10.250 Kilómetros. Es la distancia que separa San Francisco de Madrid. Nueve horas de diferencia. Larga distancia en el espacio y en el tiempo. Estas notas recogen las vivencias y anécdotas de una familia que vivió en California durante un año y volvió para contarlo.
lunes, 14 de marzo de 2011
OÍR O ESCUCHAR
Era una obsesión de mis padres y como otras tantas cosas, uno la ha heredado. No puedo entender ni aceptar la permanente confusión entre los verbos escuchar y oír. Con los verbos y con su significado. Fijaos. Un locutor de radio habla con un oyente y le dice: "Pepito, ¿me escuchas?" Y Pepito le contesta: "Sí sí, te escucho perfectamente". Así un día tras otro. Puedes cambiar e irte más a la derecha del dial, a la COPE por ejemplo, que seguirás oyendo lo mismo aunque con distintos interlocutores: "Juanito, ¿puedes escucharme?" Y Juanito contesta: "Te escucho un poco lejos pero te escucho". A ver, sería del genero tonto llamar a un programa de radio y no escuchar al locutor, para eso no llamas, como hago yo, ¡mal educao!. Otra cosa es que no le oigas. Sólamente en RNE se han dado cuenta del error y han cambiado el término "oyentes" por el de "escuchantes".
Nadie confunde mirar y ver. Imaginad: "No sé que le pasa a mi tele, que no se mira". Tampoco hay equivocaciones entre chupar y saborear (quedaría muy friki eso de "me la vas a saborear"), ni entre esnifar y oler, ni entre tocar y meter mano. Pobre verbo escuchar, está totalmente desubicado en el diccionario y quizás por esa confusión tan generalizada, casi nadie lo utiliza en su significado real. Todos confundimos oír con escuchar y nos conformamos con oír a los que nos rodean, sin ninguna necesidad de escucharles. Vas al taller y le explicas al mecánico lo que crees que le pasa al coche; él te oye pero no te escucha, él es el mecánico y lo sabe todo. Vas al cole a hablar con la profesora; ella te oye pero no te escucha, ella es la profe y lo sabe todo. Vas al médico y le cuentas tus síntomas y lo que crees que puedes tener; él te oye pero no te escucha, él es el médico y lo sabe todo. Así que decides hacer lo mismo, oír pero no escuchar... Y así va el mundo.
Una vez explicada la diferencia entre escuchar-listen y oír-hear os propongo un ejercicio. Intentad escuchad a los demás en vuestra próxima conversación, reunión, fiesta, bronca o polvo. Os parecerá una soplapollez pero normalmente no escuchamos porque estamos pensando lo que vamos a contestar antes de haber oído y escuchado lo que nuestro interlocutor quiere decirnos. Queremos que nos escuchen pero no escuchamos. Si además eres político, tienes desactivada la función de "escucha" del menú principal. Probad, el mundo sería mucho mejor si recuperamos el verbo escuchar. Lo malo es que hay que empezar por uno mismo... ¿Me se escucha?
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Si te se oye alto y claro.
ResponderEliminarGrrrrrr , grrrrrr, hay interferencias, no se si me escuchas pero si me oyes
ResponderEliminar¡Felicidades Matilde!