jueves, 26 de mayo de 2011

LA LISTA DE LA VENTA

Todavía nos queda más de un mes aquí. Imaginad que a cualquiera nos dicen que vamos a estar un mes en San Francisco, es un sueño. Pero como dice Montse, al ser el último de una larga temporada, parece como que es tiempo de balance y despedida. Tranquilos que no os voy a soltar aquí mi melancólico repaso del año. Para saber cómo nos ha ido ya tenéis el blog, donde está prácticamente todo lo ocurrido en esta cuatro paredes, las de mi cerebro, y también dentro de esta confortable casa y de esta inigualable ciudad.
Pero sí hay que empezar el desagradable proceso logístico de mudanza y es verdad que muchas veces va empapado de nostalgia. Después de estar todo el día haciendo la lista de la compra, ahora hay que empezar con la lista de la venta. Por ejemplo, tengo que vender mi bici, con lo barata que me costó, lo bonita que es y lo que molesta cuando entras en casa con las bolsas de la compra. Me costó cerca de 50 dólares, así que la tengo que vender por más de veinte, ya que sólo la he usado tres veces y me saldría a diez dólares el paseo, más caro que una de alquiler. También hay que vender un coche que se conoce la ciudad y sus cuestas como nadie pero que empieza a pedir a gritos nuevas pastillas de freno y una pequeña revisión. Del lamentable estado higiénico de su interior, prefiero no hablar. Aprendizaje del año, no hace falta lavar el coche más de una vez al año. Vendemos también todas las camas; pobre del que compre la mía, debe tener el somier deformado, el colchón aplastado y en el almohadón retumban aun los ronquidos, no será fácil quitarlos. Aprendizaje del año, no pongas la única tele de la casa en tu cuarto si no quieres que tu cama sea un patio de butacas. Las mesas y las sillas también; claro que antes haré una concienzuda limpieza de sus bajos para que nadie se lleve de recuerdo un poco de nuestro ADN en forma de moco. Un experimentado microondas que ha visto explotar albóndigas, salirse leche y cuyos cuatro pitidos son toda una seña de identidad de la casa. Un sofá-cama que tardé dos días en montar y que el que lo quiera, además de pagarlo, tendrá que desmontarlo con la llave Parklin y las instrucciones de Ikea; eso sí, los calcetines y piezas de Lego que encuentre en el interior son nuestros. Una plancha de un único uso, para planchar la camisa de Martín el día que cantó el himno de Oregón. Aprendizaje del año, se puede vivir sin plancha. De lo más valioso es la guitarra en la que intenté aprender a tocar; debe ser muy buena porque pocas guitarras pueden presumir de sobrevivir a tal aporreamiento. Aprendizaje del año, se puede vivir sin guitarra. Vendemos todo, desde la cortina (sólo hay una) hasta la batidora, desde la paellera hasta Lucio (todo tiene un precio). Aprendizaje del año no se puede vivir sin ninguno de estos cuatro artículos.
También tendré que hacer algunas gestiones: darme de baja del seguro del coche, de internet, de la tele por cable, del periódico, del gas, de la luz y sacar el día 30 los 151 dólares que deben quedar en el Bank of America ¡Diós mío! me está entrando una pereza horrible, mejor nos quedamos otro añito, así seguimos con el blog ¿vale?

4 comentarios:

  1. Pufff que agobio, me ha recordado a mi último mes canadiense. Tendrás que hacerte un calendario para que no se te pase ningún plazo de bajas y devoluciones, pelearte con tus hijos y contigo mismo a ver con que te quedas para traerte a España, organizar la venta de los objetos más grandes, muebles y demás te aconsejo que lo hagas por internet, no creo que te apetezca poner el quiringuito en la calle, eso supone bajar los muebles. El cochecito, por suerte yo no tuve que venderlo, se lo coloque a la empresa y que se jo...Pero si que me tocó vender una casa, y con lo raritos que son los amigos Canadians resulta que cuando alguien va a verla tu no puedes estar en casa, los de las inmobiliarias tienen su llave y tu te tienes que pirar, recuerdo una larga serie de tardes lloviendo en mayo con Lucia haciendo los deberes en el coche, aparcadas una calle más arriba mientras alguien enseñaba mi casa. No te envidio este último mes para nada, a unas malas tendrás que llamar al Salvation Army y que se lleven lo que quede el último día.

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  2. Qué pereza, estoy de acuerdo contigo, vaya mesecito os espera. Por una vez no me dais envidia, jejeje ;)

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  3. Como se nota el odio por el año que os habeis pasado. En vez de dar animos, se rien de vosotros jajaja
    A joderse :P

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  4. Verdad que sí Antonio, son unos envidiosos. Lo de los muebles creo que no va a ser muy dificil. Lo que me da mas pereza es hacer limpieza y empezar a tirar miles de mierdas acumuladas durante tanto tiempo. Y luego tampoco sabemos donde acabaremos los últimos dias cuando se lleven los muebles. Supongo que necesitaremos un hotel los últimos dias.

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