" y se rasca con fuerza el brazo izquierdo. A las tres, Simón se pelea a gritos con su hermano (que está en Madrid) le chilla entre amenazante y acobardado para después salir corriendo hasta el baño. Mea y vuelve sin su hermano. A las cuatro yo oigo un enorme rugido tal que: "Jjjjjjjjjjjjjjjjjjeeooooooouuuuujjjjj!" Tan profundo que suele despertarme, además suele venir acompañado por un fuerte codazo de Montse que termina de espabilarme y ahuyenta automáticamente al bicho que produce ese extraño alarido. Si Francesco se ha quedado a dormir, caso bastante habitual, a las cinco hay unos incomprensibles gritos que no voy a intentar entender; bastante tengo con aprender el inglés de los despiertos, como para descifrar también el de los sonámbulos. A las seis suele entrar Lucio en la habitación y si no lo hace, quien entra es el sol. Un buen momento para echar un "pisito" y volver al sobre a disfrutar de los mejores momentos de sueño antes de empezar la rutina.
A Diego no le he mencionado porque bastante tuvimos con las visitas nocturnas que nos hacía cuando tenía cuatro años, totalmente poseído. Desde entonces duerme con chaleco de fuerza. Total que si seguimos así planteo la posibilidad de hacer de esto un espectáculo y vender entradas para quienes quieran asistir al show nocturno: "El extraño sueño de los españoles".
miércoles, 29 de diciembre de 2010
INOCENTE FOTÓGRAFO
Sí, vale, era una inocentada de mala calidad y peor gusto. Pero nada, comparada con la que me hicieron a mi un 28 de diciembre de hace muchos años. Cuando tenía 17 ó 18 años tuve una bronca en una tienda de fotografía porque me vendieron una bolsa para las cámaras que supuestamente se impermeabilizaba con un spray. Cuando llegué a casa, busqué el spray por todas partes y no lo encontré, así que me cogí la bicicleta y me volví hasta la Puerta del Sol. Entré indignado en la tienda y reclamé al dependiente, quien con una desternillante sonrisa me explicó lo ocurrido: "No he dicho spray, he dicho escai... que tiene escai impermeable". Sonrojado y con la cabeza metida dentro de la bolsa salí de la tienda deprisa y corriendo en busca de mi bicicleta, mi Peugeot gris de carretera, pero tampoco ella estaba allí, se había esfumado con el spray. Me la habían birlado y nunca más volví a verla. Regresé a casa en Metro, más abochornado y humillado por la vergüenza del escai, que triste por la pérdida de mi compañera de múltiples viajes.
Hoy, 30 años después, en una tienda de fotografía de San Francisco, un avispado tendero ha querido conmemorar la efemérides y hacerme una buena inocentada. El otro día mi cámara tropezó y se fue al suelo; por suerte sólo se partió el "skylight", el filtro que protege la lente. He entrado en la tienda dispuesto a comprar uno nuevo y pagar los 15 ó 20 dólares de rigor por tratarse de un bazar de turistas del centro, pero he notado que el trato tan exquisito que me hacía el tendero empezaba a ser exagerado. Me ha instalado el filtro en la cámara (un trocito de cristal transparente) y ha realizado una completa demostración de sus cualidades. "Mire qué calidad de color, fíjese qué nitidez, observe qué resolución" y seguía disparando con mi cámara. A un cuadro de la tienda, a un anuncio, a Dieguito y al final a mi careto... Después coge un conector y las proyecta en una pantalla gigante en medio de la tienda y yo, sonrojado como con el escai, veo que todo el mundo está mirando mi careto lleno de granos en el televisor y encima el soplapollas suelta: " Pero mire que diferencia, si no tiene casi grano".
Tenía que poner fin a tanto bochorno y he cogido la caja del filtro en la mano para llevármelo, preguntando: "Vale, ¿cuánto le debo?" A lo que el "fil de puta" ha contestado: "Su precio son 369 dólares, pero se lo voy a dejar en 280". Allí se ha quedado con su filtro, su caja y mi foto llena de granos, mientras yo salía a la calle gritando: "Se va a meter el spray por donde le quepa y se jode, que la bici la he dejado en casita..."
Hoy, 30 años después, en una tienda de fotografía de San Francisco, un avispado tendero ha querido conmemorar la efemérides y hacerme una buena inocentada. El otro día mi cámara tropezó y se fue al suelo; por suerte sólo se partió el "skylight", el filtro que protege la lente. He entrado en la tienda dispuesto a comprar uno nuevo y pagar los 15 ó 20 dólares de rigor por tratarse de un bazar de turistas del centro, pero he notado que el trato tan exquisito que me hacía el tendero empezaba a ser exagerado. Me ha instalado el filtro en la cámara (un trocito de cristal transparente) y ha realizado una completa demostración de sus cualidades. "Mire qué calidad de color, fíjese qué nitidez, observe qué resolución" y seguía disparando con mi cámara. A un cuadro de la tienda, a un anuncio, a Dieguito y al final a mi careto... Después coge un conector y las proyecta en una pantalla gigante en medio de la tienda y yo, sonrojado como con el escai, veo que todo el mundo está mirando mi careto lleno de granos en el televisor y encima el soplapollas suelta: " Pero mire que diferencia, si no tiene casi grano".
Tenía que poner fin a tanto bochorno y he cogido la caja del filtro en la mano para llevármelo, preguntando: "Vale, ¿cuánto le debo?" A lo que el "fil de puta" ha contestado: "Su precio son 369 dólares, pero se lo voy a dejar en 280". Allí se ha quedado con su filtro, su caja y mi foto llena de granos, mientras yo salía a la calle gritando: "Se va a meter el spray por donde le quepa y se jode, que la bici la he dejado en casita..."
martes, 28 de diciembre de 2010
SE ACABÓ EL SUEÑO
Hola chicos. Nunca pensé que tendría que escribir esto, pero así son las cosas. Nuestra aventura americana, nuestro sueño y nuestro blog llegan a su fin. En una semana estaremos de vuelta a casa. Problemas con el trabajo, que ahora no sería capaz de explicar, nos impiden seguir con esta experiencia y hemos de volver a la normalidad. Ha sido muy bonito mientras ha durado, lo hemos disfrutado y creemos que vosotros también lo habéis pasado bien, pero motivos ajenos a nuestra voluntad nos impiden seguir con el proyecto.
Pretendían que volviese antes de la San Silvestre, pero no hemos encontrado billetes y no volveremos hasta pasados algunos días. Intentaremos tomárnoslo con filosofía y ser positivos, pero no va a ser fácil. Pronto tendréis noticias nuestras. Un fuerte abrazo y hasta siempre.
PD. Como ya no es 28 de diciembre y para evitar sustos...no seáis muy inocentes.
Pretendían que volviese antes de la San Silvestre, pero no hemos encontrado billetes y no volveremos hasta pasados algunos días. Intentaremos tomárnoslo con filosofía y ser positivos, pero no va a ser fácil. Pronto tendréis noticias nuestras. Un fuerte abrazo y hasta siempre.
PD. Como ya no es 28 de diciembre y para evitar sustos...no seáis muy inocentes.
lunes, 27 de diciembre de 2010
NAVIDAD EN LOS U.S.A.
Yo siempre pensé que Christmas era el nombre de las tarjetas que se envían para felicitar las Navidades, pero resulta que no, que es el nombre de la propia Navidad. Que ¿cómo se viven las fiestas aquí? Pues como todo, a lo grande. Igual que en Halloween, los vecinos entran en un peculiar concurso para ver quién la tiene más larga, o sea quién decora su casa de forma más espectacular. Hay lucecitas por todas partes, Papá Noel iluminados y motorizados, cursis escaparates con villancicos a todo meter y todo lo que queráis imaginar en esta exhibición de horteras única en el mundo (bueno en algún punto del Levante español tampoco vamos mal).
El árbol no falta en ninguna casa pero, como son muy ecologistas, no los aceptan de plástico y todo el mundo tiene un pino de verdad. Hay algo que se me escapa en esto de la ecología porque yo me pongo enfermo cada vez que veo un abeto talado en la baca del coche. Incluso el de Union Square que tiene 15 metros de alto, es natural.
Lo demás es todo parecido, compras, muchas compras y Santa Claus por todas partes. Santa Claus en el hotel, Santa Claus esquiando, Santa Claus en la calle, Santa Claus en la gasolinera, Santa Claus en el supermercado... Joder, una cosa es que los niños sean inocentes y otra cosa es que sean imbéciles. Que haya uno muy bueno y muy mágico que reparte regalos por todo el mundo, pase, pero que haya uno en cada esquina con esas barbas postizas tan mal hechas... Además, ¿quién coño es Santa Claus?, yo nunca le vi en ningún Belén ni en ninguna epístola de esas. Me han dicho que era italiano, pero tiene nombre catalán y unos dicen que vive en Escandinavia y otros en Alaska...Demasiadas contradicciones. Voy a empezar a dudar sobre su veracidad.
Yo siempre he sido de los Reyes Magos y del Espanyol. Ya sé que no es fácil creer en ninguno de ellos, pero soy así de infantil. En cambio, aquí en los U.S.A. los Reyes Magos no existen. Ellos sí que fueron inocentes, pretender entrar en el mercado americano procediendo de Oriente...¡Ilusos!. No pasaron los controles de inmigración. Venían del mismísimo eje del mal, de esos países desérticos y paupérrimos donde lo único aprovechable es el petróleo. Seguro que venían a expandir el Islam por Estados Unidos, y además uno era negro. Santa Claus es mucho más blanquito, controlable e inofensivo.
Como el otro día os puse un villancico un tanto irreverente, hoy, por ser lunes, os pongo esto que grabé el otro día en Unión Square. Son unos chavales de Santa Cruz (los yernos y nueras que cualquier madre quisiera tener) cantando a capella. A todo esto, el señor de la foto que estoy con mi familia, no soy yo. Estoy algo más gordo y más viejo, pero no he cambiado tanto.
El árbol no falta en ninguna casa pero, como son muy ecologistas, no los aceptan de plástico y todo el mundo tiene un pino de verdad. Hay algo que se me escapa en esto de la ecología porque yo me pongo enfermo cada vez que veo un abeto talado en la baca del coche. Incluso el de Union Square que tiene 15 metros de alto, es natural.
Lo demás es todo parecido, compras, muchas compras y Santa Claus por todas partes. Santa Claus en el hotel, Santa Claus esquiando, Santa Claus en la calle, Santa Claus en la gasolinera, Santa Claus en el supermercado... Joder, una cosa es que los niños sean inocentes y otra cosa es que sean imbéciles. Que haya uno muy bueno y muy mágico que reparte regalos por todo el mundo, pase, pero que haya uno en cada esquina con esas barbas postizas tan mal hechas... Además, ¿quién coño es Santa Claus?, yo nunca le vi en ningún Belén ni en ninguna epístola de esas. Me han dicho que era italiano, pero tiene nombre catalán y unos dicen que vive en Escandinavia y otros en Alaska...Demasiadas contradicciones. Voy a empezar a dudar sobre su veracidad.
Yo siempre he sido de los Reyes Magos y del Espanyol. Ya sé que no es fácil creer en ninguno de ellos, pero soy así de infantil. En cambio, aquí en los U.S.A. los Reyes Magos no existen. Ellos sí que fueron inocentes, pretender entrar en el mercado americano procediendo de Oriente...¡Ilusos!. No pasaron los controles de inmigración. Venían del mismísimo eje del mal, de esos países desérticos y paupérrimos donde lo único aprovechable es el petróleo. Seguro que venían a expandir el Islam por Estados Unidos, y además uno era negro. Santa Claus es mucho más blanquito, controlable e inofensivo.
Como el otro día os puse un villancico un tanto irreverente, hoy, por ser lunes, os pongo esto que grabé el otro día en Unión Square. Son unos chavales de Santa Cruz (los yernos y nueras que cualquier madre quisiera tener) cantando a capella. A todo esto, el señor de la foto que estoy con mi familia, no soy yo. Estoy algo más gordo y más viejo, pero no he cambiado tanto.
domingo, 26 de diciembre de 2010
UN VINITO CABEZÓN
Uno es dueño de sus actos y víctima de sus errores. Ayer, por ser Nochebuena me di un atracón de cenar, como todos, y de meter la pata, como pocos. Primero pedí un vino blanco pensando que era tinto. El camarero aceptó mis disculpas y me trajo la segunda petición, un Cabernet de Napa que a juzgar por el precio no debía ser malo. Los que no sabemos de vinos pedimos por el precio, aunque nunca lo reconozcamos. Allí apareció sonriente el camarero con un vino denominado 1975; según lo descorchaba y servía en mi copa, empezó a llegarme un horrible olor a descomposición, pensé que era Franco o Hassan II y su maldita Marcha Verde. Sólo a mí se me ocurre pedir un vino con ese fatídico nombre. Di un sorbo y no escupí por respeto a Montse, que estaba en frente y la hubiera puesto perdida, pero con mi gesto el camarero entendió que el vino no era de nuestro agrado. Torciendo el rostro se lo llevó y volvió a ofrecernos la carta para elegir el que ya sería definitivo. Nunca antes había devuelto un vino en un restaurante pero es que este picaba como si llevase tabasco.
El caso es que a partir de entonces la Nochebuena fue empeorando. Recordé un sabio consejo de mi amigo y compañero Raúl "Casper" que recordando su época de camarero siempre me advertía: "Nunca te enfrentes a un camarero, que pasa mucho tiempo a solas con tu comida". Y va Dieguito y pide mayonesa y yo analizándola con el tenedor, y Montse pide más sopa, se la trae con nata...y yo de los nervios. No creo que el buen hombre hiciera nada malo pero el caso es que yo he pasado una noche horrible con un dolor de cabeza con el que no han podido ni una dosis doble de Tylenol, ni cuatro ibuprofenos, ni todo tipo de técnicas de relajación. A punto he estado de vomitar en la cama, me han salido granos por toda la cara y apenas he podido dormir porque encima me retumbaba en la cabeza la puta canción de Aire que ayer, por hacerme el gracioso os puse en el blog.
Lo peor es que esta mañana me he cruzado con mi amigo en el desayuno y muy sonriente me ha saludado "Merry Christmas!" pero en los ojos se leía lo que de verdad estaba pensando: "Qué, ¿otro vinito?"
El caso es que a partir de entonces la Nochebuena fue empeorando. Recordé un sabio consejo de mi amigo y compañero Raúl "Casper" que recordando su época de camarero siempre me advertía: "Nunca te enfrentes a un camarero, que pasa mucho tiempo a solas con tu comida". Y va Dieguito y pide mayonesa y yo analizándola con el tenedor, y Montse pide más sopa, se la trae con nata...y yo de los nervios. No creo que el buen hombre hiciera nada malo pero el caso es que yo he pasado una noche horrible con un dolor de cabeza con el que no han podido ni una dosis doble de Tylenol, ni cuatro ibuprofenos, ni todo tipo de técnicas de relajación. A punto he estado de vomitar en la cama, me han salido granos por toda la cara y apenas he podido dormir porque encima me retumbaba en la cabeza la puta canción de Aire que ayer, por hacerme el gracioso os puse en el blog.
Lo peor es que esta mañana me he cruzado con mi amigo en el desayuno y muy sonriente me ha saludado "Merry Christmas!" pero en los ojos se leía lo que de verdad estaba pensando: "Qué, ¿otro vinito?"
sábado, 25 de diciembre de 2010
AIRE, SOY COMO EL AIRE
Hoy Lucio le ha robado el protagonismo a Martín con sus ocurrentes y a veces inquietantes preguntas. Aunque lo del enano no ha sido interrogación sino contundente afirmación: "Papi, yo no quiero tener profe porque aprendo mucho más del aire...cojo aire con la boca y aprendo las cosas". Razón no le falta porque para lo canijo que es, sabe latín y no hace caso ni a su padre ni a su madre. Es un cabezón, un caprichoso y un llorica pero encandila a cualquiera para conseguir lo que quiere y como es tan salado todo el mundo pica o picamos.
Y como no quería dar clases de esquí, ha decidido que aprendía del aire y que se subía con su padre al telesilla. Y como el padre es gilipollas, como bien sabéis, ha hecho caso al mocoso. Allí subíamos los dos en el telesilla que sale desde el hotel, sin saber cuál era nuestro destino. Eso sí, bien equipados, crema del sol en bolsillo derecho, donut de chocolate en el izquierdo, cherry Coke a un lado de la chupa y todo tipo de cámaras al otro lado. A mitad de viaje, el mico ha amenazado con tirarse desde la silla convencido de que podía parar el golpe con un bastón, lo que el papá ha conseguido evitar con una filosófica reflexión sobre la muerte. El pobrecito todavía cree que "la muerte es que te haces daño".
