viernes, 24 de junio de 2011

EL PARQUE DE INSTRUCCIONES

El mocosillo nos tiene locos con su inglés. Sigue mejorando porque sigue practicando y su pronunciación es buenísima. Como no sabe leer ni escribir, aprende sonidos y lo hace con gran precisión. Tanta que ahora somos nosotros los que muchas veces no le entendemos o que incluso recurrimos a semejante mindundi para que nos traduzca algo que no entendemos. La gente se parte de risa oyéndole y dicen que parece un auténtico californiano. Eso sí, de vez en cuando suelta unos palabros bastante curiosos: a la luna la llama "Muna" y a la granja, "farma". Durante los últimos días se levantaba siempre pidiendo ir al parque de instrucciones, hasta que hoy, apoyado por sus hermanos mayores, ha conseguido el objetivo.
Hemos bajado hasta San José para pasar el día en el "maravilloso" Great América, un parque de atracciones con todo lo bueno y lo malo de estos sitios. Lo bueno, la sonrisa de los niños, o más bien sus carcajadas; lo malo... Uf me da pereza hasta escribirlo. El precio, el timo, la estafa, esta atracción no está incluida en el precio, quiero una Coca, hot dog, pizza, nachos, sushi, globos, algodón de azúcar, palomitas, niño no te cueles, tiro al blanco, por tres dólares hágase una foto con Snoopy, os lo juro por Snoopy (vaya, eso es lo que decían los pijos, a ver si voy a ser un hippijo), pop corn, palomitas en inglés, burguer, souvenir, foto con cara de susto, señora gorda sudando, chicanos, niños gruesos, manzana cubierta de caramelo, niño perdido llorando, ketchup, horteras a tutti plen, guiri con camiseta del Madrid, falsa pero del Madrid, niñas vestidas de cheerleaders subidas en los caballitos, música mezclada con otra música que se mezcla con la siguiente música, sirena de atracción que termina, vigilante que regaña, papi una más porfa... Inolvidable. Ya os dije que la profesión de padre era muy dura. El sacrificio que llega uno a hacer por ver y oír la risa de sus hijos. Os tengo que confesar que hasta me he subido dos veces en la montaña rusa infantil (aquí se llama roller coaster, a los rusos ni agua) con Lucito y me ha tenido que animar y consolar del miedo que he pasado.
Y lo que no puedo entender es la gente que programa sus vacaciones y largos viajes para meterse durante una semana en uno o varios parques de estos, por muchas "instrucciones" que tengan.
Menos mal que hemos podido desengrasar un poco visitando el estupendo museo egipcio de San José. Qué placer y qué alegría verse rodeado de tanto sarcófago, tumbas y momias.

1 comentario:

  1. Ayer me sentí igual de mal que en las Vegas, odio Los parques de atracciones.

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