viernes, 11 de febrero de 2011

DEPORTE EXTREMO

Aceleras sobre la pradera arrancando algo de hierba, subes una loma y en la cima vuelas, cruzas las moto, caes y afrontas el peralte del bunker de arena, vuelves a saltar, caes sobre el green y allí das gas a tope para derrapar dando varias vueltas sobre ti mismo. Es un sueño incumplido. Casi un inconfesable deseo sexual. Colarme en un campo de golf con la moto de cross y disfrutar como un enano. Diréis que soy un macarra. Lo soy. Y mira que me gusta el golf, me parece divertido, aunque no soy asiduo practicante. Diréis que soy un pijo. No lo soy. El caso es que hoy no he podido hacer realidad ese sueño, pero he dejado que dos de mis hijos lo hicieran a su manera. Después de ir a ver la puesta de sol en la playa, han decidido que llegaríamos antes al coche cruzando por mitad del Campo de Golf de Legión de Honor y así lo hemos hecho. Martín, conquistando cada green y ondeando su bandera; Lucio, parando en cada bunker para jugar con las palas y los cochecitos en la arena; los dos removiendo con palos todos los matorrales para buscar bolas perdidas.
Se lo pasan bien conmigo porque siempre hacemos algún deporte de riesgo. Ayer fuimos a Costco a hacer la compra y a la salida, como siempre, intentamos batir nuestro récord de "carring". El parking está un par de pisos más abajo y hay una gran rampa, con curva incorporada, por la que nos lanzamos a gran velocidad con el carrito. Cada uno se pone a un lado, descolgándose como si fueran en un sidecar o en un barco de vela, y yo cojo carrerilla como los pilotos de bobsleigh y subo rápidamente los pies en la repisa de abajo. Últimamente estamos mejorando la técnica y los registros, porque tengo que confesaros que un día nos humillaron dos teenagers que nos metieron una pasada, de las de arrancarnos las pegatinas, en la frenada de la salida de camiones del almacén. Pero que se preparen, que nos estamos poniendo en forma y habrá revancha. Lo malo del tema es que, aunque los cajeros del Costco te ordenan toda la compra en el carrito (a ver si aprenden en España), no lo hacen pensando que vas a lanzarte a esa velocidad en el peligroso pero excitante deporte del "carring". El resultado es que un día pelamos un par de kilos de peras contra el asfalto, otra vez le hicimos un "upside down" a la planta que tenía que llevar Lucio al cole y el último día estampamos un brick de nata líquida en el suelo. Tengo miedo que nos pongan alguna penalización por lo de la nata, seguro que provocó más de un accidente.

2 comentarios:

  1. Diego, ten cuidado a ver si al coger carrerilla como los pilotos de bobsleigh te va a pasar algo parecido a esto. Besos

    http://www.youtube.com/watch?v=QIoEbnic3Jk

    ResponderEliminar
  2. ¡Pero que macarra y gamberro esposo me ha tocado!. De los cuatro elementos que componen mi querida familia, es el peor.............así no hay quién eduque a nadie............jajaja.
    Manolo, que rápido eres.

    ResponderEliminar