Y arriba hemos llegado, a la cima más alta de la estación, donde empezaba una pista con un cartelito naranja que decía "Experts only". Dado que estamos en Navidad, me hubiera santiguado, pero no sé. He cogido a Lucio, le he metido entre mis esquís y allá nos hemos tirado los dos por la pista negra gritando, el de inconsciente emoción, yo de inconsciente terror. En cuña, con un dolor espantoso de caderas y espalda, hemos conseguido superar las zonas más empinadas hasta llegar a la pista más sencilla y allí, el papá se ha relajado, ha dejado que Lucio llevara el control haciendo su "indian house" con los esquís hasta verse envuelto en una más que dudosa jugada al borde del area y del precipicio, que ha terminado con un amasijo de esquís, bastones, piernas, guantes, donut, gorros, niños, papás y cherry Cokes, en medio de la pista. Por suerte nos ha dado por reírnos, mientras poníamos en orden semejante puzzle. A partir de entonces he intentado convencer a Lucio de que es mejor aprender con un profe que con el aire, sobre todo si el aire soy yo. Hemos seguido esquiando tarareando el inconfundible Aire de Pedro Marín. ¡Grandísimo!
Y como no quería dar clases de esquí, ha decidido que aprendía del aire y que se subía con su padre al telesilla. Y como el padre es gilipollas, como bien sabéis, ha hecho caso al mocoso. Allí subíamos los dos en el telesilla que sale desde el hotel, sin saber cuál era nuestro destino. Eso sí, bien equipados, crema del sol en bolsillo derecho, donut de chocolate en el izquierdo, cherry Coke a un lado de la chupa y todo tipo de cámaras al otro lado. A mitad de viaje, el mico ha amenazado con tirarse desde la silla convencido de que podía parar el golpe con un bastón, lo que el papá ha conseguido evitar con una filosófica reflexión sobre la muerte. El pobrecito todavía cree que "la muerte es que te haces daño".
Y arriba hemos llegado, a la cima más alta de la estación, donde empezaba una pista con un cartelito naranja que decía "Experts only". Dado que estamos en Navidad, me hubiera santiguado, pero no sé. He cogido a Lucio, le he metido entre mis esquís y allá nos hemos tirado los dos por la pista negra gritando, el de inconsciente emoción, yo de inconsciente terror. En cuña, con un dolor espantoso de caderas y espalda, hemos conseguido superar las zonas más empinadas hasta llegar a la pista más sencilla y allí, el papá se ha relajado, ha dejado que Lucio llevara el control haciendo su "indian house" con los esquís hasta verse envuelto en una más que dudosa jugada al borde del area y del precipicio, que ha terminado con un amasijo de esquís, bastones, piernas, guantes, donut, gorros, niños, papás y cherry Cokes, en medio de la pista. Por suerte nos ha dado por reírnos, mientras poníamos en orden semejante puzzle. A partir de entonces he intentado convencer a Lucio de que es mejor aprender con un profe que con el aire, sobre todo si el aire soy yo. Hemos seguido esquiando tarareando el inconfundible Aire de Pedro Marín. ¡Grandísimo!
viernes, 24 de diciembre de 2010
¡FELIZ MEDIODÍA BUENO!
Hoy es de esos días en los que se nota mucho que no estamos en casa. El motivo es evidente, no podremos seguir en directo el discurso del Rey y está claro que unas Navidades sin ese enternecedor valvuceo no son lo mismo. Lo primero que pasa es que el discurso es a las nueve en España, pero por si no os habéis dado cuenta todavía, aquí en California son nueve horas menos, con lo cual empezará a las doce del mediodía. A esa hora, a uno le apetece esquiar o pasear en trineo, pero nunca escuchar eso de "En estos días tan entrañables, la Reina y yo..." Por si fuera poco he mirado en www.rojadirecta.com y no lo retransmiten; también he mirado en Wikileaks porque, como es en diferido, igual tenían alguna filtración, pero tampoco. Así que estamos en un sin vivir. Lo único que he conseguido es el titular del periódico del día 26 que resume bien las palabras del Monarca: "El rey llama a la unidad y la solidaridad para salir de la crisis". Me quedo mucho más tranquilo.
La otra gran putada es que como medida de solidaridad para salir de la crisis, tengo apagado el móvil español, así os evito pagar un dineral por cada uno de esos bonitos mensajes de felicitación que me mandáis. Y de paso no tengo que estrujarme la cabeza para intentar ser el más ocurrente y original en ese campeonato nacional de sms pringosos. Y si al final me pongo ñoño, que me pondré, os llamaré o enviaré mensajes cuando cenemos, que para vosotros serán las 5 o las 6 de la madrugada, je, je...
Pues eso que hoy no os damos envidia, que celebraremos la Nochebuena los cinco solitos o con unos señores de Dakota del Sur y un Santa Claus de plástico (el real me parece que ya ha dejado los regalos en la casa de San Francisco) y os echaremos a todos muuuucho de menos. Con este maravilloso villancico que me envió Victoria, los San Franciscanos os deseamos un feliz Mediodía bueno.
La otra gran putada es que como medida de solidaridad para salir de la crisis, tengo apagado el móvil español, así os evito pagar un dineral por cada uno de esos bonitos mensajes de felicitación que me mandáis. Y de paso no tengo que estrujarme la cabeza para intentar ser el más ocurrente y original en ese campeonato nacional de sms pringosos. Y si al final me pongo ñoño, que me pondré, os llamaré o enviaré mensajes cuando cenemos, que para vosotros serán las 5 o las 6 de la madrugada, je, je...
Pues eso que hoy no os damos envidia, que celebraremos la Nochebuena los cinco solitos o con unos señores de Dakota del Sur y un Santa Claus de plástico (el real me parece que ya ha dejado los regalos en la casa de San Francisco) y os echaremos a todos muuuucho de menos. Con este maravilloso villancico que me envió Victoria, los San Franciscanos os deseamos un feliz Mediodía bueno.
jueves, 23 de diciembre de 2010
EL DISCO DURO ESTÁ LLENO
Totalmente bloqueado, no entra más información y va muy lento, tarda en reaccionar cuando le pides procesar cualquier documento y rechaza cualquier contenido nuevo que quieras incluir en la memoria. Está a punto de petar y no creo que se pueda reparar. Ya sé que muchos de vosotros estáis ahora mismo acongojados y sobresaltados ante la posibilidad de quedaros durante algún tiempo sin este inigualable y excepcional blog, pero no temáis. Lo que está totalmente bloqueado y lento de reacción no es mi ordenador, sino mi cerebro. Ya podéis respirar tranquilos, egoístas, que sois unos egoístas.
A ver, ¿de qué estaba hablando? ah sí, del disco duro de mi cerebro, se ha declarado en rebelión y no acepta ni un sólo kbyte más en su memoria. Sé bien lo que le ha pasado: he intentado abrir al mismo tiempo varios programas y descargar de golpe demasiada información y se ha quedado colgado. El traductor de inglés cada vez va más despacio. El objetivo de aprender por lo menos una palabra al día se va complicando; todavía ando peleándome con "swindler" que es el estafador que me tocaba el lunes. De la música, ni os hablo, el programa no responde, se ha quedado colgado, Martín sigue intentando desbloquearlo pero no consigo pasar del sol y del Smoke on the water con un insoportable dolor de dedos y muñeca. Así que he tomado una decisión, voy a borrar varias aplicaciones y lo voy a reiniciar. Con este oxidado cerebro ya no es posible aprender música, ni ser bilingüe, ni empezar con el árabe (me había pasado por la imaginación), tiro la toalla, aprenderé lo que entre de forma natural, sin forzar, y disfrutaré los otros dos tercios de vida que me quedan con lo muchísimo que he aprendido en este primer tercio.
Os creéis que voy en broma, pero quienes habéis sufrido de cerca el Alzheimer lo entenderéis. Es lo mismo que le pasa a mi pobre madre. Se le acabó la memoria. Puede recordar algo muy antiguo que está allí almacenado, pero lo reciente se pierde según ocurre. Vive en el más absoluto presente. Es triste. Os dejo con una de mis campañas favoritas:
http://www.youtube.com/watch?v=1nBH60ockic
Aunque, poco antes de morir, Enrique Morente dijo: "Cuando se acaba el aprendizaje, se acaba todo", así que a ver si encuentro un disco duro nuevo, y sino almacenaré todo en los tres pequeños discos externos que tengo por aquí esquiando.
Carpe diem.
A ver, ¿de qué estaba hablando? ah sí, del disco duro de mi cerebro, se ha declarado en rebelión y no acepta ni un sólo kbyte más en su memoria. Sé bien lo que le ha pasado: he intentado abrir al mismo tiempo varios programas y descargar de golpe demasiada información y se ha quedado colgado. El traductor de inglés cada vez va más despacio. El objetivo de aprender por lo menos una palabra al día se va complicando; todavía ando peleándome con "swindler" que es el estafador que me tocaba el lunes. De la música, ni os hablo, el programa no responde, se ha quedado colgado, Martín sigue intentando desbloquearlo pero no consigo pasar del sol y del Smoke on the water con un insoportable dolor de dedos y muñeca. Así que he tomado una decisión, voy a borrar varias aplicaciones y lo voy a reiniciar. Con este oxidado cerebro ya no es posible aprender música, ni ser bilingüe, ni empezar con el árabe (me había pasado por la imaginación), tiro la toalla, aprenderé lo que entre de forma natural, sin forzar, y disfrutaré los otros dos tercios de vida que me quedan con lo muchísimo que he aprendido en este primer tercio.
Os creéis que voy en broma, pero quienes habéis sufrido de cerca el Alzheimer lo entenderéis. Es lo mismo que le pasa a mi pobre madre. Se le acabó la memoria. Puede recordar algo muy antiguo que está allí almacenado, pero lo reciente se pierde según ocurre. Vive en el más absoluto presente. Es triste. Os dejo con una de mis campañas favoritas:
http://www.youtube.com/watch?v=1nBH60ockic
Aunque, poco antes de morir, Enrique Morente dijo: "Cuando se acaba el aprendizaje, se acaba todo", así que a ver si encuentro un disco duro nuevo, y sino almacenaré todo en los tres pequeños discos externos que tengo por aquí esquiando.
Carpe diem.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
EL AÑO PRÓXIMO ME VOY DE VENDIMIA
Mi intención en el día de hoy era daros un poquito de envidia, pero va a ser que no. Estamos en Squaw Valley, una de las mejores estaciones de esquí del mundo, con el Lago Tahoe en el horizonte y los bosques nevados pidiéndote a gritos que hagas slalom entre los árboles... Idílico, bucólico, eólico...No es que haga viento, pero acaba en lico y quedaba bien en la frase.
Las sensaciones que provoca el esquí, pocas cosas las ofrecen en la vida, salvo la vendimia. Vístete, abrígate que va a hacer frío. Aun no he desayunado y ya estoy sudando. Cuidado que resbalas en el hall. Lucio sujeta tus esquís. Martín le acabas de meter un bastón en el ojo a esa señora. ¿Dónde está el forfait?. No en el otro bolsillo; mierda se ha caído el guante. Papi llévame mis esquís. Ponte el casco, no quiero. Excuse me! Nos hacemos una foto. No, luego. ¿Y la cámara?; en el otro bolsillo, no en el de la chupa. I'm sorry. Papi, llévame a hombros. Pero quién dijo que iba a hacer frío, estoy chorreando. Lucio anda más deprisa; me aprietan las botas. Diego le has dado con la tabla al niño pelirrojo. Ya tengo agujetas y no he llegado a las pistas. ¿Tienen un profe para el peque?: no; pues me cago en su madre. Vamos Lucio, te enseñaré yo; pero si yo no quiero esquiar; pues esquías por mis huevos, sube al telecabina. Le importa sacar su bastón de mi orificio nasal, thanks a lot. Papi quítame las botas. No tengo más manos. Ring ring ring, suena el teléfono: ¿Qué tal chicos? fenomenal, calculo que en un par de horas estaremos esquiando. Papi, tengo hambre; one hot dog, please. Sí con ketchup, please. Empieza a nevar. Tengo ketchup en los guantes, la cámara, los esquís, el forfait. ¡Qué calor! ¿Te has echado crema? No, pero bastará con el ketchup. Apriétate las botas. Ya me aprietan bastante... Me voy al hotel. No aguanto más. No he esquiado nada pero he hecho ejercicio por un año.
Siempre he dicho que el esquí es un deporte curioso. Su mejor momento es cuando llegas al hotel y te quitas las botas. Es como aquel que se daba martillazos en un dedo porque le daba mucho gusto cuando paraba. A mi me encanta, ¿se nota, verdad? Va en serio, disfruto como un enano viendo la cara de felicidad de Montse y los niños cada vez que venimos a la nieve. Ellos esquían muy bien y lo pasan en grande. Yo soy su sherpa.
Las sensaciones que provoca el esquí, pocas cosas las ofrecen en la vida, salvo la vendimia. Vístete, abrígate que va a hacer frío. Aun no he desayunado y ya estoy sudando. Cuidado que resbalas en el hall. Lucio sujeta tus esquís. Martín le acabas de meter un bastón en el ojo a esa señora. ¿Dónde está el forfait?. No en el otro bolsillo; mierda se ha caído el guante. Papi llévame mis esquís. Ponte el casco, no quiero. Excuse me! Nos hacemos una foto. No, luego. ¿Y la cámara?; en el otro bolsillo, no en el de la chupa. I'm sorry. Papi, llévame a hombros. Pero quién dijo que iba a hacer frío, estoy chorreando. Lucio anda más deprisa; me aprietan las botas. Diego le has dado con la tabla al niño pelirrojo. Ya tengo agujetas y no he llegado a las pistas. ¿Tienen un profe para el peque?: no; pues me cago en su madre. Vamos Lucio, te enseñaré yo; pero si yo no quiero esquiar; pues esquías por mis huevos, sube al telecabina. Le importa sacar su bastón de mi orificio nasal, thanks a lot. Papi quítame las botas. No tengo más manos. Ring ring ring, suena el teléfono: ¿Qué tal chicos? fenomenal, calculo que en un par de horas estaremos esquiando. Papi, tengo hambre; one hot dog, please. Sí con ketchup, please. Empieza a nevar. Tengo ketchup en los guantes, la cámara, los esquís, el forfait. ¡Qué calor! ¿Te has echado crema? No, pero bastará con el ketchup. Apriétate las botas. Ya me aprietan bastante... Me voy al hotel. No aguanto más. No he esquiado nada pero he hecho ejercicio por un año.
Siempre he dicho que el esquí es un deporte curioso. Su mejor momento es cuando llegas al hotel y te quitas las botas. Es como aquel que se daba martillazos en un dedo porque le daba mucho gusto cuando paraba. A mi me encanta, ¿se nota, verdad? Va en serio, disfruto como un enano viendo la cara de felicidad de Montse y los niños cada vez que venimos a la nieve. Ellos esquían muy bien y lo pasan en grande. Yo soy su sherpa.
martes, 21 de diciembre de 2010
LA MALA EDUCACIÓN
Los tópicos se cumplen, casi todos. Que en este país hay mucho mal educado es una verdad como un templo, aunque nunca me ha gustado caer en generalizaciones. Los profes del cole se sorprendieron el primer día porque Diego y Simón, al entrar en clase, dejaban pasar antes a las chicas y nos comentaron: "cómo se nota que son europeos". Ellos también vinieron escandalizados a casa comentando que un compañero había discutido con la profesora y en medio de la clase se había bajado los pantalones haciéndole un "calvo". Ahora que llevamos bastante tiempo vamos comprobando que es verdad, tienen un problema con la educación de sus hijos.
Nuestra casa es un centro de acogida. Como vivimos junto al cole, somos una "lovely family" y no sabemos decir que no, cada día hay varios chavales de visita. Varios vienen a comer, otros se quedan a dormir y alguno nos ha pedido venirse con nosotros de vacaciones o incluso venirse a vivir a España, a nuestra casa. Son muy salados y majetes, pero no han recibido una muy buena educación. Varios tienen situaciones familiares peculiares con mix de padres, padrastros, hermanos, hermanastros y cierto desarraigo que les hace más vulnerables, pero otros son simplemente jetas. Además de vaciarnos la nevera, varios me han pedido dinero prestado alguna vez, pero nunca lo han devuelto; hubo uno que nos robó un ipod y lo devolvió porque le pilló su hermana (de hecho mi ipod sigue ahora perdido y me temo lo peor). El colmo de los colmos ocurrió ayer, cuando estaba escribiendo en mi mirador, se abre la puerta de la habitación, entra uno de estos encantadores kids, se tira un sonoro pedo y sale corriendo entre carcajadas. Sólo espero que los chicos no aprendan demasiado. Bueno a Diego y a Martín los doy por perdidos, ahora me preocupa Lucio, que adora a toda esta panda de mequetrefes... ¡Herodes!
