Los Ángeles de Alcobendas. Ese es nuestro nombre de guerra. No puedo decir que seamos unos tipos muy duros, pero el cuero lo maquilla todo. Llevamos veinte años juntos recorriendo el mundo sobre ruedas de todos los tamaños. Nada nos para. Somos tres pero tenemos otros muchos fieles escuderos y amigos. Jesús, "el Chuso", es un tipo peculiar, un genio despistado con mucha gracia. Fernando, "el Ferpo", está soplado, un loco muyyyyy divertido. Quien firma esto es conocido como "el Zorro plateado" por ese ligero tono blanquezino de su larga cabellera.
Ayer nos dimos el lujazo. Queríamos pasar el Golden Gate en Harley Davidson y así lo hicimos. Sueño cumplido. Siempre grito cuando cruzo el Golden Gate, pero esta vez, en moto, creo que me oyeron hasta en Alcatraz. Es una gozada. Vas sentado como en el sofá de casa. El viento te golpea en la cara. El martilleo de los cilindros "tucutucutucutucutucu" es música celestial. La carretera de la costa, hacia Point Reyes, zigzaguea invitando a la diversión. Comemos ostras en un mirador sobre el Pacífico. ¡Qué envidia! ¿verdad?
Hasta aquí la versión oficial, a partir de aquí la oficiosa, la real. El Chuso se planta en el alquiler de motos sin carnet de conducir. Tenemos que poner una moto a nombre de Montse y hacerle pasar un mal rato a mi pobre esposa sacando de aquel garaje ese cacharro de tropecientosmil kilos. El Ferpo llega y se pone a chapurrear en un "patetic english" con todo el que se cruza en su camino con un único tema de conversación, el motocross clásico. Reconozco que los dos le echan el morro que yo nunca he tenido y lo envidio, aunque me hacen pasar vergüenza. La Harley Davidson es un hierro con mucho nombre, pero un hierro, difícil de meter en las curvas o de parar en los cruces. El ruido es ensordecedor y las vibraciones te hacen saltar los empastes. Hace un frío de pelotas, vamos los tres tiritando. La niebla no nos deja ver el maravilloso paisaje que suponemos que hay al otro lado del acantilado. Las ostras nos las ponen con ketchup. La broma nos ha costado una pasta... Ahora todos más tranquilos, ¿a que sí? Ya os dije que el objetivo de este blog no es dar envidia a nadie, aunque la verdad es que nos lo pasamos en grande, nos reímos un montón y grabamos este vídeo de recuerdo. Una experiencia muy chula, aunque como dice Jesús, un poco bastante gay.
Todavía no entiendo como pude juntarme con este par de dos.
Todavía no me llegó la pizza Eaglerider supreme que pedí el sábado.....entos angeles del infierno son más bien del purgatorio.....
ResponderEliminarEstá marchando!!!
ResponderEliminarDiego,corazón cuando vas en la Harley con la chupa de cuero,pañuelo en la cara y todo eso acuerdate de que tu clásico jersey gris de punto no salga por debajo de la cazadora.Sin acritud...besos
ResponderEliminarTienes toda la razón del mundo, Bea. pero soy así de desastre, luego veo las fotos y me cabreo... Pero recuerda que somos Eagleriders de Alcobendas, que son un poco más horterillas ¿no?
ResponderEliminarMas bien parecéis los cerdos salvajes...
ResponderEliminar...el jersey es una seña de identidad inapelable ...está bien asomando jeje un abrazo!
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