miércoles, 2 de febrero de 2011

MI CARRO ME LO ROBARON

El otro día me fui yo sola a hacer la compra. Vamos a un supermercado un poco retirado de casa porque es lo más parecido a un supermercado español que hemos encontrado y porque los precios de algunas cosas cuestan tres veces menos y no exagero. Como me conozco y sé que tengo gran facilidad para perderme, le pedí a Martín que me acompañara, qué ilusa, como que ir con él me iba a librar de perderme. Necesito un ayudante, le dije, como si él supiera si tengo que girar a la derecha en la décima o en la siguiente, pero me daba seguridad ir acompañada.
Según arranqué el coche se quedó dormido como un tronco, es absurdo pero me empecé a angustiar y a pensar que si él estaba dormido seguro que me iba a perder. Milagrosamente llegué a la primera, reconozco, de casualidad.
Os lo juro a mí me cambian las calles y las tiendas de sitio pero ayer siguiendo las indicaciones de mi memoria, acerté. Allí estaba. Que alegría verlo en el mismo sitio de siempre, exactamente entre las mismas calles y no tres más allá y en dirección contraria a donde estaba la semana pasada.
Metí en el carro todo lo que necesitaba siguiendo en orden riguroso la lista que Diego me había preparado. Debo ser peor de lo que pienso porque la lista estaba hecha de tal forma que siguiendo los pasillos de izquierda a derecha, como él me había indicado, me iba a ir encontrando las cosas en el mismo orden que estaban escritas en la lista.
Todo perfecto, ya casi he terminado y decido ir a avisar a Martín para que se de una vuelta y me ayude a meter las cosas en el carro. Cuando vuelvo.....mi carro, hasta arriba de cosas, había desaparecido. Ya decía yo que estaba saliendo todo demasiado bien. Se ve que hay gente que se dedica a meter cosas en carros y luego los abandona. Os juro que no pasaron más que unos minutos, que debieron parecer suficientes a una empleada para llevarse mi carro al almacén y empezar a vaciarlo.
¡Me hierve la sangre con estas cosas!
Nos metimos en el almacén a separar nuestras cosa que habían repartido en tres carros diferentes. Rabiosa y con ganas de irme a casa, iba echando en el carro sabiendo que seguro se quedarían cosas y seguro me llevaría otras que no eran mías, mientras Martín me mira con cara de "ya la ha liado mi madre otra vez".
La vuelta a casa mejor no os la cuento, para no aburrir.

8 comentarios:

  1. Si no te conociera pensaría que estás de coña. ¿Como es posible que alguien haga la lista de la compra, y no esté organizada al menos por secciones? Solo tu hermanita, claro que tu caos es una de tus gracias. Lo de perderse en una ciudad que no es la tuya no es tan raro, en Regina hasta que no tenías claro donde estaba el Norte lo llevabas claro, te perdías seguro. Peor es perder el coche, cosa que al menos a mí me ha pasado en un puñetero parking, o peor es también perder al niño, eso gracias a Dios a mi no me ha pasado todavía, y con la edad que tienen ya no creo que me pase...¡Viva!

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  2. Matilde por si no lo sabías, yo también he perdido el coche varias veces. La última lo denuncié a la policía, convencida de que me lo habían robado. Estaba aparcado en la siguiente calle..........

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  3. Vaya par de hermanas, la virgen. Matilde, por los hijos no te preocupes, que ya se "pierden" ellos solitos... (Que se lo pregunten a nuestras madres)
    Besos

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  4. Montse, ¿en serio te pasan esas cosas? que divertido tiene que ser ir de compras contigo jejeje. Muy divertida la entrada =)

    Doy fe Manolo, doy fe. Aparte de echao a perder, me pierdo yo solito con el coche una vez a la semana (para no perder las buenas costumbres).

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  5. Que no soy Manolo, leñe, que soy MANUEL. Tu madre y tu tía ya tienen la mente esclerótica, pero tú todavía puedes cambiar, Mariete (jejeje)!!

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  6. Vamos a ver, que yo sepa la única persona autorizada a llamar a Manuel, Manolo soy yo (sin contar a su madre, por supuesto), que soy muy cabezota.
    Pués si Mario, me pasan estas cosas...........y me río de mi misma, por no llorar.

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  7. MAMA: Acepto el reto! Yo todavia puedo preguntar por mi mami en megafonia ¿no?

    Lucia

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  8. Claro hija, claro y cuando vean que tu mami que te va a recoger es más bajita que tú que les decimos? Si estimas en algo tu cara bonita no me tientes...

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