Nuestra casa es un centro de acogida. Como vivimos junto al cole, somos una "lovely family" y no sabemos decir que no, cada día hay varios chavales de visita. Varios vienen a comer, otros se quedan a dormir y alguno nos ha pedido venirse con nosotros de vacaciones o incluso venirse a vivir a España, a nuestra casa. Son muy salados y majetes, pero no han recibido una muy buena educación. Varios tienen situaciones familiares peculiares con mix de padres, padrastros, hermanos, hermanastros y cierto desarraigo que les hace más vulnerables, pero otros son simplemente jetas. Además de vaciarnos la nevera, varios me han pedido dinero prestado alguna vez, pero nunca lo han devuelto; hubo uno que nos robó un ipod y lo devolvió porque le pilló su hermana (de hecho mi ipod sigue ahora perdido y me temo lo peor). El colmo de los colmos ocurrió ayer, cuando estaba escribiendo en mi mirador, se abre la puerta de la habitación, entra uno de estos encantadores kids, se tira un sonoro pedo y sale corriendo entre carcajadas. Sólo espero que los chicos no aprendan demasiado. Bueno a Diego y a Martín los doy por perdidos, ahora me preocupa Lucio, que adora a toda esta panda de mequetrefes... ¡Herodes!
lunes, 20 de diciembre de 2010
MOTES Y TOMATES
Uno ha tenido muchos motes en su vida. El más reciente me lo puso la hermana mayor del hermano menor de Montse, no me acuerdo de su nombre, que me puso el de "Chanquete" cuando me dejé esa barba que me hacía tan interesante. Pero antes ya había tenido otros muchos. Algunos los conozco porque me los han dicho a la cara o los he escuchado casualmente, pero otros no me han llegado y por tanto no os voy a hablar de ellos. Si alguien de vosotros sabéis alguno, podemos llegar a un acuerdo amistoso, tú me lo cuentas en secreto y yo te digo como te llamamos a tí.
Ya os conté que en la mili me llamaban "gafitas". Los periodistas del Mundial de motos me bautizaron como "El triste", porque trabajaba demasiado y no me apuntaba a sus frecuentes juergas. Los corredores del equipo de mountain bike fueron algo más crueles con los de "Don Pin-Pon". Tampoco estuvo mal el de "Pastor"; me lo puso el Secretario General de la Federación de Motociclismo cuando entré de Jefe de Prensa: "En tu vida podrás hacer lo que quieras, pero a la Federación no puedes venir vestido de pastor ni hacer fiestas aquí". Lo de las fiestas, aun no he conseguido descifrarlo, pero lo de "Pastor" lo acepto con honor. Primero porque uno de los tíos más geniales que he conocido es Alejandro, el pastor de Santamera, y para mi es todo un orgullo parecerme a él, pero sobre todo porque es verdad. Nunca he sido muy cuidadoso con mi indumentaria, lo polos están roídos, los jerseys los compro ya dados de sí y mis calzoncillos y calcetines son absolutamente felices por su inusitada longevidad. A San Francisco, encima, hemos traído muy poca ropa, pero aun así han conseguido venirse algunos viejos amigos. Unos calzones que compré con mi primer sueldo, murieron ayer; la goma se había descompuesto y estuvieron durante todo el día tocándome las pelotas... Literalmente. Ibamos de compras, lo que se lleva en esta época, y cada dos pasos tenía que hacer el obsceno gesto de meterme las manos dentro del pantalón para recolocar el envoltorio del paquete. Así que al llegar a casa y aprovechando los gustos de este país, los mandé al corredor de la muerte.
Pero no acaba ahí la cosa, hoy hemos ido a alquilar las botas y los esquís porque mañana nos vamos a Squaw Valley. No podéis imaginar como se le han abierto los ojos al chino que nos atendía en el alquiler cuando me ha pedido que me descalzara para medirme el pie y ha aparecido mi querido y viejo calceto con un tomate del tamaño de un kiwi, no sé si vertical u horizontal, pero muy grande. Lo peor ha sido mi reacción para intentar salir del paso: "Ouh! I'm sorry. What a big tomato!"
Ya os conté que en la mili me llamaban "gafitas". Los periodistas del Mundial de motos me bautizaron como "El triste", porque trabajaba demasiado y no me apuntaba a sus frecuentes juergas. Los corredores del equipo de mountain bike fueron algo más crueles con los de "Don Pin-Pon". Tampoco estuvo mal el de "Pastor"; me lo puso el Secretario General de la Federación de Motociclismo cuando entré de Jefe de Prensa: "En tu vida podrás hacer lo que quieras, pero a la Federación no puedes venir vestido de pastor ni hacer fiestas aquí". Lo de las fiestas, aun no he conseguido descifrarlo, pero lo de "Pastor" lo acepto con honor. Primero porque uno de los tíos más geniales que he conocido es Alejandro, el pastor de Santamera, y para mi es todo un orgullo parecerme a él, pero sobre todo porque es verdad. Nunca he sido muy cuidadoso con mi indumentaria, lo polos están roídos, los jerseys los compro ya dados de sí y mis calzoncillos y calcetines son absolutamente felices por su inusitada longevidad. A San Francisco, encima, hemos traído muy poca ropa, pero aun así han conseguido venirse algunos viejos amigos. Unos calzones que compré con mi primer sueldo, murieron ayer; la goma se había descompuesto y estuvieron durante todo el día tocándome las pelotas... Literalmente. Ibamos de compras, lo que se lleva en esta época, y cada dos pasos tenía que hacer el obsceno gesto de meterme las manos dentro del pantalón para recolocar el envoltorio del paquete. Así que al llegar a casa y aprovechando los gustos de este país, los mandé al corredor de la muerte.
Pero no acaba ahí la cosa, hoy hemos ido a alquilar las botas y los esquís porque mañana nos vamos a Squaw Valley. No podéis imaginar como se le han abierto los ojos al chino que nos atendía en el alquiler cuando me ha pedido que me descalzara para medirme el pie y ha aparecido mi querido y viejo calceto con un tomate del tamaño de un kiwi, no sé si vertical u horizontal, pero muy grande. Lo peor ha sido mi reacción para intentar salir del paso: "Ouh! I'm sorry. What a big tomato!"
domingo, 19 de diciembre de 2010
LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS
Qué difícil es estar al día, es imposible. Cada noche se tiene que ir uno a la cama con la sensación de haber dejado cosas por hacer. En la agenda del trabajo nunca conseguí llegar al 50 % de las misiones que me encomendaba para cada día. Es chungo lo de organizarse el tiempo. Mi amigo y excompañero en Last Lap, Maikel, me enseñó un truco: "cualquier cosa que te lleve menos de dos minutos, hay que hacerla de inmediato y reducirás enormemente la lista", No está mal el consejo, aunque tiene una parte diabólica. Lo bueno es que es verdad que te quitas muchas cosas de encima que a veces retrasabas tontamente apuntándolas en una lista y dejándolas para luego; lo malo es que todo lo que ocupa más tiempo que esos dos minutos, pasa a un segundo plano y sufre enormes retrasos.
Otro dilema de difícil solución es si empezar a contestar los mails por el más antiguo de los recibidos o por el más reciente. Lo más lógico es hacerlo por el primero que recibiste, pero a menudo metes la pata contestando a algo que ya ha quedado resuelto en los siguientes mails, así que desde hace tiempo empiezo de arriba a abajo, con lo cual el último que me ha escrito piensa que soy muy eficiente y el primero que lo hizo, que soy un impresentable. Entre nosotros, tiene razón este último o sea el primero que escribió, que es el último que sale en esta frase...No sé si me explico.
Un problema similar se me presenta con el periódico. El San Francisco Chronicle, al que estamos suscritos, es un tocho considerable con varios suplementos cada día y nunca soy capaz de terminarlo; lo voy guardando para el día siguiente y a veces se amontonan varios ejemplares. Cada día la misma duda, cuál leo antes, el de hoy o el de anteayer...Así que todavía nunca he leído ningún periódico en su día. De hecho ahora estaba leyendo un apasionante estudio en el Chronicle del domingo pasado sobre el autismo, resulta que se duplica el número de casos en familias que viven junto a una autopista. Os iba a hacer el chiste fácil, pero ha perdido mi equipo y no tengo el coño pa ruidos.
Otro dilema de difícil solución es si empezar a contestar los mails por el más antiguo de los recibidos o por el más reciente. Lo más lógico es hacerlo por el primero que recibiste, pero a menudo metes la pata contestando a algo que ya ha quedado resuelto en los siguientes mails, así que desde hace tiempo empiezo de arriba a abajo, con lo cual el último que me ha escrito piensa que soy muy eficiente y el primero que lo hizo, que soy un impresentable. Entre nosotros, tiene razón este último o sea el primero que escribió, que es el último que sale en esta frase...No sé si me explico.
Un problema similar se me presenta con el periódico. El San Francisco Chronicle, al que estamos suscritos, es un tocho considerable con varios suplementos cada día y nunca soy capaz de terminarlo; lo voy guardando para el día siguiente y a veces se amontonan varios ejemplares. Cada día la misma duda, cuál leo antes, el de hoy o el de anteayer...Así que todavía nunca he leído ningún periódico en su día. De hecho ahora estaba leyendo un apasionante estudio en el Chronicle del domingo pasado sobre el autismo, resulta que se duplica el número de casos en familias que viven junto a una autopista. Os iba a hacer el chiste fácil, pero ha perdido mi equipo y no tengo el coño pa ruidos.
sábado, 18 de diciembre de 2010
APARICIONES
Hoy, después de cuatro meses, ha aparecido el móvil que perdí la primera semana.
No se si ponerme contenta o triste. Contenta por haberlo recuperado y no tener esa sensación de inútil perdida que se me queda cada vez que pierdo algo y con la incertidumbre de dónde narices habrá ido a parar, o quién lo estará utilizando. Triste porque he pasado cuatro meses de tranquilidad sin tener que estar pendiente de si suena, si lo oigo o no, contestar llamadas, mensajes... y sobre todo por no tener que estar pendiente de no perderlo.
Evidentemente no lo había perdido en la calle, es imposible que hubiera aparecido después de tanto tiempo. Lo había perdido en casa.
Las cosas que se pierden en casa son mucho mas difíciles de recuperar. Se camuflan entre los miles de trastos que tenemos y cuando los buscamos pasamos a su lado y no los vemos. Al final siempre aparecen de la misma forma, cuando no las buscamos, de casualidad, por arte de magia. O en este caso cuando me puse a hacer las maletas para irnos a esquiar y decidí ordenar un poco el armario que estaba espantoso.
El caso es que Martín me dijo que hay una aplicación del ipad que marcando el número te dice donde está el teléfono a través de un mapa. Probamos y decía que estaba aquí. No le hicimos ni caso, suponiendo que señalaba el último sitio donde se había utilizado. Pero tenía razón.
La mejor aparición que me ha ocurrido fue una vez que al empezar el invierno me encontré en el bolsillo de un abrigo 100 euros, que alegría como si me hubiera tocado un pellizco en la primitiva.
Os adelanto que ahora ha sido Diego el que ha perdido su ipod.
No se si ponerme contenta o triste. Contenta por haberlo recuperado y no tener esa sensación de inútil perdida que se me queda cada vez que pierdo algo y con la incertidumbre de dónde narices habrá ido a parar, o quién lo estará utilizando. Triste porque he pasado cuatro meses de tranquilidad sin tener que estar pendiente de si suena, si lo oigo o no, contestar llamadas, mensajes... y sobre todo por no tener que estar pendiente de no perderlo.
Evidentemente no lo había perdido en la calle, es imposible que hubiera aparecido después de tanto tiempo. Lo había perdido en casa.
Las cosas que se pierden en casa son mucho mas difíciles de recuperar. Se camuflan entre los miles de trastos que tenemos y cuando los buscamos pasamos a su lado y no los vemos. Al final siempre aparecen de la misma forma, cuando no las buscamos, de casualidad, por arte de magia. O en este caso cuando me puse a hacer las maletas para irnos a esquiar y decidí ordenar un poco el armario que estaba espantoso.
El caso es que Martín me dijo que hay una aplicación del ipad que marcando el número te dice donde está el teléfono a través de un mapa. Probamos y decía que estaba aquí. No le hicimos ni caso, suponiendo que señalaba el último sitio donde se había utilizado. Pero tenía razón.
La mejor aparición que me ha ocurrido fue una vez que al empezar el invierno me encontré en el bolsillo de un abrigo 100 euros, que alegría como si me hubiera tocado un pellizco en la primitiva.
Os adelanto que ahora ha sido Diego el que ha perdido su ipod.
viernes, 17 de diciembre de 2010
LOS VIERNES Y LAS GAFAS
Darío, el mejor amigo de los niños en Santamera, llegó un día a casa con gafas. Todos nos sorprendimos porque nunca le habíamos visto así y le preguntamos: "Darío ¿desde cuándo llevas gafas?" Él nos sacó de dudas con una contundente respuesta: "Desde un viernes". Entrañable. Pero qué jodido es ver mal. A Lucio le han mandado un test de visión en el colegio; se lo tenemos que hacer en casa con un papelito lleno de letras "E" que miran hacia los cuatro puntos cardinales. Ni de coña. Si no hay forma de entender las instrucciones: el niño tiene que estar a diez pies, pero no dice si mios o suyos y no es lo mismo un 44 que un 22; después hay que taparle un ojo con un parche de tres pulgadas... No me da la gana, el niño tiene una vista de lince, distingue a Spiderman de Superman a centenares de metros, pies, pulgadas o dioptrías, y su padre ya ha tenido bastante con el tema.
Todo el cole aguantando lo de "¿por qué guiñas los ojos, no ves bien?" y después en la mili lo de "tú gafitas, cambia el paso"... Veía menos que una polla atada a un trapo, así que decidí operarme de la vista. Lo mejor que he hecho en mi vida. No recuerdo si fue un viernes, pero recuerdo que a continuación me fui a comer con Manel Costa, de Nike. Y lo que más me jode es que mis genes llevaban incluidas las dioptrías y el pobre Martín en pequeña medida y Dieguillo, en sobredosis, lo han heredado. Ya podían haber salido a su madre o haber heredado mi sobrenatural inteligencia. Así que Lucio, ni locos, ni test ni nada, si no ve bien, que pinte abstracto, como su abuelo, su madre y su tío.
Todo el cole aguantando lo de "¿por qué guiñas los ojos, no ves bien?" y después en la mili lo de "tú gafitas, cambia el paso"... Veía menos que una polla atada a un trapo, así que decidí operarme de la vista. Lo mejor que he hecho en mi vida. No recuerdo si fue un viernes, pero recuerdo que a continuación me fui a comer con Manel Costa, de Nike. Y lo que más me jode es que mis genes llevaban incluidas las dioptrías y el pobre Martín en pequeña medida y Dieguillo, en sobredosis, lo han heredado. Ya podían haber salido a su madre o haber heredado mi sobrenatural inteligencia. Así que Lucio, ni locos, ni test ni nada, si no ve bien, que pinte abstracto, como su abuelo, su madre y su tío.
jueves, 16 de diciembre de 2010
DARWIN Y EL MÓVIL
Igualito que en España, cada vez que alguien se salta un stop, da un frenazo inesperado o va ralentizando el tráfico, se trata de un móvil al volante. Habíais pensado que iba a decir que era una mujer, pero eso es un tópico machista y ni por asomo se me hubiera ocurrido. Hay que reconocerlo, cuando conducimos y hablamos por el móvil, es el teléfono el que gobierna el coche y el volante el que habla por el móvil. Es así, el ser humano no está diseñado para mascar chicle y andar a la vez y cuando lo hace, se produce un inexplicable cortocircuito cerebral que mezcla ambas funciones: andas dando saltitos y masticas a zancadas.
Mi amigo Rubén trabaja en el desarrollo de la inteligencia artificial, que no alcanzo bien a saber qué es, pero imagino que trata de encontrar una buena concordancia entre el chewing gum y el caminar. Lo que está claro es que todos los que trabajan en eso que llaman I + D + I están obsesionados con estos temas y tratan de resolverlos para que los demás seamos enormemente felices. Imaginad que maravilla, poder escuchar lo que dice tu mujer a la vez que escribes un mail o saber pelar una patata mientras cantas una de esas repugnantes canciones que nos habéis recomendado en vuestros comentarios. Me consta que buena parte de esos sabiondos están aquí, en San Francisco, en lo que llaman el Silicon Valley (de verdad que no tiene nada que ver con las tetas) y que están trabajando en el ser humano del futuro. Lo están diseñando. Siguen las instrucciones que les dejó su jefe, un tal Darwin, y han llegado a varias conclusiones: el hombre del futuro tendrá un dedo pulgar con varias bifurcaciones y rapidísimas articulaciones con movimientos de 360º, capaces de escribir sms en menos tiempo de lo que se tarda en leerlos. También tendrá un hombro mucho más alto que el otro para poder sujetar el teléfono contra la oreja. Tendrá una mano doble para sujetar el mando a distancia y ahora están debatiendo si debe tener también una doble boca. La primera sería para comer, hablar y besar, mientras que la segunda sería exclusivamente para sujetar el ticket del parking y evitar esa situación tan ridícula de bajar veintisiete plantas con el papelito en la boca y diciéndole a tu esposa cada veinte metros aquello de "ne, ese ne es un sito, es ua plza de miusvaidos"...La de divorcios que pueden evitar si lo consiguen.
