sábado, 30 de abril de 2011

LA AMÉRICA PROFUNDA

Mira que hemos visto películas, mira que nos lo habían comentado, pero hasta que no lo ves no te lo crees. La América profunda es muy profunda. Nuestra imagen del yankee gira siempre en torno a New York, Los Ángeles o San Francisco. Pero entre medias hay otros 50 estados en los que hay de todo; algunos muy avanzados, muchos totalmente desérticos, otros extremadamente gélidos y la mayoría absolutamente desconocidos para los europeos. Siempre nos metemos con los americanos porque no saben dónde está España o saben muy poco de Europa, pero quién de vosotros sabe localizar Idaho; yo acabo de ir al mapa de los niños para mirarlo.
En el viaje que acabamos de concluir hemos recorrido cuatro estados y en algunos casos nos hemos adentrado en lo que podría llamarse la "Deep America". Los pueblos mineros de Nevada, muchos de ellos fantasmas, o los poblados de indios Navajos de Arizona, viviendo en condiciones mínimas, nos han dado una visión muy distinta de este país. El país más rico del mundo tiene enormes bolsas de pobreza, al margen del Bronx o de los homeless de Market street. Entre rectas de más de 100 millas, sin una sola gasolinera ni un maldito bar en el que parar, encuentras pueblos con un encanto especial, ese regusto que tienen los sitios poco conocidos, poco visitados, aunque en este caso tengan también McDonalds. Hemos visto paisanos, como los que a mi me gusta fotografiar en los pueblos de La Mancha, pero aquí todos llevan sombrero y muchos de ellos, revolver, y en lugar de zarajos y mollejas en el bar de la plaza del pueblo, piden pancakes y cheese burguer en el saloon-casino de la carretera.
Antiguos mineros que se resisten a dejar sus raíces, indígenas que subsisten en base a un subsidio estatal a las tribus locales o vaqueros, rancheros o cowboys que siguen acarreando día a día al ganado. A todos ellos les une ese extraño patriotismo, el amor por su bandera y sus fuerzas armadas, el vicio por el juego y el alcohol y un desarrollado síndrome de Diógenes que les lleva a almacenar en sus cocheras y jardines todo tipo de vehículos, somieres, muebles y chatarra.
La América profunda, toda una experiencia que nos ayuda a conocer un poco más este país... O, Pensándolo bien, a entenderlo todavía menos.

3 comentarios:

  1. No dejaríais acercarse a lo niños a esas balas de paja no? Por otro lado, yo si se de que me hablas, al fin y al cabo viví en la Canadá profunda, y teniendo en cuenta que son el vecino paleto, pues imagínate...

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  2. Envidia!!! Pero mucha...
    Que bien lo tienes que estar pasando tío Diego.
    Saludos.

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  3. Has sacado la foto de los paisanos a escondidas!!!
    Por si las armas... digo las moscas.

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