martes, 7 de junio de 2011

¿DÓNDE ESTABAS TÚ?

Yo volvía de Elche con Fernando y Jesús. Habíamos ido a comer con un cliente y este nos llamó a darnos la noticia. Yo iba conduciendo, esto no es noticia, porque soy el típico desconfiado que nunca dejo a nadie tocar el volante. A nadie. Siempre que oigo esos estúpidos pero entretenidos estudios sobre el consumo de nuestro tiempo hago una adaptación a mi persona y me quito un par de años de sexo para añadirlos conduciendo. Sí, os pongo al día, como siempre: una persona que vive unos noventa años, pasa un tercio de su vida durmiendo; otro tercio, sentado, y otros treinta años, de pie. De los treinta años sentado, cinco son viendo la televisión y otros cinco sentado en el retrete; bueno no, estos cinco son en el cuarto de baño y una parte es de pie en el lavabo o la ducha y otra, sentados en el trono. Tampoco hace falta entrar en más detalle ni dar las cifras del sexo porque siempre están basadas en la fantasmería de la gente y sólo sirven para deprimir al personal. Así que cerremos la estadística diciendo que unos cuatro o cinco años los pasamos estudiando y unos veinte añitos en el trabajo, que no trabajando.
Aquí quería yo llegar. Todos estos datos nos sirven de referencia para mi pregunta: ¿Dónde estabas tú? Cada uno sabemos dónde estábamos en el fatídico momento del once de septiembre del 2001, es un dato que tenemos perfectamente guardado en la memoria y siempre que surge el tema, lo comentamos en público. Ya verás como hay más de uno que nos lo cuenta en los comentarios. Pero nunca he oído a nadie decir: "Pues yo estaba plantando un pino, cuando lo oí en la radio", ni tampoco "estaba en el párking de un hipermercado dándome la paliza con mi vecina, cuando me llamó mi mujer a contármelo" o aquello de "me estaban haciendo un tacto rectal, cuando la enfermera llamó urgentemente al médico"... Ni otras muchas situaciones indecorosas en las que según las estadísticas, se encontraba un montón de gente. Sabemos que Bush estaba en un colegio asustando a unos niños, pero... Y Clinton, ¿dónde estaba Clinton?... ¡Ay, pillín!
Como en esta ciudad hay tal obsesión con el gran terremoto que está por llegar, siempre estás pensando que puede ocurrir en el momento más inoportuno. Yo, desde luego, siento pánico ante la posibilidad de sobrevivir y salir en la tele haciendo declaraciones en pelotas y con todo el pelo lleno de espuma. Por suerte nunca he estado en una circunstancia de catástrofe, ni espero estarlo, pero imagino que habrá mucha gente en situaciones un tanto comprometedoras... Yo por si las moscas me voy a duchar con bañador y sin champú ni nada.

4 comentarios:

  1. Mientras no tengas que salir en pelotas con el dedo del médico metido en el culo a causa del tacto rectal y de la perdida del brazo del galeno por el terremoto, todo irá bien. Me encantaría haber estado en alguna de esas situaciones que cuentas el 11 S, pero estaba trabajando ... "licenciado en pringuenton". Es curioso como -con los años- volvemos a las practicas infantiles, y me explico, es fantástico ver como se parece tu ducha "con bañador y sinchampu ni nada" a las de mi hijo Jaime. Diego, estas volviendo a un mundo infantil.
    OS ECHO DE MENOOOOOOOOOOOOOSSSSSSSSSSSSSSS

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  2. Sí hay testimonios de gente a la que ha pillado algún suceso en situaciones indecorosas, aquí te dejo la prueba Diego:

    http://www.youtube.com/watch?v=2pJid3r0aqg

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  3. Mario: ES GENIAL!, y además con ese acento más todavia.

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  4. Buenísimo Mario, me encanta la espontaneidad de los niños y su sinceridad.
    Pues como dice Diego.......a mi el 11-S me pillò en casa con mi madre. Estàbamos comiendo y teníamos la televisiòn encendida. Pensè que estaban hablando del estreno de una película, no podía creer que lo que estaba viendo era real.

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