Claro que a la Lewinsky le crearían una enorme duda existencial, ¿cuál de las dos bocas utilizar?
Mi amigo Rubén trabaja en el desarrollo de la inteligencia artificial, que no alcanzo bien a saber qué es, pero imagino que trata de encontrar una buena concordancia entre el chewing gum y el caminar. Lo que está claro es que todos los que trabajan en eso que llaman I + D + I están obsesionados con estos temas y tratan de resolverlos para que los demás seamos enormemente felices. Imaginad que maravilla, poder escuchar lo que dice tu mujer a la vez que escribes un mail o saber pelar una patata mientras cantas una de esas repugnantes canciones que nos habéis recomendado en vuestros comentarios. Me consta que buena parte de esos sabiondos están aquí, en San Francisco, en lo que llaman el Silicon Valley (de verdad que no tiene nada que ver con las tetas) y que están trabajando en el ser humano del futuro. Lo están diseñando. Siguen las instrucciones que les dejó su jefe, un tal Darwin, y han llegado a varias conclusiones: el hombre del futuro tendrá un dedo pulgar con varias bifurcaciones y rapidísimas articulaciones con movimientos de 360º, capaces de escribir sms en menos tiempo de lo que se tarda en leerlos. También tendrá un hombro mucho más alto que el otro para poder sujetar el teléfono contra la oreja. Tendrá una mano doble para sujetar el mando a distancia y ahora están debatiendo si debe tener también una doble boca. La primera sería para comer, hablar y besar, mientras que la segunda sería exclusivamente para sujetar el ticket del parking y evitar esa situación tan ridícula de bajar veintisiete plantas con el papelito en la boca y diciéndole a tu esposa cada veinte metros aquello de "ne, ese ne es un sito, es ua plza de miusvaidos"...La de divorcios que pueden evitar si lo consiguen.
Claro que a la Lewinsky le crearían una enorme duda existencial, ¿cuál de las dos bocas utilizar?
miércoles, 15 de diciembre de 2010
POR LA BOCA MUERE EL PEZ
Ya pensáis que os voy a hablar otra vez de música y de mi buen amigo Fito, pues no. Os vengo a contar la última pregunta envenenada de Martín: "Papá, los peces cuando tienen sed, ¿beben aire?" Me la hizo en el Aquarium de Monterey mientras yo, tan graciosín como siempre, trataba de explicarle como era una conversación de besugos. Mira que hay besugos en el mundo; la mayoría están fuera del agua, pero dentro también hay unos cuantos. Un besugo habla abriendo la boca como un 0 (cero), no como una O (o), es decir en forma de kiwi en posición vertical. Si pusieses el kiwi en posición horizontal no serías un besugo sino un rape, ¡merluzo!
Ahora ya puedes poner la cara normal, que se te va a meter una mosca en la boca y lo chungo es que detrás de la mosca suele venir el anzuelo y si muerdes puedes tener problemas con el MSC. Aquí quería yo llegar: ¿Que es el MSC? Pues está claro, es una especie de ONG dedicada a la protección del ecosistema marino. El Marine Stewardship Council (debe ser el nombre de su fundador) edita una pequeña guía, que tengo en mis manos, con consejos para el "peznivoro". Llevo varios días intentando aprendérmela para ir al mercado a comprar algo de pescado, que la nevera está vacía. Es sencillo, si quieres Langosta debe ser americana, bajo ningún concepto brasileña; si prefieres salmón, tiene que ser de Alaska o del norte del Cape Falcon, nunca jamás del sur de Cape Falcon, faltaría más; y si te decantas por las gambas, hay que evitar las importadas y elegir americanas y a ser posible Pink de Oregon. Como decía Gila, "me da igual de dónde sean, si yo no voy a hablar con ellas".
A veces los ecologistas se pasan de la raya (la linea, no el pez) o se explican mal. Aunque en este caso me parece que lo que se protege no es el eco-sistema marino sino la eco-nomía americana. Menudo proteccionismo. Total, que me voy al Costco a ver si encuentro gambón de Garrucha y reflexiono sobre la preguntita de Martín, que en vez de contestarla me he ido por los cerros de Wisconsin.
Ahora ya puedes poner la cara normal, que se te va a meter una mosca en la boca y lo chungo es que detrás de la mosca suele venir el anzuelo y si muerdes puedes tener problemas con el MSC. Aquí quería yo llegar: ¿Que es el MSC? Pues está claro, es una especie de ONG dedicada a la protección del ecosistema marino. El Marine Stewardship Council (debe ser el nombre de su fundador) edita una pequeña guía, que tengo en mis manos, con consejos para el "peznivoro". Llevo varios días intentando aprendérmela para ir al mercado a comprar algo de pescado, que la nevera está vacía. Es sencillo, si quieres Langosta debe ser americana, bajo ningún concepto brasileña; si prefieres salmón, tiene que ser de Alaska o del norte del Cape Falcon, nunca jamás del sur de Cape Falcon, faltaría más; y si te decantas por las gambas, hay que evitar las importadas y elegir americanas y a ser posible Pink de Oregon. Como decía Gila, "me da igual de dónde sean, si yo no voy a hablar con ellas".
A veces los ecologistas se pasan de la raya (la linea, no el pez) o se explican mal. Aunque en este caso me parece que lo que se protege no es el eco-sistema marino sino la eco-nomía americana. Menudo proteccionismo. Total, que me voy al Costco a ver si encuentro gambón de Garrucha y reflexiono sobre la preguntita de Martín, que en vez de contestarla me he ido por los cerros de Wisconsin.
martes, 14 de diciembre de 2010
LOU REED Y LA CEBOLLA
Desde hace bastantes años tengo un peso en la conciencia que a duras penas me deja dormir. No hay nada más triste que unos padres empeñados en la educación de su hijo y que este se rebele, rechaze lo aprendido y escoja el camino opuesto. Eso lo hice yo. Mis pobres padres me inculcaron una educación en la que la cebolla y el ajo eran elementos deleznables de los que había que prescindir en la alimentación y cuyo simple olor era motivo para huir de cualquier restaurante, ciudad o incluso país. Pero yo elegí la senda equivocada, desoí los consejos y me adentré en el peligroso mundo del garlic y la onion, y aquí estoy, totalmente enganchado y, posiblemente, condenado.
Os cuento esto porque es la terapia que estoy utilizando para calmar mi ira ante ciertos comentarios rebeldes de mis hijos teenagers. Vale que sea su banco, su cocinero, su chofer y su chacha, pero me irrita que traten de darme clases de música, de escucharla no de tocarla. Su colega "Chesco" les ha contagiado el gusto por un rap facilón y comercialote cantado por pseudo Eminems y pedorras de turno de esas que abundan en este país. Hasta ahí bien, soy tolerante y lo sufro en silencio, como el anuncio de las hemorroides. A un hijo, menos que sea facha o madridista, se le puede permitir todo y por su bienestar sería capaz hasta de acompañarles a un concierto de Enrique Iglesias. Bueno no, creo que me estoy pasando, por eso tampoco pasaría. Pero lo que me repatéa es que ese respeto no es mutuo y cuando yo sintonizo en el coche "103.7 The Band", una maravillosa emisora de classic rock, siempre salta uno: "¡Quita esa mierda!". Los primeros días trataba de explicarles quien es Eric Clapton o Police o Pink Floyd o Bob Dylan o David Bowie o Lou Reed, pero ya he desistido. Ahora según dicen que lo apague subo el volumen y canto "Take a walk on the wild side..." mientras pienso: "vale, Lou Reed es como la cebolla".
Eso sí, cuando voy solo no sabéis lo que disfruto con mi emisora. Ya he cruzado el Golden Gate con "Wish you were here" y el Bay Bridge con "Hotel California"; pongo la música a tope y canto a gritos hasta oír mi voz... Para grabarlo.
Os cuento esto porque es la terapia que estoy utilizando para calmar mi ira ante ciertos comentarios rebeldes de mis hijos teenagers. Vale que sea su banco, su cocinero, su chofer y su chacha, pero me irrita que traten de darme clases de música, de escucharla no de tocarla. Su colega "Chesco" les ha contagiado el gusto por un rap facilón y comercialote cantado por pseudo Eminems y pedorras de turno de esas que abundan en este país. Hasta ahí bien, soy tolerante y lo sufro en silencio, como el anuncio de las hemorroides. A un hijo, menos que sea facha o madridista, se le puede permitir todo y por su bienestar sería capaz hasta de acompañarles a un concierto de Enrique Iglesias. Bueno no, creo que me estoy pasando, por eso tampoco pasaría. Pero lo que me repatéa es que ese respeto no es mutuo y cuando yo sintonizo en el coche "103.7 The Band", una maravillosa emisora de classic rock, siempre salta uno: "¡Quita esa mierda!". Los primeros días trataba de explicarles quien es Eric Clapton o Police o Pink Floyd o Bob Dylan o David Bowie o Lou Reed, pero ya he desistido. Ahora según dicen que lo apague subo el volumen y canto "Take a walk on the wild side..." mientras pienso: "vale, Lou Reed es como la cebolla".
Eso sí, cuando voy solo no sabéis lo que disfruto con mi emisora. Ya he cruzado el Golden Gate con "Wish you were here" y el Bay Bridge con "Hotel California"; pongo la música a tope y canto a gritos hasta oír mi voz... Para grabarlo.
lunes, 13 de diciembre de 2010
SE ME CRUZAN LOS CABLES
Los domingos por la tarde son tristes. Si ha perdido tu equipo, mucho más. Lo mejor es llenarlos con algo para evitar caer en la más absoluta y melancólica vaguería. Puedes ir al Carrefour a hacer la compra o al Safeway si estás en SF; o al Vips a hacer merienda cena o al Johny Rockets si estás en SF. Pero sin duda lo más productivo y reconstituyente para el ánimo, es un buen zafarrancho. Comes por ahí, llegas a casita, das tres gritos y pones firme a toda la familia a recoger y ordenar toda la casa, que ¡manda huevos como está todo!
¿Qué leches hace el dominó tirado en el salón, mezclado con las chapas y los corchos del vino?, ¿Por qué narices hay piezas de Lego pringadas de miel y revueltas con mondas de lápices en la encimera de la cocina?, ¿Quién ha estado haciendo surf en el pasillo con la tabla de bodyboard y el rastrillo de la playa de remo?, ¿Por qué coleccionamos cajas de juguetes, ramas de árbol y piedras del parque?...Pero ¿cuántas zapatillas tenéis cada uno y por qué cojons (en catalán suena más fino) no las metéis en vuestro armario?
Y nosotros eramos los que ibamos a sobrevivir un año sólo con los imprescindible. ¡Qué cantidad de mierda tenemos ya!, no quiero imaginarme el Garage Sale cuando nos vayamos, vamos a necesitar toda la acera y tendremos que hacer ofertas: "Con el sofá se lleva usted, una espumadera, un transformer guay, dos canicas, tres chapas, un dibujo de Lucio, las instrucciones de montaje de un Bakugan y el cargador del móvil que perdió Montse". Tiemblo de pensar cómo vamos a bajar todo a la calle. A ver si viene alguien a echarnos un cable o a ver si conseguimos que se marche de casa el tío Diógenes este que no hace más que almacenar porquería.
He tomado medidas drásticas. Los palos a la chimenea, las instrucciones a la basura (¿por qué coño todos guardamos durante años las instrucciones de todos los aparatos si nunca jamás las consultamos?) y los "jacintos" a decorar, pero en la estantería más alta y lejana que haya. Yo creo que el hombre, y la mujer claro, podría vivir sin "jacintos", pero no lo hace por no disgustar a hijos, suegras y cuñados. Imaginad una vida sin el gnomo de la estantería, sin las conchitas del lavabo, sin el pastillero de plata, sin la figura de plastilina, sin el marco oxidado... Todo sería mucho más fácil. Los domingos los dedicariamos al fútbol y como mucho a ordenar los cargadores, el de la PSP, el del móvil, el del ordenador, el del otro móvil, el del ipod, el de la máquina de afeitar, el de no sé qué, el adaptador, el otro, el de la DS, el de la cámara, el del ipad, el del lavaplatos...Sólo tengo claro que el siguiente gran invento de la humanidad será la electricidad sin cables, wireless. Perdonad, una vez más se me han cruzado los cables... como a Wikileaks.
¿Qué leches hace el dominó tirado en el salón, mezclado con las chapas y los corchos del vino?, ¿Por qué narices hay piezas de Lego pringadas de miel y revueltas con mondas de lápices en la encimera de la cocina?, ¿Quién ha estado haciendo surf en el pasillo con la tabla de bodyboard y el rastrillo de la playa de remo?, ¿Por qué coleccionamos cajas de juguetes, ramas de árbol y piedras del parque?...Pero ¿cuántas zapatillas tenéis cada uno y por qué cojons (en catalán suena más fino) no las metéis en vuestro armario?
Y nosotros eramos los que ibamos a sobrevivir un año sólo con los imprescindible. ¡Qué cantidad de mierda tenemos ya!, no quiero imaginarme el Garage Sale cuando nos vayamos, vamos a necesitar toda la acera y tendremos que hacer ofertas: "Con el sofá se lleva usted, una espumadera, un transformer guay, dos canicas, tres chapas, un dibujo de Lucio, las instrucciones de montaje de un Bakugan y el cargador del móvil que perdió Montse". Tiemblo de pensar cómo vamos a bajar todo a la calle. A ver si viene alguien a echarnos un cable o a ver si conseguimos que se marche de casa el tío Diógenes este que no hace más que almacenar porquería.
He tomado medidas drásticas. Los palos a la chimenea, las instrucciones a la basura (¿por qué coño todos guardamos durante años las instrucciones de todos los aparatos si nunca jamás las consultamos?) y los "jacintos" a decorar, pero en la estantería más alta y lejana que haya. Yo creo que el hombre, y la mujer claro, podría vivir sin "jacintos", pero no lo hace por no disgustar a hijos, suegras y cuñados. Imaginad una vida sin el gnomo de la estantería, sin las conchitas del lavabo, sin el pastillero de plata, sin la figura de plastilina, sin el marco oxidado... Todo sería mucho más fácil. Los domingos los dedicariamos al fútbol y como mucho a ordenar los cargadores, el de la PSP, el del móvil, el del ordenador, el del otro móvil, el del ipod, el de la máquina de afeitar, el de no sé qué, el adaptador, el otro, el de la DS, el de la cámara, el del ipad, el del lavaplatos...Sólo tengo claro que el siguiente gran invento de la humanidad será la electricidad sin cables, wireless. Perdonad, una vez más se me han cruzado los cables... como a Wikileaks.
domingo, 12 de diciembre de 2010
CREATIVIDAD
Llevo desde los dieciocho años metida en el mundo del arte. Con esa edad empecé mis estudios en la facultad de Bellas Artes. Antes ya había demostrado tener cierta facilidad para dibujar, más que por hacerlo bien por añadir detalles y colores a mis dibujos, poco habituales en una niña. Mi abuela materna, Matilde, era una gran aficionada a la pintura y recuerdo haber ido con ella al museo del Prado, donde me llevaba a ver sus cuadros favoritos. Más tarde, cuando tenía unos diez años llamaron del colegio a mis padres para comentar un test psicológico, que no parecía cumplir las espectativas de la psicóloga de turno. Mis padres muy alarmados decidieron llevarme a un psicólogo amigo suyo para averiguar qué pasaba. Todavía recuerdo aquel día. Para que yo no sospechara nada, mis dos hermanas y yo fuimos a casa de este amigo a comer y nos hizo hacer algunos dibujos, mientras nos hacía algunas preguntas. Nos estaba haciendo un test, sin que nos diéramos cuenta. El resultado de éste fue muy claro. Yo lo llamo el síndrome de el hermano de enmedio. Ni es el mayor, ni es el pequeño, no encuentra su lugar, se siente invisible entre los demás.....esto unido a una gran sensibilidad y una gran dificultad para expresar sus sentimientos a los demás. El psicólogo aconsejó a mis padres que hiciera algo que me gustara mucho y que mis hermanas no hicieran, para subir mi autoestima, y encontrar algo que me permitiera descargar mis sentimientos. Así que me preguntaron y les pedí ir a pintar a algún sitio, osea que el primer contacto con la pintura fue, como terapia....... Y lo sigue siendo.
