A mi nunca me gustaron los vídeo juegos así que mi nevera es un caos.
Mi amiga Nora se puso muy enferma la semana pasada. Tiene tres hijos, dos gatos, un perro, una serpiente y un marido encantador que trabaja mil horas al día. Así que decidí echarle una mano y me fui a su casa a cocinar algo para la cena. Que alegría me dio abrir su nevera. Su interior es igual que su dueña. Desordenada, divertida,variada, poco predecible, caótica y genial. Allí, como si estuviera haciendo una excavación arqueológica encontré de todo. Verduras y salsas que no había visto jamás, brotes raros, trozos de queso, varios táper con sobras y una bolsa de tela con restos de lechuga y otras hojas no se de qué verdura en estado de descomposición..... No sé si el destino de todas estas cosas era para alimentar a sus hijos o a sus mascotas. Pero yo me remangué y les hice una buena cena. Lo sé porque vi en directo como sus tres hijos se relamían mientras Nora deliraba por la fiebre.
Con buenos ingredientes una receta a mano y algo de experiencia cocinar es fácil. Conseguir que algo esté realmente bueno con lo que te encuentras aleatoriamente cualquier día en la nevera tiene más mérito. ¿No?
Siempre has cocinado muy bien, Montse, seguro que hiciste algo rico.
ResponderEliminarCuando nos vamos de vacaciones los veranos con nuestros amigos y nos juntamos cinco familias es imprescindible ordenar bien el/los frigoríficos. De esa tarea suelo encargarme yo, por aclamación popular. Y a mí me encanta colocar las cosas para que quepa TODO. Me divierte mucho, jajaja...
Me lo créo, siempre fuiste muy ordenado.¿ Y quien cocina?
ResponderEliminarEsa es harina de otro costal, aunque nos solemos distribuir bastante bien de forma natural, a quien más le gusta más cocina, normalmente es así. Rorro y sus marmitacos, Bea y sus cocidos, Arancha y sus lentejas, Javier y sus asados, Manuel y sus paellas... Besos
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