miércoles, 9 de marzo de 2011

CON MI MISMA MONEDA


En nuestros viajes al Sahara trabajamos mucho, pero también lo pasamos muy bien. Además de organizar el Maratón y todas las actividades paralelas, ejercemos de agencia encargada del programa de viaje de más de doscientas personas. Para ello nos desplazamos un grupo de voluntarios españoles e italianos, que junto a los saharauis formamos un equipo muy majo. Las bromas no faltan, incluso abusamos. Los saharauis son realmente divertidos y les va la marcha. Brahim, mi hermano saharaui, tiene todo un repertorio capaz de hacer reír, sonrojar o cabrear a cualquiera. Provoca a los nuevos voluntarios, les vacila y luego simula sentirse ofendido y les deja helados con frases como: “¿Tú qué te piensas, que los moros somos tontos?”
Yo he sido su víctima muchas veces y en algún caso me ha llegado a enfadar por avisarme de falsos accidentes, pero también he sido su aliado. El viernes, cuando volvíamos a casa, en el aeropuerto de Tindouf y con la complicidad de la policía argelina que ya nos conoce bien, un agente obligó a Dani, un voluntario, a cambiarse de pantalón porque no podía acceder al aeropuerto con pantalón militar de camuflaje. Al rato, otro agente le pidió a María el pasaporte y se lo retiró argumentando que no podía viajar por ser menor de 21 años. Los dos pasaron un ratito tenso mientras el resto de organizadores y parte de los corredores se partía el bolo.
Ayer cuando llegué al aeropuerto de Nueva York un policía gordo y borde me paró en el control de pasaportes y me tuvo diez minutos sudando porque decía que tanto yo como Montse estábamos en situación ilegal y debíamos abandonar inmediatamente el país. Mire por todas partes buscando a Brahim, pero no le encontré. Al final me selló el visado y me dejó pasar. Eso sí, gracias a su cabezonería tuve que salir corriendo para coger el otro avión y pude pasar la aduana sin que nadie me dijera nada del chorizo, el jamón, la Torta del Casar, las zamburiñas y los espárragos cojonudos que llevaba en la maleta.
El año próximo me pensaré lo de las bromas con el pasaporte… No he dicho que no las vaya a hacer, sino que me lo pensaré.

6 comentarios:

  1. Te dejaron pasar porque también llevabas almejas machas y pulpitos en salsa americana, (una de las dos o tres personas en España que compra esas latas)

    ResponderEliminar
  2. Yo vigilaría mi espalda... la foto del salto de la rana y desvelar intimidades aeroportuarias... Ya sabes como se las gasta la Mafia Alcarreña...

    PD: María también tiene pinta de ser ponzoñosa, así que nuevo frente abierto.

    Como siempre un placer maestro!!!!

    Nak

    ResponderEliminar
  3. ¡Eh! Que el poli gordo, borde y feo (porque era feo, ¿verdad?) es mi primo John McClain…suerte tuviste de que se olvidara los guantes de látex en casa…

    La mafia Galaica se suma a la lista…lo llevas claro chaval, no te salva ni la barba esa chunga que tenías. De Brahim ya se ocupan otros primos que van hacia su casa…

    Ha estado divertido, otro placer, el año que viene…más. ¡Sáhara Power!
    Un abrazo.
    Víctor

    ResponderEliminar
  4. Habla en primera persona una de las afectadas por las gracietas del Señor Muñoz y su séquito.
    Diré que al principio de la gracia de la retirada del pasaporte con una excusa bastante dudosa lo tenia claro, me estaban vacilando. Ademas me habian advertido el resto de organizadores ``Maria el pasaporte a NADIE ´´ pero que iba a hacer yo, era un POLICIA !!!!!
    La gracieta se fue alargando, yo no entendia nada y empece a ponerme algo tensa pero, aún asi, seguia pensando que me estaban vacilando.
    El problema fue cuando el mismo policia que me retira el pasaporte me entrega un movil y me dice ``perdona tienes una llamada´´ ... me quede helada !! quien era ?! MI PADRE desde España. Ese fue el momento en que pensé `` SE ACABO ME QUEDO EN TIERRA´´.
    Al final todo salio bien, para los graciosos.

    He de reconocer que estuvo muy bien hecha y organizada pero me sorprende la aptitudes interpretativas de todo el elenco ! Enhorabuena ;)

    ResponderEliminar
  5. A mi me pasó algo parecido María, en Argel, donde hacíamos escala a la vuelta del maratón. Pero esta vez no era broma. Nos tuvieron quince minutos a un periodista alemán y a mi en una habitación retenidos y sin pasaporte. Los demás sin problemas pasaron el control. ¡Que susto! Ya me veía en una carcel espantosa de esas que salen en las películas.......

    ResponderEliminar
  6. Sabes perfectamente quien está detras de todo esto... las casualidades no exinten...

    ResponderEliminar