Desde entonces tuve claro a que quería dedicar mi vida. Dedicarse a algo así es maravilloso, es una droga, que no puedes dejar, y cuando dejas de hacerlo un tiempo, te sientes mal te corren hormigas por el estómago, te falta algo. Todo esto no quita la parte negativa de este trabajo, subir al estudio cuando no te apetece nada, cosa que hago por autodisciplina, saber cuando un cuadro está terminado, o peor aún terminarlo cuando no sabes por donde seguir, pasar muchas horas sola, hablando contigo mismo, cosa que a veces es insoportable.......a lo mejor por eso soy tan sociable y tengo tanta necesidad de mis amigos. Por no hablar de la inseguridad económica que tiene este trabajo. No tengo un solo amigo que sea capaz de sobrevivir sin hacer además otro trabajo, por muy bien que le vaya.
Desde que llegamos aquí no he pintado ni un solo día. Tal vez por eso, poco a poco se nos han ido ocurriendo algunas actividades creativas para llenar este espacio. Por ejemplo hemos hecho una especie de instalación en la pared del salón con las bolsas de papel del supermercado, las hemos pintado, recortado, transformado de distintas maneras y luego las hemos colgado en la pared.....teníais que ver la cara de los amigos de los niños y algunos padres que han venido a casa.....deben pensar que estamos fatal de la cabeza. En otra pared tenemos colgados un montón de carteles con la misma imagen unos boca arriba otros boca abajo....los cogimos de una exposición. Además hay montones de dibujos de Lucio que al ver que cada uno cuelga lo que le apetece, ha decidido colaborar y no para de dibujar.
Nuestra última experiencia artística ha sido un vídeo que hemos hecho entre todos para felicitar a nuestro amigo Ramón (fiel bloguero). Diego sr escribió el guión y luego hemos participado cada uno en el papel que nos tocaba.......el resultado una astracanada más, pero cómo nos lo hemos pasado.
La verdad que en los últimos días he empezado a sentir otra vez el gusanillo de la pintura, no se si aguantaré los meses que me quedan o tendré que arramplar con las paredes de la casa y empezar a pintar........ya os lo contaré.
Desde entonces tuve claro a que quería dedicar mi vida. Dedicarse a algo así es maravilloso, es una droga, que no puedes dejar, y cuando dejas de hacerlo un tiempo, te sientes mal te corren hormigas por el estómago, te falta algo. Todo esto no quita la parte negativa de este trabajo, subir al estudio cuando no te apetece nada, cosa que hago por autodisciplina, saber cuando un cuadro está terminado, o peor aún terminarlo cuando no sabes por donde seguir, pasar muchas horas sola, hablando contigo mismo, cosa que a veces es insoportable.......a lo mejor por eso soy tan sociable y tengo tanta necesidad de mis amigos. Por no hablar de la inseguridad económica que tiene este trabajo. No tengo un solo amigo que sea capaz de sobrevivir sin hacer además otro trabajo, por muy bien que le vaya.
Desde que llegamos aquí no he pintado ni un solo día. Tal vez por eso, poco a poco se nos han ido ocurriendo algunas actividades creativas para llenar este espacio. Por ejemplo hemos hecho una especie de instalación en la pared del salón con las bolsas de papel del supermercado, las hemos pintado, recortado, transformado de distintas maneras y luego las hemos colgado en la pared.....teníais que ver la cara de los amigos de los niños y algunos padres que han venido a casa.....deben pensar que estamos fatal de la cabeza. En otra pared tenemos colgados un montón de carteles con la misma imagen unos boca arriba otros boca abajo....los cogimos de una exposición. Además hay montones de dibujos de Lucio que al ver que cada uno cuelga lo que le apetece, ha decidido colaborar y no para de dibujar.
Nuestra última experiencia artística ha sido un vídeo que hemos hecho entre todos para felicitar a nuestro amigo Ramón (fiel bloguero). Diego sr escribió el guión y luego hemos participado cada uno en el papel que nos tocaba.......el resultado una astracanada más, pero cómo nos lo hemos pasado.
La verdad que en los últimos días he empezado a sentir otra vez el gusanillo de la pintura, no se si aguantaré los meses que me quedan o tendré que arramplar con las paredes de la casa y empezar a pintar........ya os lo contaré.
sábado, 11 de diciembre de 2010
SANTAMERITA
Me considero un urbanita. Me gustan las ciudades. No me gusta andar por el campo, pero por la ciudad, me chifla. Sin embargo, cuando llega el fin de semana, el cuerpo te pide campo, escaparte, salir a donde sea, norte, sur, este u oeste. No, al oeste no se puede ir, ya empezamos con los problemas de mi querido Océano. Al norte ya fuimos durante un largo fin de semana de escapada a Mendocino; al sur hemos ido en las vacaciones de Thanksgiving y al este vamos a ir en Navidad para esquiar en el lago Tahoe. No nos podemos quejar. Sin embargo lo hacemos. Y es que uno añora poder escaparse un par de días a algún paisaje bucólico, a un pueblecito solitario y tranquilo, a pasear junto al río, a observar los buitres sobrevolando los montes, a oler el humo de las chimeneas, a oir los pajaritos y no hacer nada, por lo menos hasta la hora del partido del Espanyol. He preguntado por aquí y me han dicho que lo más cercano está hacia el este, pasado Sigüenza y poco antes de llegar a Atienza. Ellos se piensan que está en Mexico porque han oído que es la provincia de Guadalajara. ¡Esa tierra es Santamera!, como decía Labordeta.
Mi gran amigo de infancia Alfonso Tertre ha estado allí durante el puente y me ha enviado unas fotos que nos han vuelto a humedecer los ojos. Santamerita, como la llaman los niños, es nuestro paraiso, nuestro retiro, nuestra medicina para curar el cuerpo, la mente y el alma. En esta época es cuando más lo disfrutábamos y cuando más lo echamos en falta: esos paseos interminables, mis escapadas en moto y las comilonas y vinitos con los amigos. No hay nada mejor. Pero voy a ser positivo, nuestro hígado está muy agradecido por haber dejado de ir allí por un tiempo, pero tranquilos, que volveremos para recuperar todo el tiempo perdido y esas botellas que nos lleváis de ventaja. Ya me conocéis.
Mi gran amigo de infancia Alfonso Tertre ha estado allí durante el puente y me ha enviado unas fotos que nos han vuelto a humedecer los ojos. Santamerita, como la llaman los niños, es nuestro paraiso, nuestro retiro, nuestra medicina para curar el cuerpo, la mente y el alma. En esta época es cuando más lo disfrutábamos y cuando más lo echamos en falta: esos paseos interminables, mis escapadas en moto y las comilonas y vinitos con los amigos. No hay nada mejor. Pero voy a ser positivo, nuestro hígado está muy agradecido por haber dejado de ir allí por un tiempo, pero tranquilos, que volveremos para recuperar todo el tiempo perdido y esas botellas que nos lleváis de ventaja. Ya me conocéis.
viernes, 10 de diciembre de 2010
FRISCO DE LOS 70
El otro día, un amigo tímido de Santamera me preguntaba si admitíamos peticiones de los lectores del blog, para escribir sobre algún tema en particular. Pues claro. Me pedía que le contáramos qué queda hoy del San Francisco de los 70.
Así que ahí va eso, Chema.
Esta ciudad fue escenario de la primera batalla por los derechos de los homosexuales. Este colectivo vivía en una zona de la calle Post, hasta que un joven llamado Harvey Milk llega a la ciudad, con su novio, y monta una pequeña tienda de fotografía en la calle Castro. Desde ella empieza a interesarse por los problemas de su colectivo y empieza su carrera política, su lucha no sólo por los derechos de los homosexuales, sino también por los de todas las minorías desprotegidas de la ciudad, negros, pobres..... El barrio de Castro, se convierte en poco tiempo en el centro de reunión de todos estos grupos que poco a poco van llegando de cualquier parte de Estados Unidos y Europa.
Para el que quiera saber más sobre aquellos acontecimientos, que vea la película sobre la vida de Harvey Milk, donde aparecen imágenes reales de las calles de SF en aquel momento.
Hoy, The Castro sigue siendo el barrio gay de la ciudad. Sus calles siguen exactamente igual que entonces e incluso hay algún teatro y café que siguen abiertos.
Es uno de los barrios más divertidos de la ciudad, siempre lleno de gente por las calle, con muchas tiendas, restaurantes etc.
Lo mejor es ver como pasean las parejas de todo tipo por la calle con total normalidad y con el respeto del resto de la gente.
A mi lo que más me llama la atención es la cantidad de parejas femeninas que se ven, seguramente por que en España han sido las últimas en salir del armario, y siguen discriminadas.
Una de las cosas maravillosas que tiene San Francisco, hoy, es la mezcla de gente diferente, conviviendo con absoluto respeto.
Mission es el barrio latino, creo que mi favorito, el más divertido, donde la gente vive en la calle, llena de fruterías, taquerías, librerías, galerías de arte y las mejores panaderías de la ciudad. Además todo cuesta la mitad que en otros barrios, SF es disparatádamente caro.
Por poner un ejemplo, donde vivimos nosotros, por cortar el pelo a los niños me pidieron 68 dólares por cada uno y en Mission pagamos 20. Si pudiera quedarme más tiempo aquí, no dudo de que buscaríamos casa en esta zona, cosa que no hemos hecho por que aquí nadie habla inglés y aprenderlo todos era uno de nuestros objetivos.
Además está China Town, que sigue exactamente igual que hace 30 años. El colectivo de asiáticos es enorme, creo que el más grande, son miles. Los que no son chinos, los coreanos, vietnamitas etc, están en otro barrio, Clement, lleno de restaurantes y tiendas de comestibles extraños. Además los mejores sitios para comprar dim-sum baratísimo y uno de nuestros cafés favoritos, decorado con juguetes antiguos y con unos postres caseros deliciosos.
Muy cerca de donde vivimos está Japan Town, completamente diferente, por el tipo de casas, no hay bullicio por la calle, todo está mas limpio y silencioso pero puedes comer el mejor sushi de la ciudad y tiene un centro comercial muy curioso con todo tipo de objetos japoneses, comida, comics, ropa etc. Este barrio tampoco ha cambiado en muchos años, los primeros japoneses llegaron aquí hace más de un siglo.
Otra zona que está igual es Haigh st, el barrio hippy, entras en él y parece que te has metido en una película de los 70 , melenas, rastas, sí rastas, flores, porros, tiendas de discos, de ropa de segunda o quinta mano....salas de conciertos, cafés, es un poco como la calle Fuencarral de Madrd, la más alternativa. Si quieres salir entre semana y tarde, en Haight, siempre hay marcha.
Cuando paseas por la calle ves en seguida la consecuencia de todo esto, las mezclas raciales, la diversidad de la forma de vida tan distinta entre unos colectivos y otros, desde el ejecutivo encorbatado, el hippy, el afroamericano, el hispano, el asiático........y lo mejor, como ya he dicho, la libertad para elegir y el respeto de todo el mundo.
En cuanto a arquitectura, se conserva muy bién, sigue habiendo miles de casas Victorianas que están protegidas. Si quieres hacer una reforma, tienes que tener licencia que supervisa que respetas la integridad de la casa. Lo que hay de nuevo es más rascacielos, todos agrupados en downtown, con la bahia de fondo y el Bay bridge, una maravilla. Deberíamos aprender en Europa algunas cosas de esta increible ciudad.
Así que ahí va eso, Chema.
Esta ciudad fue escenario de la primera batalla por los derechos de los homosexuales. Este colectivo vivía en una zona de la calle Post, hasta que un joven llamado Harvey Milk llega a la ciudad, con su novio, y monta una pequeña tienda de fotografía en la calle Castro. Desde ella empieza a interesarse por los problemas de su colectivo y empieza su carrera política, su lucha no sólo por los derechos de los homosexuales, sino también por los de todas las minorías desprotegidas de la ciudad, negros, pobres..... El barrio de Castro, se convierte en poco tiempo en el centro de reunión de todos estos grupos que poco a poco van llegando de cualquier parte de Estados Unidos y Europa.
Para el que quiera saber más sobre aquellos acontecimientos, que vea la película sobre la vida de Harvey Milk, donde aparecen imágenes reales de las calles de SF en aquel momento.
Hoy, The Castro sigue siendo el barrio gay de la ciudad. Sus calles siguen exactamente igual que entonces e incluso hay algún teatro y café que siguen abiertos.
Es uno de los barrios más divertidos de la ciudad, siempre lleno de gente por las calle, con muchas tiendas, restaurantes etc.
Lo mejor es ver como pasean las parejas de todo tipo por la calle con total normalidad y con el respeto del resto de la gente.
A mi lo que más me llama la atención es la cantidad de parejas femeninas que se ven, seguramente por que en España han sido las últimas en salir del armario, y siguen discriminadas.
Una de las cosas maravillosas que tiene San Francisco, hoy, es la mezcla de gente diferente, conviviendo con absoluto respeto.
Mission es el barrio latino, creo que mi favorito, el más divertido, donde la gente vive en la calle, llena de fruterías, taquerías, librerías, galerías de arte y las mejores panaderías de la ciudad. Además todo cuesta la mitad que en otros barrios, SF es disparatádamente caro.
Por poner un ejemplo, donde vivimos nosotros, por cortar el pelo a los niños me pidieron 68 dólares por cada uno y en Mission pagamos 20. Si pudiera quedarme más tiempo aquí, no dudo de que buscaríamos casa en esta zona, cosa que no hemos hecho por que aquí nadie habla inglés y aprenderlo todos era uno de nuestros objetivos.
Además está China Town, que sigue exactamente igual que hace 30 años. El colectivo de asiáticos es enorme, creo que el más grande, son miles. Los que no son chinos, los coreanos, vietnamitas etc, están en otro barrio, Clement, lleno de restaurantes y tiendas de comestibles extraños. Además los mejores sitios para comprar dim-sum baratísimo y uno de nuestros cafés favoritos, decorado con juguetes antiguos y con unos postres caseros deliciosos.
Muy cerca de donde vivimos está Japan Town, completamente diferente, por el tipo de casas, no hay bullicio por la calle, todo está mas limpio y silencioso pero puedes comer el mejor sushi de la ciudad y tiene un centro comercial muy curioso con todo tipo de objetos japoneses, comida, comics, ropa etc. Este barrio tampoco ha cambiado en muchos años, los primeros japoneses llegaron aquí hace más de un siglo.
Otra zona que está igual es Haigh st, el barrio hippy, entras en él y parece que te has metido en una película de los 70 , melenas, rastas, sí rastas, flores, porros, tiendas de discos, de ropa de segunda o quinta mano....salas de conciertos, cafés, es un poco como la calle Fuencarral de Madrd, la más alternativa. Si quieres salir entre semana y tarde, en Haight, siempre hay marcha.
Cuando paseas por la calle ves en seguida la consecuencia de todo esto, las mezclas raciales, la diversidad de la forma de vida tan distinta entre unos colectivos y otros, desde el ejecutivo encorbatado, el hippy, el afroamericano, el hispano, el asiático........y lo mejor, como ya he dicho, la libertad para elegir y el respeto de todo el mundo.
En cuanto a arquitectura, se conserva muy bién, sigue habiendo miles de casas Victorianas que están protegidas. Si quieres hacer una reforma, tienes que tener licencia que supervisa que respetas la integridad de la casa. Lo que hay de nuevo es más rascacielos, todos agrupados en downtown, con la bahia de fondo y el Bay bridge, una maravilla. Deberíamos aprender en Europa algunas cosas de esta increible ciudad.
jueves, 9 de diciembre de 2010
¡HE TERMINADOOOOOOOO!
Desde que llegamos a este país, la frase que más veces hemos escuchado es, sin duda, "he is so cute". Bueno lo dicen en un tono más meloso, casi pringoso: "oouuuuh, he is sooooo cuuuute". Están acostumbrados a ver niños muy rubios o de origen asiático o mexicano y cuando se encuentran a Lucio, un "european" moreno, les parece muy mono. Mirándolo con imparcialidad, hay que decir que el chico es salado. Pero muy capullo. Cada vez que yo le bromeo y le digo "ouh, you are so cute", el se gira desafiante y me contesta "and you are so nasty", con el consiguiente cachondeo de sus hermanos y su madre. Será muy mono y muy lindo, pero está aprendiendo demasiado rápido las maldades de sus hermanos mayores y el "repugnante papá" empieza a estar hasta las...
