Hay un tipo que de vez en cuando aparece en el "Deli" de la esquina de la calle Sacramento a comprar flores. El dependiente pakistaní está algo desconcertado porque siempre aparece deprisa y corriendo, los domingos a media noche. Nunca compra nada más, ni bombones, ni bebida energética, ni condones, ni nada... Llega corriendo, coge las flores, suelta los diez dólares y se pierde a toda velocidad por la cuesta arriba de Divisadero.
El tendero se habrá hecho sus conjeturas, pero no consigue cuadrar los datos. Un ligue de fin de semana no es, porque el domingo y tan tarde, es raro. Podría ser una aventura de amante pero el tipo que compra las flores es un menda canoso y con poca pinta de hacer muchas escapadas. Lo más lógico es que venga de vez en cuando a ver a su madre y le lleve flores, pero no son horas de ir a ver a una madre. Tampoco va a un cementerio, porque es de noche. Además coge siempre las primeras que pilla, sin olerlas, ni tocarlas, ni apenas mirarlas...
Así que la próxima vez que baje al supermercado, tendré que sacar de dudas al pobre chico y explicarle que son las flores que los niños tienen que llevar al cole. Cada semana le toca a un alumno llevar un jarrón con flores para cada clase. Como tenemos 4 chicos, nos toca comprarlas ocho veces en el curso y siempre nos acordamos en el último momento. Y ya os imagináis a quién le toca bajar a hacer el gilipollas con las flores como el mismísimo Javier Krahe.
¿Pero tú no estás en África, qué nos cuentas de SF? Háblanos del desierto y las estrellas, o de los camellos y sus jorobas... Besos
ResponderEliminarDeja, deja Manolo, que cuando habla de Marruecos se pone mu moñas............ y como que no le va nada ese papel, a pesar de comprar flores al anochecer.
ResponderEliminarLa mujer del hermano mayor.
Diego, permíteme una pequeña corrección, tienes que comprar flores 7 veces, dado que la octava me la "calzaste" a mí. Aclárale al dependiente que no somos pareja.
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