sábado, 29 de enero de 2011

NO SABE O NO CONTESTA

A partir de ahora esa va a ser mi casilla elegida en cualquier encuesta. Me he declarado en rebeldía, en objeción de conciencia. No contesto más preguntas. Lo he decidido tras varios meses de convivencia con estos cuatro simpáticos pero "cabroncetes" elementos que tenemos en casa. Un día voy a contar cuántas preguntas me llegan a hacer a lo largo de una jornada. Cienes y cienes. ¿Alguien ha visto mis zapatillas?, ¿A qué hora vamos a cenar?, ¿Vais a salir?, ¿Puedo usar el ordenador?, ¿Me puedo duchar después de hacer los deberes?, ¿Hay vida en el más allá?...
El que se lleva la palma es Simón, que como ya os dije el otro día, duplica todas sus preguntas porque antes de hacerlas siempre pide permiso:
¿Diego, te puedo hacer una pregunta?
Sí.
¿Qué hora es?
Las siete.
Como está prestado y no tengo excesiva confianza no me atrevo a darle un sopapo, que le sacaría de dudas. En el fondo es un síntoma de buena educación, de pedir permiso para todo, pero yo ya no aguanto que me pregunten más estupideces. Después de tener que responder a cuestiones tan complejas como ¿dónde está el hielo? o ¿la cáscara del plátano es reciclable?, he puesto en práctica un experimento que me está dando muy buenos resultados. Cada vez que oigo una pregunta de respuesta obvia, simplemente no escucho, no oigo, sigo haciendo mi vida como si nadie hubiese hablado y compruebo como la pregunta va y se responde sola. Probadlo. De esta forma no desgasto ni un milímetro de mi cerebelo para asuntos inconsistentes y guardo neuronas para responder las profundas preguntas de Martín y alguna que otra de Lucio, que ya va aprendiendo.

4 comentarios:

  1. Pero ¿como eres así?, ¿porque haces eso?

    ResponderEliminar
  2. Te propongo una mejor que pasar de ellos, claro que incluye el que tu muevas tus neuronas un poco, a preguntas chorras contestas con otras preguntas pero complicadas y les dejas que investiguen igual los entretienes un rato. Por cierto, ya has escrito un libro, plantado un árbol, tenido hijos y cruzado el Golden en Harley, disfrutado de un año sabático, te queda alguna experiencia vital absolutamente necesaria sin realizar? Pero que pijo que eres...

    ResponderEliminar
  3. Por supuesto Mati, todavía no tengo un barco de vela para ser un auténtico pijo...Je,je

    ResponderEliminar