Lo que me pasa es que llevo dos días enclaustrado en casa con él y hace bastante poco ya me pasé una semana entera. Los virus californianos están entrenados por el pentágono o algo así y no hay anticuerpos ni Romilar que los detenga. Os imagináis ¿no? Ya hemos pintado 14 dibujos, desordenado tres habitaciones y construido decenas de naves de Lego. Este año, como no ve la tele, ni películas, ni vídeo-juegos, está mucho más creativo a la hora de jugar. Antes sólo sabía coger un muñeco de Spiderman y aporrear a otro de Ironman, pero ahora da gusto porque le gusta dibujar, construir y crear. Aunque no es fácil trabajar en equipo con él. No sabe delegar, te pide que le ayudes a montar una pieza pero te dice cómo la tienes que montar, te regaña, se enfada, te corrige y termina quitándotela "anda déjame que yo lo hago mejor". Bueno, eso es lo que les pasa a todos los trabajadores y directivos del mundo, no saben delegar. El caso es que mi mente ahora tiene una visión espacial mucho más clara y me manejo con gran destreza entre el inmenso cajón de piezas. Antes el Lego tenía piezas de uno, dos, cuatro y ocho circulitos, pero ahora ha evolucionado tanto que empiezas a necesitar estudios para alguna que otra figura. Me estoy volviendo loco. Para descansar un poco hemos escrito la carta a Papá Noel y os podéis imaginar lo que ha pedido: 8 cajas de Lego.
Después he probado con las labores del hogar, pero tampoco sirve. Según vas barriendo, Lucito va esparciendo la mierda, así que he optado por hacer un barrido experimental, a trocitos, y a otra cosa; probaré a cocinar con él, ya sea como ayudante o como ingrediente. El único momento de relax en todo el día es cuando dice la mágica frase de "Papi, voy a hacer caca", se mete solo en el baño y allí se queda con sus patitas que cuelgan, cantando en inglés las canciones del cole. Qué gusto, tengo unos minutos para mí, me vengo a escribiros esto deprisa y corriendo porque ya ha dicho diez o doce veces lo de "he terminadooooo" y después se seca el tema y no hay quien lo limpie.
Lo que me pasa es que llevo dos días enclaustrado en casa con él y hace bastante poco ya me pasé una semana entera. Los virus californianos están entrenados por el pentágono o algo así y no hay anticuerpos ni Romilar que los detenga. Os imagináis ¿no? Ya hemos pintado 14 dibujos, desordenado tres habitaciones y construido decenas de naves de Lego. Este año, como no ve la tele, ni películas, ni vídeo-juegos, está mucho más creativo a la hora de jugar. Antes sólo sabía coger un muñeco de Spiderman y aporrear a otro de Ironman, pero ahora da gusto porque le gusta dibujar, construir y crear. Aunque no es fácil trabajar en equipo con él. No sabe delegar, te pide que le ayudes a montar una pieza pero te dice cómo la tienes que montar, te regaña, se enfada, te corrige y termina quitándotela "anda déjame que yo lo hago mejor". Bueno, eso es lo que les pasa a todos los trabajadores y directivos del mundo, no saben delegar. El caso es que mi mente ahora tiene una visión espacial mucho más clara y me manejo con gran destreza entre el inmenso cajón de piezas. Antes el Lego tenía piezas de uno, dos, cuatro y ocho circulitos, pero ahora ha evolucionado tanto que empiezas a necesitar estudios para alguna que otra figura. Me estoy volviendo loco. Para descansar un poco hemos escrito la carta a Papá Noel y os podéis imaginar lo que ha pedido: 8 cajas de Lego.
Después he probado con las labores del hogar, pero tampoco sirve. Según vas barriendo, Lucito va esparciendo la mierda, así que he optado por hacer un barrido experimental, a trocitos, y a otra cosa; probaré a cocinar con él, ya sea como ayudante o como ingrediente. El único momento de relax en todo el día es cuando dice la mágica frase de "Papi, voy a hacer caca", se mete solo en el baño y allí se queda con sus patitas que cuelgan, cantando en inglés las canciones del cole. Qué gusto, tengo unos minutos para mí, me vengo a escribiros esto deprisa y corriendo porque ya ha dicho diez o doce veces lo de "he terminadooooo" y después se seca el tema y no hay quien lo limpie.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
PRIMERO DE EVENTOS
Nunca pensé a esta edad que iba a hacer la mili de nuevo, pero el fin de semana pasado me tocó. Ni objeción, ni excedente de cupo, ni leches... A currar. Era la Winter Fair del colegio, un evento muy divertido... para los visitantes. A mi me tocó pencar como un campeón y aun tengo agujetas en todo el cuerpo. Cada padre tenía una asignación, menos el subnormal de "Diegopadle" (como dice Lucio), que tenía cuatro, una por cada niño. Además, casualmente creo, me tocaron los puestos más distinguidos, las tareas que siempre se reservan a tipos cualificados como yo. Se ve que sabían que me dedico a los eventos y aprovecharon mi "know-how" y mi titulación en primero de eventos. Empecé por trasladar de una a otra punta del cole todas las sillas de Kindergarden. Vale, son pequeñas, pero de cuatro en cuatro y lloviendo. Veinte sillas por clase y un total de cuatro clases... ¡Joder, otra vez a buscar la calculadora! Después enmoqueté cuatro clases enteras a base de ir pegando con precinto trozos de lona y papel ¡Qué chapuza! como eché de menos a Tito y a otros tantos "lastlaperos". Una vez empezada la fiesta, me destinaron a un puesto de máxima responsabilidad, para el que me dieron un detallado briefing: "tienes que retirar las bandejas y los platos que se queden en las mesas, pasar la balleta a las mesas, recoger los trozos de comida que encuentres por el suelo y ¡mucho ojo! todos los desperdicios tienes que distribuirlos bien según el tipo de basura". La mare de deu, vaya mañanita. El bebé ha tirado la papilla en la mesa 8, la abuela de la 4 ha escupido todos los trozos de bacon sobre el mantel, el niño de la 12 ha mezclado café con zumo, macarrones y silla, el gordo de la 5 me ha tirado toda la mostaza en los pantalones... Aprendí un montón. No sé si sabéis que el 83% de la gente no se come las pipas y las pasas de la ensalada o que el 100% de los niños se echa el doble de ketchup que va a consumir y por consiguiente los esparce por el mantel. Una gran experiencia. Eso sí, había uno con un puesto más chungo todavía: el cantautor que se estuvo todo el día cantando con su guitarra los grandes éxitos de los Fofitos californianos. Tantos años de conservatorio para eso.
Y de postre me tenían guardada la joyita de la corona: el fregadero. Voy a volver a pensar que fue casualidad y que si fui destinado a la ardua tarea de desengrasar con jabón biológico varios centenares de platos, fue por cosa del azar. Aunque lo de que mis compañeros de scoth britte fuesen dos chicanos y un negrito ya no sé si fue tanta coincidiencia. Quiero creer que fue por el idioma, así que me armé de pacienca y de espuma y empecé a cantar aquello de "Sunday before lunch, a girl went to play, but she could not play because she had to wash the dishes..."
Y después "cleaning up", a recoger... Otras dos horitas para desmontar todo. Así lloraba yo después en el concierto de Leonard Cohen, como para no llorar, ¡qué agotamiento!
Y de postre me tenían guardada la joyita de la corona: el fregadero. Voy a volver a pensar que fue casualidad y que si fui destinado a la ardua tarea de desengrasar con jabón biológico varios centenares de platos, fue por cosa del azar. Aunque lo de que mis compañeros de scoth britte fuesen dos chicanos y un negrito ya no sé si fue tanta coincidiencia. Quiero creer que fue por el idioma, así que me armé de pacienca y de espuma y empecé a cantar aquello de "Sunday before lunch, a girl went to play, but she could not play because she had to wash the dishes..."
Y después "cleaning up", a recoger... Otras dos horitas para desmontar todo. Así lloraba yo después en el concierto de Leonard Cohen, como para no llorar, ¡qué agotamiento!
martes, 7 de diciembre de 2010
FIRST WE TAKE MANHATAN, THEN...
Sí la música me emociona. Igual que a ti, ¿verdad? ¡Qué obviedad! Sí pero me apetece contarlo. Es mi mayor afición y siempre que puedo intento asistir a algún concierto. Soy omnívoro: un día es rock, otro día ópera, otro pop alternativo y otro cantautores. Quizás estos últimos son los que más hondo me llegan. Os cuento todo esto porque aun no me he recuperado del impresionante recital de Leonard Cohen en Oakland. Dicen que es su última gira; no es de extrañar, a sus 76 años. ¡Cómo disfruté! Primero, porque, como ya os contó Montse, por una vez eramos de los más jóvenes. La media de edad superaba los 60, los supervivientes de la generación de la canción-próstata...protesta, quiero decir; nuestro vecino de al lado llevaba prismáticos y el parkinson apenas le dejaba fijar el pulso. Pero sobre todo, porque a pesar de la edad, el eterno canadiense sigue teniendo esa integridad de pensamiento salpicada con chispas de ironía, que siempre le han caracterizado. Con su voz rasgada, la misma de hace cuarenta años, es un poeta capaz de transmitir emociones como nadie y es solidario y generoso con su banda como no he visto a otro músico. Pues bien, yo a estos conciertos voy a llorar. Es cierto, es una buena terapia. Llorar es muy sano cuando la lágrima está limpia de tristeza o drama. Uno tiene facilidad para la lagrimilla, ya sea en el cine, viendo el telediario o en un concierto. En cuanto se apaga la luz lloro. Durante buena parte de mi vida he seguido este tratamiento en los conciertos de mi admirado Lluis Llach que año tras año he seguido en distintas ciudades. Cómo lo echo de menos. Su adiós en Verges, aunque magistral, todavía no lo he superado y me cuesta oír sus discos porque me pongo triste al saber que ya no sigue tocando. Qué tipo más grande, como músico, como persona comprometida y como comunicador.
El domingo, Leonard Cohen también me emocionó, con su calidad musical y también porque me hizo regresar al lugar donde por primera vez escuché sus canciones. Arriba, en el estudio con mi padre, entre martillazos y brochazos. Le gustaba poner algún cantautor o algo de flamenco para desengrasar entremedias de Purcell y Schubert. Eran los primeros 70 y mi padre tenía el primer disco y algún libro de poemas de Cohen. Viendo a tanto abuelo bailando a mi alrededor le he imaginado a mi lado y claro, he llorado. Os pongo una canción para que lloréis conmigo, su bestseller es Suzanne pero mi favorita es esta Famous Blue Raincoat: http://www.youtube.com/watch?v=njQaFhTp2uI
He vuelto a empezar la semana muy blandito pero no me avergüenzo. Como decía Llach: "Ay, si no fuera por la tendressa".
El domingo, Leonard Cohen también me emocionó, con su calidad musical y también porque me hizo regresar al lugar donde por primera vez escuché sus canciones. Arriba, en el estudio con mi padre, entre martillazos y brochazos. Le gustaba poner algún cantautor o algo de flamenco para desengrasar entremedias de Purcell y Schubert. Eran los primeros 70 y mi padre tenía el primer disco y algún libro de poemas de Cohen. Viendo a tanto abuelo bailando a mi alrededor le he imaginado a mi lado y claro, he llorado. Os pongo una canción para que lloréis conmigo, su bestseller es Suzanne pero mi favorita es esta Famous Blue Raincoat: http://www.youtube.com/watch?v=njQaFhTp2uI
He vuelto a empezar la semana muy blandito pero no me avergüenzo. Como decía Llach: "Ay, si no fuera por la tendressa".
lunes, 6 de diciembre de 2010
CONCIERTOS
Ya sabéis la afición grande que tiene Diego a la música. Desde que se puede bajar música de la red, creo que es de los pocos que sigue comprando CD compulsivamente, afición que han heredado Martín y Diego jr, asiduos a las buenas tiendas de música de cualquier sitio donde se encuentren, y asiduos también a la sección de música independiente. Aquí por supuesto ya hemos visitado las mejores.
Además vamos siempre que podemos a conciertos de todo tipo. La verdad que la música en directo es una de esas cosas maravillosas que tiene la vida.
Una vez en Madrid, íbamos a un concierto de algún grupo indie español de esos que tanto le gustan a Diego, y cuando estábamos en la puerta, a la salida, se le acercó un portero a preguntarle si venía a recoger a su hija......debió pensar que ese señor con esas canas, era imposible que saliera de ver el concierto. Normalmente la gente que nos encontramos en estas salas está mas cerca de la edad de nuestros hijos que de la nuestra. Pero nos da lo mismo, nos encanta pasear con orgullo la pila de años que tenemos ya, y no pensamos dejar de hacerlo, mientras el cuerpo aguante.
Martín y Diego ya han venido con nosotros a alguno y disfrutan como enanos. Esta primavera vivieron un sueño. "Love of lesbian", un grupo catalán que nos gusta mucho, organizó un concierto para reunir un montón de guitarristas para tocar con ellos. Hace un año que Martín y Diego dan clases de guitarra y a Diego se se le ocurrió decirles que si querían ir. Por supuesto, así que estuvieron un mes practicando las canciones que el grupo había colgado en youtube, con las explicaciones para tocarlas. Llega el día del concierto y allí se fueron con sus guitarras, nerviosísimos. El concierto estuvo genial. Debía haber más de 500 personas con sus guitarras, todos tocando a la vez, bailando.....muy divertido. Como eran los más jóvenes, al final cuando quedaban tres canciones, se les acerca uno de los músicos a preguntarles si quieren subir al escenario a tocar con ellos. Imaginaros la cara de alucine que se les puso.....y se subieron muy serios y tocaron las tres canciones. No se quién estaba mas feliz en ese momento, si los niños o el padre al que todavía no se le ha terminado de caer la baba (http://www.facebook.com/video/video.php?v=1464297447080).
Comentario de Martín al llegar a casa: papá te has dado cuenta, es mi primer concierto y había unas dos mil personas viéndonos......
Ayer fue la primera vez en mucho tiempo que nos sentimos realmente jóvenes. Claro que el artista en cuestión, más que nuestro padre, podía ser nuestro abuelo......Leonard Cohen.
Qué maravilla de hombre, qué vitalidad, qué entrega absoluta al público y qué generosidad con todos los músicos estupendos que le acompañan. Contó que lleva tres años de gira, que empezó con 73 años y que no tenía claro si iba a poder terminar. Ahora con 76, la está terminando y es increíble ver con que pasión y agilidad se mueve por el escenario. Nos deleitó con casi tres horas de concierto, con todos los temas inolvidables de su carrera. Qué gozada, gracias señor Cohen, y ojalá que le quede tiempo para seguir cantando.
Así que ayer estábamos felices, viendo que nuestros compañeros de concierto, la mayoría además de canas, llevaba bastón.
Además vamos siempre que podemos a conciertos de todo tipo. La verdad que la música en directo es una de esas cosas maravillosas que tiene la vida.
Una vez en Madrid, íbamos a un concierto de algún grupo indie español de esos que tanto le gustan a Diego, y cuando estábamos en la puerta, a la salida, se le acercó un portero a preguntarle si venía a recoger a su hija......debió pensar que ese señor con esas canas, era imposible que saliera de ver el concierto. Normalmente la gente que nos encontramos en estas salas está mas cerca de la edad de nuestros hijos que de la nuestra. Pero nos da lo mismo, nos encanta pasear con orgullo la pila de años que tenemos ya, y no pensamos dejar de hacerlo, mientras el cuerpo aguante.
Martín y Diego ya han venido con nosotros a alguno y disfrutan como enanos. Esta primavera vivieron un sueño. "Love of lesbian", un grupo catalán que nos gusta mucho, organizó un concierto para reunir un montón de guitarristas para tocar con ellos. Hace un año que Martín y Diego dan clases de guitarra y a Diego se se le ocurrió decirles que si querían ir. Por supuesto, así que estuvieron un mes practicando las canciones que el grupo había colgado en youtube, con las explicaciones para tocarlas. Llega el día del concierto y allí se fueron con sus guitarras, nerviosísimos. El concierto estuvo genial. Debía haber más de 500 personas con sus guitarras, todos tocando a la vez, bailando.....muy divertido. Como eran los más jóvenes, al final cuando quedaban tres canciones, se les acerca uno de los músicos a preguntarles si quieren subir al escenario a tocar con ellos. Imaginaros la cara de alucine que se les puso.....y se subieron muy serios y tocaron las tres canciones. No se quién estaba mas feliz en ese momento, si los niños o el padre al que todavía no se le ha terminado de caer la baba (http://www.facebook.com/video/video.php?v=1464297447080).
Comentario de Martín al llegar a casa: papá te has dado cuenta, es mi primer concierto y había unas dos mil personas viéndonos......
Ayer fue la primera vez en mucho tiempo que nos sentimos realmente jóvenes. Claro que el artista en cuestión, más que nuestro padre, podía ser nuestro abuelo......Leonard Cohen.
Qué maravilla de hombre, qué vitalidad, qué entrega absoluta al público y qué generosidad con todos los músicos estupendos que le acompañan. Contó que lleva tres años de gira, que empezó con 73 años y que no tenía claro si iba a poder terminar. Ahora con 76, la está terminando y es increíble ver con que pasión y agilidad se mueve por el escenario. Nos deleitó con casi tres horas de concierto, con todos los temas inolvidables de su carrera. Qué gozada, gracias señor Cohen, y ojalá que le quede tiempo para seguir cantando.
