viernes, 8 de abril de 2011

EL VIENTO ME VUELVE LOCO

Textualmente. No me gusta y ejerce sobre mi una extraña y peligrosa excitación. El origen puede que esté en aquellas gafitas redondas que llevaba en mi juventud y que a veces se me caían cuando soplaba aire o más bien en mi profesión, organizando eventos, donde no existe peor enemigo que el viento. Cuando tengo que ir a Tarifa lo paso fatal, se me mezclan las canas del lado izquierdo con las fachas del lado derecho, me entra arena por todas partes y siempre me refugio en el hotel esperando que deje de soplar. En el Sáhara me meto en la haima y rezo a Alá para que pare, recordando lo mal que lo pasé hace unos años cuando cinco corredores se nos perdieron en el desierto en medio de una tormenta de arena. En San Francisco, a veces hay fuerte viento. Hace un par de semanas se cayeron varios árboles, uno de ellos en nuestra calle, y los bomberos no pararon en toda la noche. De hecho yo tampoco dormí, me quedé despierto esperando el momento en que el vendaval terminara de derruir nuestra casa; entraba por las ventanas, la chimenea, la escalera... Pensé que era un anticipo del gran terremoto. Los únicos que disfrutan son los "windsurfistas" y "kiteboarders" que se bajan como locos a la bahía y a pesar del frío cruzan de un lado al otro dando impresionantes saltos con el Golden Gate y Alcatraz como fondo de escenario.
Yo me limito a practicar mi deporte de riesgo preferido, ir al parque con Lucio. Con este viento, de verdad que es peligroso. Vuelan ramas de árboles por todas partes, la arena de los peques empieza a volar convirtiéndose en ataque de alergia inmediato, el periódico siente envidia de las cometas y rompe a volar y cuando lo recuperas no hay una hoja en su sitio, Gadaffi ha fichado por los Giants, Obama está en la cartelera, Gasol es el hombre del tiempo y Berlusconi está en la páginas de contactos... ah, por lo menos esa está bien.
Hoy en mitad de mi locura provocada por "Eolo", me ha atacado un pájaro, que intentaba posarse en mi cabeza. He recordado la película de Hitchcock, que por cierto estaba grabada aquí y me he puesto a Berlusconi de sombrero. A continuación se me ha acercado Ananda, un amiguito de Lucio, llorando porque se había dado un golpe en la cabeza. Para quitarle hierro al tema y con ese ácido humor que me caracteriza le he dicho en inglés: "No te preocupes, hasta que no te empiece a salir el cerebro por los oídos y la nariz, no pasa nada". Media hora después ha vuelto el chavalillo todo asustado con unos repugnantes mocos que le colgaban y me ha balbuceado: "¿Es esto el cerebro?". Le he sonado, he recogido los restos del periódico y me he subido a casa corriendo, que el que con niños se acuesta... Es un pederasta.

1 comentario:

  1. El viento es un fenomeno extraño..........yo, hasta que comencé a navegar en barco y en tabla de windsurf, nunca me había preocupado ni sabía nada de él. Luego, se convierte casi en una obsesion cuando de el dependes para practicar tu deporte favorito y poco a poco vas aprendiendo algo de meteorología. En la vida normal es molesto, salvo en verano cuando se agradece una brisa suave........El viento, ahora está "de moda" es una energía alternativa en auge y sirve para poco más........ en todo caso cuando navegas, no suele ser molesto, pues "viajas" dentro de él. Ademas de la fuerza del viento es muy importante su direccion. Gracias a él, Colón descubrió america....... Si el viento hubiera soplado en sentido contrario, yo creo que hasta el soglo XvII no se hubiera descubierto américa.........Fonso.

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