lunes, 21 de marzo de 2011

THE OTHER


Mis hijos se ríen de mí cuando me ven con otro libro de Kapuscinski. Me los he leído casi todos y ahora estoy repitiendo algunos en inglés. Soy un fiel seguidor de su pensamiento, como del de la mayoría de periodistas y documentalistas que han recorrido el mundo como él. He aprovechado los aviones rumbo al Sahara para leerme The Other. No por casualidad. Siempre he defendido que debería ser asignatura obligatoria para todos los europeos viajar a África, conocer las circunstancias tan distintas y difíciles que rodean la vida de otros seres humanos. Simplemente cruzando los catorce kilómetros del Estrecho de Gibraltar, ya nos encontraremos con “El Otro”.
Desde que llegué de nuestro inolvidable viaje al Sahara, no he hecho más que recibir mails de agradecimiento de decenas de personas y todos coinciden en lo mismo: nos dan las gracias por haberles dado la oportunidad de descubrir un mundo que desconocían. Diego y Martín han viajado a África y es lo más instructivo que han hecho en su vida. Lo recomiendo para todos los niños y para muchos mayores, que hablan con desprecio, miedo y odio del otro, sólo porque es distinto, porque tiene otra raza, otra religión y otra forma de vida. Cuando vas a su encuentro descubres que es algo más que una cifra en un telediario o una imagen exótica en el periódico. Descubres que piensa, que habla, que siente, que ríe, que llora, que tiene familia, que sufre…aunque sea musulmán o negro. Recuerdo la frase final de un documental sobre el Sahara, llamado “Laila”: “Los ojos que tienes en frente no son ojos porque tú los ves, son ojos porque te ven”. Es lunes.

3 comentarios:

  1. Creo que hay muchos "otros" en nuestro país, ciudad o barrio y mucha gente ni los acepta ni los ve, o los mira y trata por encima del hombro ; puede que no necesitemos y a Africa,empecemos por aquí.

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  2. que mejor manera de empezar un lunes..
    el otro día presencié una situación un tanto inquietante: dos chicos de unos 20 años abucheando a dos hombres de unos 50 a la salida del metro. Esto después de estar un rato hablando en el vagón de una tienda donde vendían unos "puños americanos de puta madre" y de tararear el cara al sol. Podeis imaginaros mi cara.
    ¿Estos cambiarían yendo a África?

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  3. Amalia a esos que mencionas yo les obligaría a ir como terapia. Hay un juez en España que en vez de condenar a los jóvenes por violencia o racismo les obliga a hacer trabajos sociales de cualquier tipo. No hace falta mandarles a África, en todas las ciudades españolas hay barrios marginales donde podrían convivir con “los otros" y aprender.

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