jueves, 10 de febrero de 2011

KINDERGARDEN-THREE

Así se llama la clase de Lucio, compuesta por unos veinte mocosos de entre cuatro y seis años. Supongo que os sorprenderá que no tengan todos la misma edad, pero este colegio funciona así, hay niños que no han ido a la guardería y es su primer año de colegio, por eso son mayores que otros que ya tienen experiencia escolar aunque sean más pequeños. Lucio es de los más pequeños pero se siente muy a gusto, es su segundo año y en casa le sobra “escuela" con sus dos hermanos mayores.
El otro día fui a echar una mano a su clase, mi amiga Margaret, ceramista, llevó unos azulejos para que los pintaran. Cada mañana empieza siempre con “el círculo". Todos los niños se sientan en el suelo y cantan una canción a la vez que gesticulan y poco a poco se van levantando estirando brazos y piernas, saltando, bostezando para espabilarse y quitarse la pereza antes de empezar a trabajar. A continuación viene la explicación de la profesora. Habla en un tono tan bajo que por un momento pensé que estaba afónica pero no, es una estrategia para que los niños estén quietos y callados. La verdad es que si se mueven dos o tres a la vez o hablan entre ellos no podrían oír el susurro de su profesora que les dice: "hoy están aquí Margaret y Montse para ayudaros a pintar unos azulejos. El tema es la primavera. Cerrad los ojos e imaginaos que una mañana os levantáis vais a la ventana y............ ha llegado la primavera, lo que veis es lo que tenéis que pintar."
En grupos de seis se van sentando para decorar dos pequeños azulejos cada uno. Empiezan a aparecer sobre ellos mariposas, flores, árboles, praderas verdes, arco iris...... Llega el turno de Lucio, que está un poco nervioso, supongo que por ver a su madre en clase. Decido quitarme de en medio para que se tranquilice y no monte el numerito. Margaret le pregunta:
-¿Que había en tu ventana cuando abriste los ojos, Lucio?
- Un monstruo y una serpiente........
- ¡Un monstruo y una serpiente! ¿Es eso lo que has visto en tu primavera?
- Sí claro, un monstruo y una serpiente, contesta él, cargado de razón.
- Bueno, y ¿Qué colores necesitas para pintarlos?
-Negro.
-¿Negro? ¿No crees que verde, naranja o amarillo, sería mas apropiado para la primavera?
-¡No, negro! Mi monstruo es negro.
Ante el asombro de Margaret, pinta una bola negra con un agujero en el centro que rellena de color rojo brillante. Me giro y veo a Margaret, que con la boca abierta y cara de sorpresa me dice: ¿te das cuenta? Es igual que uno de tus cuadros. Y era verdad.
Ya lo decía mi abuelo, de tal palo, tal astilla.

3 comentarios:

  1. Todo el mundo sabe que los monstruos florecen en primavera, qué profa más ignorante. ¿A la vista de lo ocurrido, debemos observar tus cuadros ahora con otra mirada, pintora?
    Besos gordos madrileños

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  2. Claro a partir de ahora los cuadros de Montse deberían llamarse "Primavera 1", Primavera 2", etc. Tus hijos están cada día mas locos hermana, son divertidos esos locos bajitos.

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  3. Un monstruo,Una serpiente...Primavera.Lucio , yo quiero tener tu visión del mundo.

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