Así que ayer estábamos felices, viendo que nuestros compañeros de concierto, la mayoría además de canas, llevaba bastón.
TEENAGERS
El viernes Simón y Diego tuvieron su primer partido de basket, que perdieron sólo por cuatro puntos, aunque jugaron bién. Después del partido se fueron a dormir a casa de uno de sus colegas, como hacen muchos viernes.
Por la mañana habíamos quedado con ellos para ir al colegio a ayudar a montar la "winter fair", una fiesta que hacen una vez al año, donde venden comida, puedes comprar regalos de Navidad, hay marionetas y distintas actividades para los pequeños. La finalidad es conseguir dinero para el colegio que, como sabéis, no tiene ánimo de lucro y se auto financia con el dinero que se aporta entre todos.
A lo que iba. Esta mañana, a las diez en punto, suena el timbre y llegan Diego y Simón con un colega. Estaba lloviendo y llevaban las capuchas puestas. Les veo a través del crital de la puerta con cara de cachondéo. Entran y se ríen sin parar y el amigo me pregunta, ¿no crees que Simón y Diego necesitan un corte de pelo? Pues a Simón no le vendría mal, pero Diego se lo cortó hace diez días y no lo necesita, contesto.
En ese momento gritan, se ríen y se quitan la capucha............¡Se han rapado! Los muy capullos.
Ayer sin decir nada se compraron una máquina de cortar el pelo, se fueron a casa de su colega y decidieron cambiar de look.
Diego tiene el pelo rapado como al 3 y una ligera cresta en medio, todo esto, muy mal cortado, con trasquilones, la cresta torcida.... En fin un estropicio.
Simón, está todavía peor. No se ha decidido a dejarse cresta ni nada y tiene el pelo rapado sin más y en un lateral, sobre la oreja, una raya blanca afeitada...........monísimo se debe pensar que está.
En fin, nosotros en vez de regañarles, nos hemos reído de ellos y les hemos dicho lo espantosos que están.
No se si ha sido una venganza por el estropicio que me hicieron a mí el otro día, o una simple gamberrada.
Así que nos hemos ido todos al cole y cuando han entrado.......... La que se ha organizado. Todas las compañeras gritando y riéndose y todos los profesores horrorizados.
Algunos padres y profesores nos han dicho que en el colegio son bastante estrictos con la indumentaria y a lo mejor no les dejan entrar así en clase. Cuando he llegado a casa se lo he contado a ellos y les he dicho que a lo mejor se tienen que afeitar la cabeza.... Menuda cara de susto.
Ahora que han pasado unas horas, nos han confesado que se arrepienten. La verdad es que están realmente feos. Hasta me da pena la metedura de pata, pero que se aguanten con esa pinta los dos meses que van a tardar en recuperar el pelo.
A mi lo que me preocupa ahora es cómo le voy a contar a la madre de Simón que su adorado hijo parece una aceituna, pinchada en un pelo. Lo siento Olga, si lees esto antes de que pueda hablar contigo. Y no quiero ni pensar la cara que se le va a quedar a toda su familia, cuando, dentro de dos semanas, llegue a España y se lo encuentren con esa pinta.
En fin, una anécdota más para añadir a este humilde blog. La foto tendrá que esperar porque de momento se han negado.
¿Hasta cuándo decís que dura la adolescencia? Porque antes de que Diego la pase empezará Martín con la suya y dada su creatividad (no se a quién habrá salido), miedo me da lo que se le pueda ocurrir. Menos mal que tendré un lapsus de tiempo hasta que Lucio llegue a los trece.
Por la mañana habíamos quedado con ellos para ir al colegio a ayudar a montar la "winter fair", una fiesta que hacen una vez al año, donde venden comida, puedes comprar regalos de Navidad, hay marionetas y distintas actividades para los pequeños. La finalidad es conseguir dinero para el colegio que, como sabéis, no tiene ánimo de lucro y se auto financia con el dinero que se aporta entre todos.
A lo que iba. Esta mañana, a las diez en punto, suena el timbre y llegan Diego y Simón con un colega. Estaba lloviendo y llevaban las capuchas puestas. Les veo a través del crital de la puerta con cara de cachondéo. Entran y se ríen sin parar y el amigo me pregunta, ¿no crees que Simón y Diego necesitan un corte de pelo? Pues a Simón no le vendría mal, pero Diego se lo cortó hace diez días y no lo necesita, contesto.
En ese momento gritan, se ríen y se quitan la capucha............¡Se han rapado! Los muy capullos.
Ayer sin decir nada se compraron una máquina de cortar el pelo, se fueron a casa de su colega y decidieron cambiar de look.
Diego tiene el pelo rapado como al 3 y una ligera cresta en medio, todo esto, muy mal cortado, con trasquilones, la cresta torcida.... En fin un estropicio.
Simón, está todavía peor. No se ha decidido a dejarse cresta ni nada y tiene el pelo rapado sin más y en un lateral, sobre la oreja, una raya blanca afeitada...........monísimo se debe pensar que está.
En fin, nosotros en vez de regañarles, nos hemos reído de ellos y les hemos dicho lo espantosos que están.
No se si ha sido una venganza por el estropicio que me hicieron a mí el otro día, o una simple gamberrada.
Así que nos hemos ido todos al cole y cuando han entrado.......... La que se ha organizado. Todas las compañeras gritando y riéndose y todos los profesores horrorizados.
Algunos padres y profesores nos han dicho que en el colegio son bastante estrictos con la indumentaria y a lo mejor no les dejan entrar así en clase. Cuando he llegado a casa se lo he contado a ellos y les he dicho que a lo mejor se tienen que afeitar la cabeza.... Menuda cara de susto.
Ahora que han pasado unas horas, nos han confesado que se arrepienten. La verdad es que están realmente feos. Hasta me da pena la metedura de pata, pero que se aguanten con esa pinta los dos meses que van a tardar en recuperar el pelo.
A mi lo que me preocupa ahora es cómo le voy a contar a la madre de Simón que su adorado hijo parece una aceituna, pinchada en un pelo. Lo siento Olga, si lees esto antes de que pueda hablar contigo. Y no quiero ni pensar la cara que se le va a quedar a toda su familia, cuando, dentro de dos semanas, llegue a España y se lo encuentren con esa pinta.
En fin, una anécdota más para añadir a este humilde blog. La foto tendrá que esperar porque de momento se han negado.
¿Hasta cuándo decís que dura la adolescencia? Porque antes de que Diego la pase empezará Martín con la suya y dada su creatividad (no se a quién habrá salido), miedo me da lo que se le pueda ocurrir. Menos mal que tendré un lapsus de tiempo hasta que Lucio llegue a los trece.
sábado, 4 de diciembre de 2010
ME CASÉ CON ANA BOTELLA
Todos tenemos distintas personalidades. No somos siempre iguales, cambiamos dependiendo de la situación, de si estamos en el trabajo o en casa, cenando con los amigos o comiendo con los suegros, encorbatados en un despacho o en bolas en la ducha. Es la camaleónica capacidad del ser humano para adaptarse a su entorno. Pero hay personas que sin llegar a tener el patológico síndrome bipolar varían su estado de ánimo y su humor de un día para otro o de una hora para otra con una facilidad asombrosa. En el trabajo todos hemos sufrido situaciones así con algún jefe, compañero o cliente.
Ayer vivimos en esta casa uno de esos cuadros de doble personalidad que a punto estuvo de acabar en drama familiar. Estaba yo negociando con unas pelusas que se habían amotinado debajo de la nevera, cuando suena la puerta y oigo pasos en la escalera. "¿Quién es?" pregunté como siempre. "Soy yo, ¿quién va a ser?" contesta Montse. Pero según termina la frase aparece en la cocina una señora totalmente desconocida que se había apropiado de la voz de Montse. Pensé que era una vecina, pero no me sonaba su rostro y además estaba vestida. Ante mi cara de susto dijo "¡mira qué crimen me han hecho!" y al oirla no pude evitar dar un salto hacia atrás mientras seguía intentando adivinar quién era. Era morena, muy morena, con el pelo muy largo y suelto. Intenté buscar un parecido y me vino a la mente la imagen de Ana Botella. No puede ser, la mismísima Mrs. Bottle con la voz de mi querida mujer; entonces yo debo ser... Desesperado rompí a correr por el pasillo en busca de una ventana por la que saltar al vacío y despertarme en el aire de esa maldita pesadilla, pero mis calcetos resbalaron y choqué flácidamente contra el cristal. Volví hacia la cocina valvucenado en texano "estamos trabajando en ello..." y me senté a escuchar como Ana me contaba su versión de los hechos.
Había ido a la peluquería a teñirse las canas (a pesar de su eterna juventud, tiene alguna) y tras una larga "discussion" ("I only want the color in my roots, ¡coño la raiz!), la peluquera se empeñó ("in the whole head will be better") y le dejó todo el pelo más negro que el sobaco de un grillo (hablando de sobacos, Victoria, no busques más, me he acostumbrado al Axe y estoy muy rejuvenecido). La pobrecilla estaba agobiadísima porque además tenía una reunión en el cole. Primero se encerró en el baño un rato (así tuve un ratito para reirme yo solo en la cocina), después se puso un gorro hasta las cejas y se fue a la reunión y más tarde puso fin a su sufrimiento bajando a otra peluquería a que le arreglaran el desaguisado. Cuando volvió su cara rebosaba felicidad y la mía alivio por haber sacado de mi vida a la señora Aznar. Ya sólo estaba molesta por haber perdido todo el día en la pelu y haber chamuscado la Visa, pero yo encontré consuelo para ella: "por lo menos nos da para escribir una buena entrada". Foto no me atreví a hacer, ya era demasiado.
Lo dejo que me han dicho que estáis todos de puente. Me iré a coger el Golden Gate o el Pruden.
Ayer vivimos en esta casa uno de esos cuadros de doble personalidad que a punto estuvo de acabar en drama familiar. Estaba yo negociando con unas pelusas que se habían amotinado debajo de la nevera, cuando suena la puerta y oigo pasos en la escalera. "¿Quién es?" pregunté como siempre. "Soy yo, ¿quién va a ser?" contesta Montse. Pero según termina la frase aparece en la cocina una señora totalmente desconocida que se había apropiado de la voz de Montse. Pensé que era una vecina, pero no me sonaba su rostro y además estaba vestida. Ante mi cara de susto dijo "¡mira qué crimen me han hecho!" y al oirla no pude evitar dar un salto hacia atrás mientras seguía intentando adivinar quién era. Era morena, muy morena, con el pelo muy largo y suelto. Intenté buscar un parecido y me vino a la mente la imagen de Ana Botella. No puede ser, la mismísima Mrs. Bottle con la voz de mi querida mujer; entonces yo debo ser... Desesperado rompí a correr por el pasillo en busca de una ventana por la que saltar al vacío y despertarme en el aire de esa maldita pesadilla, pero mis calcetos resbalaron y choqué flácidamente contra el cristal. Volví hacia la cocina valvucenado en texano "estamos trabajando en ello..." y me senté a escuchar como Ana me contaba su versión de los hechos.
Había ido a la peluquería a teñirse las canas (a pesar de su eterna juventud, tiene alguna) y tras una larga "discussion" ("I only want the color in my roots, ¡coño la raiz!), la peluquera se empeñó ("in the whole head will be better") y le dejó todo el pelo más negro que el sobaco de un grillo (hablando de sobacos, Victoria, no busques más, me he acostumbrado al Axe y estoy muy rejuvenecido). La pobrecilla estaba agobiadísima porque además tenía una reunión en el cole. Primero se encerró en el baño un rato (así tuve un ratito para reirme yo solo en la cocina), después se puso un gorro hasta las cejas y se fue a la reunión y más tarde puso fin a su sufrimiento bajando a otra peluquería a que le arreglaran el desaguisado. Cuando volvió su cara rebosaba felicidad y la mía alivio por haber sacado de mi vida a la señora Aznar. Ya sólo estaba molesta por haber perdido todo el día en la pelu y haber chamuscado la Visa, pero yo encontré consuelo para ella: "por lo menos nos da para escribir una buena entrada". Foto no me atreví a hacer, ya era demasiado.
Lo dejo que me han dicho que estáis todos de puente. Me iré a coger el Golden Gate o el Pruden.
viernes, 3 de diciembre de 2010
VECINOS
Todos tenemos vecinos, vivamos donde vivamos. Son caras conocidas que nos acompañan cada día. Algunos hasta acaban siendo amigos, otros no nos gustan mucho y nos limitamos a saludar educadamente, o pasamos de ellos.
Ya llevamos aquí cuatro meses, que barbaridad, cómo pasa el tiempo, sin que te des cuenta.......el otro día estaba sentada en uno de los cafés que frecuento y me di cuenta de que ya tengo vecinos. Hay un grupo de personas anónimas con las que coincido por el barrio. Es agradable salir a la calle y reconocer personas, aunque no tengas ninguna relación con ellas.
Entre ellos hay varios por los que siento especial simpatía. El que más me gusta es un jubilado que aparece con frecuencia por el parque. Los niños le adoran. Lleva una caja de metacrilato metida en una bolsa de tela por la que asoma ........un loro. O mejor dicho, una lora. Se llama Lisy la saca casi todos los días si hace buen tiempo, para que tome el aire. Cuando llega, todos los niños corrren a mirarla. Le encantan los niños y en cuanto se acercan empieza a emitir divertidos gritos de bienvenida. Su dueño les cuenta cosas sobre este peculiar animal. Los años que tiene, doce, lo que le gusta, lo que no......y luego la saca de la jaula y reparte almendras entre los niños, y alguna madre, para que le den de comer. Si aparece por el cielo un globo o algún avión, lo guarda rápidamente en su caja porque no le gustan nada. Se asusta, piensa que son peligrosos enemigos. Tiene especial aversión a las cosas que vuelan y son de color rojo.
Otro es un señor de unos 55 años que no sé por qué lleva siempre una mascarilla. La primera vez que le vi pensé que debía estar resfriado, pero más bien debe estar convaleciente de alguna enfermedad. Lleva siempre a su perro, un Golden Retrevier, exactamente igual que Siete, el perro que tenía la madre de Diego. Sólo nos saludamos, juego un rato con su perro, comentamos qué día tan bueno hace.....y hasta luego.
También hay una señora, encantadora, que se me acercó un día a preguntarme qué tal funcionaba el ipad, y si era fácil de usar. Quién me lo iba a decir a mí, que le estuve enseñando como funciona.
Reconocer a tus vecinos te da la sensación de vivir de verdad en un lugar, de dejar de ser turista temporal.
La última es la vecina a la que Diego vio en pelotas por la ventana, es muy simpática, pero cada vez que nos la cruzamos nos da la risa y Diego me dice.....esta mejor desnuda que tu padre vestido........ja ja ja.
Ya llevamos aquí cuatro meses, que barbaridad, cómo pasa el tiempo, sin que te des cuenta.......el otro día estaba sentada en uno de los cafés que frecuento y me di cuenta de que ya tengo vecinos. Hay un grupo de personas anónimas con las que coincido por el barrio. Es agradable salir a la calle y reconocer personas, aunque no tengas ninguna relación con ellas.
Entre ellos hay varios por los que siento especial simpatía. El que más me gusta es un jubilado que aparece con frecuencia por el parque. Los niños le adoran. Lleva una caja de metacrilato metida en una bolsa de tela por la que asoma ........un loro. O mejor dicho, una lora. Se llama Lisy la saca casi todos los días si hace buen tiempo, para que tome el aire. Cuando llega, todos los niños corrren a mirarla. Le encantan los niños y en cuanto se acercan empieza a emitir divertidos gritos de bienvenida. Su dueño les cuenta cosas sobre este peculiar animal. Los años que tiene, doce, lo que le gusta, lo que no......y luego la saca de la jaula y reparte almendras entre los niños, y alguna madre, para que le den de comer. Si aparece por el cielo un globo o algún avión, lo guarda rápidamente en su caja porque no le gustan nada. Se asusta, piensa que son peligrosos enemigos. Tiene especial aversión a las cosas que vuelan y son de color rojo.
Otro es un señor de unos 55 años que no sé por qué lleva siempre una mascarilla. La primera vez que le vi pensé que debía estar resfriado, pero más bien debe estar convaleciente de alguna enfermedad. Lleva siempre a su perro, un Golden Retrevier, exactamente igual que Siete, el perro que tenía la madre de Diego. Sólo nos saludamos, juego un rato con su perro, comentamos qué día tan bueno hace.....y hasta luego.
También hay una señora, encantadora, que se me acercó un día a preguntarme qué tal funcionaba el ipad, y si era fácil de usar. Quién me lo iba a decir a mí, que le estuve enseñando como funciona.
