martes, 22 de febrero de 2011

LAVARSE LAS MANOS

Vivir en una nube tiene sus ventajas. Tengo una capacidad increíble para estar en mi mundo particular y desconectar de lo que me rodea. Así puedo leer mientras en casa hay carreras por el pasillo, partidos de fútbol o la televisión encendida. O puedo contestar cualquier pregunta de mis queridos hijos mientras pienso en lo que he dejado a medias en el estudio etc. Es agotador pero me cunde mucho el tiempo. A veces hasta tengo la sensación de estar viviendo dos vidas a la vez. Una la de verdad y la otra llena de todo lo que pasa dentro de mi cabeza.
Sin embargo esta cualidad que me ha tocado me ha llevado a situaciones rocambolescas. Unas veces divertidas otras muy ridículas.
Hace un montón de años, cuando Diego trabajaba todavía como periodista y fotógrafo me puse muy contenta pensando, (no se en que planeta me encontraba en ese momento) que le dejaban un Seat 600 para probar en el circuito del Jarama. Me parecía total poner a tope ese peazodecoche, cuando en realidad lo que le prestaban era un teleobjetivo de 600 mm. para su cámara.
Claro que no soy la única que hace estupideces en casa. La otra noche justo después de que el ordenador de Diego entrara en estado de coma irreversible, entra en la habitación mirándose las manos y con cara de preocupación me dice: tengo una infección en las manos. Tengo que buscar un dermatólogo. Como no es hipocondriaco ya debía estas pensando en algo terrible. Llevo varios días notando que tengo la piel muy seca y me pica mucho. Me acerco a comprobarlo y efectivamente estaban rojas y empezaban a aparecer granitos rojos entre los dedos. Voy a cambiar de crema llevo dos días poniéndome esta que compraste y cada día estoy peor, me dice.
Se estaba curando una dermatitis o mejor dicho, provocándosela con hand soap.
Pero el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Unos días después, ya recuperado de la dermatitis, estábamos en el hotel del far west, y llegué justo a tiempo. Le pillé abriendo un bote de acondicionador para el pelo para untárselo en las manos otra vez.
De vez en cuando hay que leer lo que pone en el bote cariño. No vaya a ser que le hagas a Lucio un sandwich de pasta de dientes pensando que es queso Philadelphia.

4 comentarios:

  1. Claro luego yo soy la mala, pero me viene una pregunta a la cabeza y la tengo que soltar ¿¿¿ Diego que haces en el baño con esas manitas???.....que ya no tienes edad.

    La mujer del hermano mayor.

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  2. Pues en el baño que tenga cuidado no se le pase la dermatitis a otro sitio....por cierto en la foto de esta entrada tiene un aire a Angel Nieto con ese pelo....¿no os parece?.

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  3. Qué mal pensada eres, cuñada de la hermana menor. Lo que me ocurre es que estoy todo el día de chacha, fregando, lavando, cocinando... y tengo las manos con más arrugas que el cuello de María Teresa Fernández de la Vega.

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  4. Gracita Morales Diego, Gracita Morales... No des la espalda a los mitos de la España del s.XX

    Nak

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