La semana pasada Diego y Simón presentaron su trabajo de fin de curso. Las clases no han terminado, lo harán el día diez de junio pero antes de empezar las vacaciones de Semana Santa presentan el trabajo más importante del año.
Cada alumno elige un tema que le interese, se lo cuenta a la profesora y si ésta da su visto bueno empiezan a investigar por su cuenta con libros, con el ordenador, haciendo entrevistas, cada uno como quiera, como piense que va a encontrar lo que busca. Semanalmente entregan un guión de lo que van haciendo. Como van a estructurar su trabajo, el contenido, explicando por qué han elegido cada uno su manera de trabajar y de contar las cosas, con libertad.
Hasta aquí se parece bastante a cualquier trabajo escolar aunque hay una parte que a mí me parece fundamental y no suelen enseñarla, y es saber organizar y dosificar un trabajo a largo plazo en el tiempo y en contenido. Con trece o catorce años no están acostumbrados a planificarse un proyecto así y la mayoría lo haría deprisa y corriendo en la última semana antes de entregarlo. Esta que os cuento es la mitad del trabajo, la otra mitad es un proyecto artístico relacionado con el tema que cada uno ha elegido.
Pero para mí lo más importante de todo es que lo tienen que presentar de forma oral delante de sus profesores, compañeros y todos los padres. Es una de las cosas que más nos gustan de este colegio, les enseñan desde pequeños a hablar, cantar, bailar, recitar o lo que sea, en público. Cuando llegamos y los chicos se enteraron de esto, estaban asustados. Nunca lo habían hecho y les da una vergüenza terrible.
Según van pasando los meses y les ha tocado participar en una obra de teatro, bailar y yo que sé cuántas cosas más, se les ha quitado el miedo y se lo pasan bomba. Me parece una suerte terminar octavo grado, o tercero de la ESO y saber hablar en público.
Y llegó el día de la presentación. Cada alumno tiene unos cinco minutos para hablar de su tema y enseñar su proyecto artístico. Me encantó verlos a todos, unos más tímidos, otros serios, otros extrovertidos, otros divertidos y hasta alguno tronchante.
Permitidme que haga de madre “chocha" y os cuente la presentación de Diego. El tema, los vehículos de dos ruedas, desde los primeros inventos hasta ahora. Se nota que a su padre no le gustan casi la motos. Su "artistic proyect", una moto-maqueta hecha con trozos de lata, cartón, alambre.......Salió al escenario con la sonrisa en la boca y una seguridad pasmosa. Habló con una gran fluidez por supuesto en inglés, con un acento que parece que nació aquí , bromeó con el público.......le salió muy bien. Después de los cinco minutos hay un poco más de tiempo para que los padres o compañeros hagan preguntas.
Yo no lo pude evitar. Cuando terminó Diego de hablar levanté la mano y delante de todo el auditorio le solté: "I just want to tell you that you speak very good english, how do you do it?" Los padres soltaron una carcajada y después aplaudieron a Diego. Y yo me fui a casa más ancha que larga.
OLE CON LA MADRE DE LA PANTOJA. Todas somos iguales con los nuestros churumbeles. Hasta Amalia, que hay que tener narices y amor por los hijos para llevar semejantes fotos en la cartera. Efectivamente el único que se libra es Nicolás. Lo que me hace pensar en robarle la cartera a la Carmen en cuanto llegue a Madrid a ver que lleva...
ResponderEliminarPero es que si no lo digo yo, nadie se atreve a decir la verdad....cobardessssssss.
ResponderEliminarEsta mas que evidente que Diego es el peor parado de todos. Es una mezcla entre ""no se que"" y un "" que se yo"" muy dificil de clasificar.
Cuñaaa, cuando le conociste ¿¿era asín??
La mujer del hermano mayor