Reconocer a tus vecinos te da la sensación de vivir de verdad en un lugar, de dejar de ser turista temporal.
La última es la vecina a la que Diego vio en pelotas por la ventana, es muy simpática, pero cada vez que nos la cruzamos nos da la risa y Diego me dice.....esta mejor desnuda que tu padre vestido........ja ja ja.
jueves, 2 de diciembre de 2010
CIEN DÍAS, CIEN ENTRADAS
Sí señor, esta es la entrada número 100 del blog. Su autor recibirá como premio varios meses de estancia en San Francisco. ¡Pero qué gracioso que soy! ¿eh? Y para seguir la línea de los últimos días, tras las matemáticas y la calculadora, vamos a seguir hablando de números. Cien entradas en poco más de cien días, nunca pensamos que íbamos a escribir tanto y sobre todo, nunca imaginamos que ibais a seguir ahí, aguantándonos durante tanto tiempo. Pocas veces ha sido algo tan cierto como la introducción de este blog, hemos conseguido a través de este cacharro seguir cerca de nuestra gente; en algunos casos, mucho más cerca de lo que estábamos. Y pensamos seguir. Hasta el 30 de junio por lo menos.
Para nosotros es nuestro vínculo directo con el centro del universo, que, como todos bien sabéis, está en España, y para alguno de vosotros ha pasado a ser una droga sin la que no podéis pasar un solo día. Tremendo orgullo. Los hay viciados que entran varias veces al día y nos fastidian las estadísticas, los hay silenciosos que nunca participan pero sabemos que están allí, los hay mudos porque no están y no conseguimos atraerles (terminarán cayendo) y los hay implicados y participativos, sean o no vecinos del primo del cuñado del amigo de la hermana del profesor de la hija del colega del sobrino del que se lo hace con Montse. El caso es que vuestra compañía nos da alas para escribir nuestras chorradas cada día.
Y como uno está tarado y como se arregló el medidor de estadísticas (en la foto), os puedo contar que seguimos teniendo más de 200 visitas diarias, que el récord lo hemos hecho esta misma semana; que la entrada más visitada sigue siendo la de La Música porque os gustó mucho el aspecto del gran guitarrista, pero que está a punto de ser rebasada por la de Las ciclistas con poca ropa. Recordad que la hemos tenido que cambiar de nombre y suprimir la fotografía porque entraban desde países extraños tras dar en el buscador a "mujeres desnudas". Lo siento por los salidos que aun no la habéis visto. Hay cosas curiosas como que el día que escribo lo del "gol de chilena", entran varias personas desde Chile o que seguimos teniendo visitantes desde China, Kuwait, Colombia, Irlanda o Canadá. A algunos les tenemos identificados, pero otros son totalmente desconocidos o homeless del ciberespacio.
Hemos comprobado que la foto o el titular influyen bastante en las audiencias y que preferís las divertidas a las serias, aunque el récord está conseguido con La pena de muerte y los Deberes. También sabemos que los fines de semana caemos hasta casi la mitad y que las fotos de Flickr también son vistas, aunque menos. No os aburro más con números y, para que no os sintáis fiscalizados, os recuerdo que no podemos saber quién entra o sale, sólo sois números que engrosáis la estadística... Queridisimos números.
Para nosotros es nuestro vínculo directo con el centro del universo, que, como todos bien sabéis, está en España, y para alguno de vosotros ha pasado a ser una droga sin la que no podéis pasar un solo día. Tremendo orgullo. Los hay viciados que entran varias veces al día y nos fastidian las estadísticas, los hay silenciosos que nunca participan pero sabemos que están allí, los hay mudos porque no están y no conseguimos atraerles (terminarán cayendo) y los hay implicados y participativos, sean o no vecinos del primo del cuñado del amigo de la hermana del profesor de la hija del colega del sobrino del que se lo hace con Montse. El caso es que vuestra compañía nos da alas para escribir nuestras chorradas cada día.
Y como uno está tarado y como se arregló el medidor de estadísticas (en la foto), os puedo contar que seguimos teniendo más de 200 visitas diarias, que el récord lo hemos hecho esta misma semana; que la entrada más visitada sigue siendo la de La Música porque os gustó mucho el aspecto del gran guitarrista, pero que está a punto de ser rebasada por la de Las ciclistas con poca ropa. Recordad que la hemos tenido que cambiar de nombre y suprimir la fotografía porque entraban desde países extraños tras dar en el buscador a "mujeres desnudas". Lo siento por los salidos que aun no la habéis visto. Hay cosas curiosas como que el día que escribo lo del "gol de chilena", entran varias personas desde Chile o que seguimos teniendo visitantes desde China, Kuwait, Colombia, Irlanda o Canadá. A algunos les tenemos identificados, pero otros son totalmente desconocidos o homeless del ciberespacio.
Hemos comprobado que la foto o el titular influyen bastante en las audiencias y que preferís las divertidas a las serias, aunque el récord está conseguido con La pena de muerte y los Deberes. También sabemos que los fines de semana caemos hasta casi la mitad y que las fotos de Flickr también son vistas, aunque menos. No os aburro más con números y, para que no os sintáis fiscalizados, os recuerdo que no podemos saber quién entra o sale, sólo sois números que engrosáis la estadística... Queridisimos números.
LA CALCULADORA
Menos mal que conducen por la derecha, porque en el resto de cosas...Qué manera de llevar la contraria. Ni a proposito se puede fastidiar más. Ya os dije que para aparcar necesitas la calculadora para saber si estás en el tercer jueves del mes o no. Pero si vas a cualquier tienda también la necesitas porque todos los precios están sin impuestos y tú los tienes que añadir para saber el precio real. Imaginad que todos los precios estuvieran siempre sin el IVA. Después llegas al restaurante y cuando te traen la cuenta no incluye el servicio de los camareros, con lo cual tienes que calcular y sumar un 10% ó 15%. En ese momento puede que te intrigue saber cuánto supone en euros; vuelve a calcular, dependiendo de si ese día está a 130 o a 140. Si has echado gasolina, lo más posible es que te hayas equivocado porque la manguera negra es la de la gasolina y la verde la del gasoil, por joder, sólamente. Y no intentes saber cuánto cuesta porque el precio está en galones y un galón es muuuu grande. Tampoco calcules el consumo del coche porque lo que vas a recorrer son millas y no kilómetros. ¿De qué te sirve saber que tu buga gasta 8 galones a las 100 millas? Intenta no hablar de distancias o medidas porque te contestarán en pulgadas (como las teles), yardas o piés (como los que huelen) y te quedarás igual. Los precios del mercado te parecerán baratos porque lo que te están dando no es un kilo de manzanas sino una libra de apples, y ya sabéis que no es lo mismo una pera que una manzana, ni un Apple que un PC. Como véis, está barato el kilo de chiste... perdón, la pound of joke. Y peor que todo esto es cuando cada mañana me asomo a mi fantástica báscula Ikea y compruebo deprimido que sigo rondando los 180 no se qué, porque espero que no se trate de kilos. Ya veis, Montse mejorando sus matemáticas y yo con la calculadora todo el día.
Lo único que me he aprendido bien son los Farenheit. Es muy diver, le restas 32 y divides entre dos. Tu miras el periódico y te dice que va a hacer 87 grados: ponte a restar los 32 sin calculadora ni nada, que a los diez minutos has llegado a los 55 y ahora te toca dividirlo entre dos y a los veinte minutos contestas "va a hacer 27'5 grados, no cojas jersey" pero Montse ya se ha ido hace una hora. Yo para simplificar me he aprendido que por debajo de 60 es frío, por encima de 90 es calor y el resto es el famoso estado del bienestar. Por llevar la contraria, hasta en los partidos de fútbol te dicen primero el nombre del visitante y luego el del equipo local. O sea, que fue Real Madrid 0-Barça 5.
De todas formas no hay que pasarse de negativos, que todavía nos quedan los segundos, los minutos, los días (aunque la fecha también la ponen al revés), los meses, los años, los siglos y los números. O no, que el uno ya lo han cambiado, usan siempre un simple palito (I) y dicen que el 1 con visera de toda la vida es "The european one". Estos tíos están fatal y yo me estoy volviendo loco... o ¿ya estaba?
Lo único que me he aprendido bien son los Farenheit. Es muy diver, le restas 32 y divides entre dos. Tu miras el periódico y te dice que va a hacer 87 grados: ponte a restar los 32 sin calculadora ni nada, que a los diez minutos has llegado a los 55 y ahora te toca dividirlo entre dos y a los veinte minutos contestas "va a hacer 27'5 grados, no cojas jersey" pero Montse ya se ha ido hace una hora. Yo para simplificar me he aprendido que por debajo de 60 es frío, por encima de 90 es calor y el resto es el famoso estado del bienestar. Por llevar la contraria, hasta en los partidos de fútbol te dicen primero el nombre del visitante y luego el del equipo local. O sea, que fue Real Madrid 0-Barça 5.
De todas formas no hay que pasarse de negativos, que todavía nos quedan los segundos, los minutos, los días (aunque la fecha también la ponen al revés), los meses, los años, los siglos y los números. O no, que el uno ya lo han cambiado, usan siempre un simple palito (I) y dicen que el 1 con visera de toda la vida es "The european one". Estos tíos están fatal y yo me estoy volviendo loco... o ¿ya estaba?
miércoles, 1 de diciembre de 2010
DEBERES
Hoy he leído en el periódico que unos matemáticos españoles has conseguido solucionar un complicadísimo problema que llevaba sin resolverse 80 años.
Mi relación con las matemáticas siempre ha sido de amor-odio. La única manera de disfrutarla es entenderla. Yo por desgracia nunca tuve un buen profesor y siempre tuve que buscarme la vida para entender lo que me enseñaban y no perder el hilo de la clase.
Aún así, me empeñe en seguir estudiandolas hasta el final, COU, no se si por que sospechaba que me iba a perder algo interesante. Y lo pagué caro, yo que siempre fui buena estudiante, suspendí y me tocó repetir curso. Pero como no hay mal que por bién no venga, estuve todo el año preparándome para entar en Bellas Artes, aprendí a dibujar y conseguí que alguien me explicara las malditas matemáticas, aprobar, hasta disfrutarlas y empezar la universidad.
Después no he tenido contacto con ellas durante años. El siguiente contacto fue en la facultad, donde tuve dos años de dibujo geométrico. El primero, como no me enteraba de nada, decidí buscar un profesor particular, viendo que no sería capaz de aprobar la asignatura. El día del examen final, me encuentro a mi profe, un estudiante de arquitectura de mi misma edad, que entra en la sala, se coloca en la mesa de detrás y me dice que no me preocupe. Yo sudando tinta china, y de repente me desaparece la lámina de encima de la mesa, sigo sudando... hasta que me vuelve a colocar la lámina con el dibujo solucionado. Aprobado con notable, jejeje. Al año siguiente aprobé gracias a la infinita paciencia de mi amigo Manolo que pasó horas explicándome ejercicios. No es que no tenga visión espacial, es que la tengo distinta. De esto me di cuenta unos años después cuando descubrí que en imágenes con dos formas de distintos colores, yo veo el fondo y no la forma. Para que lo entendáis, mirad el símbolo de batman, amarillo sobre negro. Yo no veo el murciélago, sino la forma negra que lo rodea, que es muy curiosa pero completamente abstracta. No se si es deformación profesional, o más bien sospecho que mi percepción siempre ha sido así. Ahora mis hijos han crecido y tengo que ayudarles con los deberes. Así que he vuelto a aprenderme las tablas de multiplicar, que había borrado de mi cabeza completamente, he vuelto a hacer divisiones largas, luego con decimales, fracciones........de todo. Lo que mis hijos no saben es que las voy repasando a la vez que ellos, ya que tengo memoria de pez, y olvido todo con facilidad. Tampoco saben que sigo contando con los dedos, por debajo de la mesa, sin que me vean y que cuando me piden que les explique algún tema, me escondo con el libro el día antes para preparármelo y que no me pillen.
Ahora voy por las ecuaciones y la geometría. Algunos días, cuando Simón y Diego están en el colegio cojo el cuaderno de ejercicios de ángulos, por ejemplo, y me pongo a solucionarlos para estar preparada cuando lleguen con su artillería de preguntas. Por ahora vamos bien. El otro día me vino Diego con un problema mas complicado de lo habitual que no sabía resolver. Me puse con él y tras un largo rato intentando solucionarlo......nada no fui capaz. Así que le dije: ya está ya lo tengo, pero no te voy a decir la solución, te propongo que intentes solucionarlo tú solo, y si lo consigues, tendrás un premio. Menos mal que lo consiguió. Él se quedó muy satisfecho y orgulloso y yo salvada por esta vez.
No se si según van avanzando los temas y se va complicando la cosa seré capaz de seguir su ritmo o tendré que reconocer que ya me han superado. Menos mal que tengo unos cuantos amigos profesores de los que pienso abusar, cuando no me quede más remedio.
Que bonitas son, pero para mí siguen siendo ciencia ficción, como saber por dónde va el papel cuando mandas un fax. Así que como para entender por qué puedo ver en la pantalla del ordenador a personas que están a miles de kilómetros o por dónde van los mensajes, etc...
Un misterio.
Mi relación con las matemáticas siempre ha sido de amor-odio. La única manera de disfrutarla es entenderla. Yo por desgracia nunca tuve un buen profesor y siempre tuve que buscarme la vida para entender lo que me enseñaban y no perder el hilo de la clase.
Aún así, me empeñe en seguir estudiandolas hasta el final, COU, no se si por que sospechaba que me iba a perder algo interesante. Y lo pagué caro, yo que siempre fui buena estudiante, suspendí y me tocó repetir curso. Pero como no hay mal que por bién no venga, estuve todo el año preparándome para entar en Bellas Artes, aprendí a dibujar y conseguí que alguien me explicara las malditas matemáticas, aprobar, hasta disfrutarlas y empezar la universidad.
Después no he tenido contacto con ellas durante años. El siguiente contacto fue en la facultad, donde tuve dos años de dibujo geométrico. El primero, como no me enteraba de nada, decidí buscar un profesor particular, viendo que no sería capaz de aprobar la asignatura. El día del examen final, me encuentro a mi profe, un estudiante de arquitectura de mi misma edad, que entra en la sala, se coloca en la mesa de detrás y me dice que no me preocupe. Yo sudando tinta china, y de repente me desaparece la lámina de encima de la mesa, sigo sudando... hasta que me vuelve a colocar la lámina con el dibujo solucionado. Aprobado con notable, jejeje. Al año siguiente aprobé gracias a la infinita paciencia de mi amigo Manolo que pasó horas explicándome ejercicios. No es que no tenga visión espacial, es que la tengo distinta. De esto me di cuenta unos años después cuando descubrí que en imágenes con dos formas de distintos colores, yo veo el fondo y no la forma. Para que lo entendáis, mirad el símbolo de batman, amarillo sobre negro. Yo no veo el murciélago, sino la forma negra que lo rodea, que es muy curiosa pero completamente abstracta. No se si es deformación profesional, o más bien sospecho que mi percepción siempre ha sido así. Ahora mis hijos han crecido y tengo que ayudarles con los deberes. Así que he vuelto a aprenderme las tablas de multiplicar, que había borrado de mi cabeza completamente, he vuelto a hacer divisiones largas, luego con decimales, fracciones........de todo. Lo que mis hijos no saben es que las voy repasando a la vez que ellos, ya que tengo memoria de pez, y olvido todo con facilidad. Tampoco saben que sigo contando con los dedos, por debajo de la mesa, sin que me vean y que cuando me piden que les explique algún tema, me escondo con el libro el día antes para preparármelo y que no me pillen.
Ahora voy por las ecuaciones y la geometría. Algunos días, cuando Simón y Diego están en el colegio cojo el cuaderno de ejercicios de ángulos, por ejemplo, y me pongo a solucionarlos para estar preparada cuando lleguen con su artillería de preguntas. Por ahora vamos bien. El otro día me vino Diego con un problema mas complicado de lo habitual que no sabía resolver. Me puse con él y tras un largo rato intentando solucionarlo......nada no fui capaz. Así que le dije: ya está ya lo tengo, pero no te voy a decir la solución, te propongo que intentes solucionarlo tú solo, y si lo consigues, tendrás un premio. Menos mal que lo consiguió. Él se quedó muy satisfecho y orgulloso y yo salvada por esta vez.
No se si según van avanzando los temas y se va complicando la cosa seré capaz de seguir su ritmo o tendré que reconocer que ya me han superado. Menos mal que tengo unos cuantos amigos profesores de los que pienso abusar, cuando no me quede más remedio.
Que bonitas son, pero para mí siguen siendo ciencia ficción, como saber por dónde va el papel cuando mandas un fax. Así que como para entender por qué puedo ver en la pantalla del ordenador a personas que están a miles de kilómetros o por dónde van los mensajes, etc...
Un misterio.
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