domingo, 13 de marzo de 2011

BIUTIFUL

Cuando preparábamos en el Sahara una excursión al muro de la vergüenza levantado por Marruecos, un saharaui nos recomendaba el viaje diciendo: "es muy bonito". De inmediato le corregimos y le dijimos que podía ser impresionante o emocionante, pero bonito, lo que es bonito... Pues a la película Biutiful le pasa igual. Uno sale del cine diciendo ¡Qué peliculón! o ¡Qué peazo actor!, pero lo que es bonita, no es demasiado. De hecho si hubiera sabido algo más de ella no hubiera entrado a verla ni por asomo. Lo he pasado muy mal y no sé si voy a poder dormir en los próximos días.
El gusto por lo feo. Es una tendencia bastante generalizada en el panorama artístico actual y esta peli es un buen ejemplo de ello. No hay ningún sólo plano agradable a la vista, no hay espacio físico para más maldades, sustos o desgracias personales. Sí hoy en día quieres ser un buen director de cine tienes que llenar la pantalla de ataudes, sangre y dolor...sino, eres un ñoño. Voy poco al cine y reconozco que entiendo poco, pero no comparto esa tendencia de sacarte la yugular rajándose, la jeringuilla entrando en la vena o el entierro con cámara subjetiva desde el interior de la tumba. Creo que el mundo es suficientemente duro y cruel y se puede reflejar esa crueldad sin necesidad de hacer vomitar y provocar insomnio en el espectador. Yo lo llamo efectismo y me parece algo bastante fácil de hacer, pero que vende mucho por lo que se ve. Montse, que salió también impactada, ha estado leyendo varias críticas y nos quedamos con una frase de Carlos Boyero que resume muy bien la película: "Pornografía de la miseria". Eso sí, Bardem ¡Chapeau! una vez más.
En el mundo de la fotografía pasa algo bastante parecido. Si vas por ahí fotografiando cosas bonitas, eres, además de un cursi, un aficionadillo. Si lo que quieres ser es un buen artista y ver tus fotos en ARCO u otra gran feria, debes fotografiar cosas muy feas, a ser posible fábricas en ruinas, amasijos de hierros o animales muertos y hacer ampliaciones de dos metros. Nadie se atreverá a decir: ¡Qué feo!
Es mi opinión y la comparte bastante gente que no se atreve a decirlo porque sino eres tachado de inculto que no entiendes el arte contemporáneo o de ñoño. Mi admirado Lluis Llach se quejaba de que en estos tiempos no se pudiera hablar de belleza o ternura sin que te llamaran ñoño o mariquita. Y yo estoy con él y en contra de la creciente tendencia de "El gusto por lo feo". Y no me vale lo de que sobre gustos no hay nada escrito, porque hay muchísimas cosas escritas, incluso esta estúpida y fea entrada.

4 comentarios:

  1. Yo llevo dos meses soñando con la escena de los chinos en la nave....Pero la peli a pesar de todo me gusto.

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  2. Es la segunda vez en mi vida que salgo del cine pensando ojalà no la hubiera visto. La primera fue con una película brasileña “Ciudad de Dios" creo que se llamaba.
    Bardem es un genio un autèntico monstruo. A esta película en mi humilde opinion le sobran la mitad de las historias. Solo con el retrato de la sordidez de la vida cotidiana de su protagonista habría conseguido transmitir lo que buscaba. Babel me parece mas redonda, me gustò mucho.

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  3. Totalmente de acuerdo, una buena peli que ojala no hubiese visto...

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  4. Pues no pienso verla. Tampoco comparto el gusto por lo feo, lo soez, lo macabro... La ya nos lleva a esos lares en cuanto se pone un poco de atencion en ella, lo malo es que Demás no se suele ir mas allá no se intenta dar una visión trascendente o una salida a la luz seria esperanzador, o sea ñoño.

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