En su día presenté mi candidatura a taxista de "Frisco" pero hoy creo que puedo tener un futuro más provechoso si saco partido a mis casi 25 años de experiencia en el mundo de la publicidad y la imagen. Cuando decidimos venir a este páis, uno de los alicientes era que veníamos al paraiso de la publicidad, el patrocinio y todo lo relacionado con mi profesión. ¡Menudo chasco! En la tierra de la NBA, la Nascar, la Indy y el Silicon Valley, lo más interesante que he encontrado de mi sector es el anuncio de la chica con tres tetas que ya os envié. Parece mentira que la que era la octava potencia económica mundial se haya quedado sin creatividad con la crisis. Lo único que se sale de la publicidad convencional es un avión de los que llevan una pancarta detrás y te revientan la siesta en la playa, que está todo el día sobrevolando San Francisco. Vamos, de los años sesenta. La otra gran iniciativa del marketing del siglo XXI es el hombre anuncio; puedes verlo en cualquier rincón de la ciudad. Los de aquí no compran oro, pero ofrecen todo tipo de productos, promociones u ofertas. El de la foto era muy eficaz, lo hacía con gran pasión, paraba a los coches y casi les obligaba a entrar. Después comprobé que debajo del humillante disfraz estaba el dueño de la tienda, quien no se fiaba de ninguno de sus 10 empleados para tan compleja misión. Eso es saber delegar.
Imagino que alguno en Last Lap ya está pensando en vestirme de pitufo, naranjito o algo similar en la próxima promoción y no lo descarto tras ver la aceptación que tiene el puesto en California. Lo que más me ha gustado es una promoción de los Giants, que por cierto van ganando 2-0 las World Series, para incitar a sus fans a dejarse barba, como varios jugadores del equipo. A esta sí me apunto, hasta que pierdan.
10.250 Kilómetros. Es la distancia que separa San Francisco de Madrid. Nueve horas de diferencia. Larga distancia en el espacio y en el tiempo. Estas notas recogen las vivencias y anécdotas de una familia que vivió en California durante un año y volvió para contarlo.
viernes, 29 de octubre de 2010
jueves, 28 de octubre de 2010
MI MIRADOR
El otro día en una encuesta de un periódico preguntaban a los "Sanfranciscanos" por su sitio preferido de la ciudad. Lombard, Dolores Park, Crissy Fields, Japanese Tea Garden, Twin Peaks, Ferry Building... Yo estuve dudando cuál era el mío, hasta que llegué a una conclusión: mi mirador. Incorporado a nuestro dormitorio, con una luz que invita al más entusiasta optimismo, con una mesa llena de mierda como siempre me ha gustado, con una Coca Cola Light al limón, con unas ventanas que abren con manivela y colgado por encima de la ciudad.
A mi derecha, la calle Washington que sube hasta perderse hacía el Océano Pacífico; por allí vienen las nubes y la niebla, así que cómo aquí no hay Florenci Rei, nos asomamos al mirador y decidimos si ponernos jersey o no. De frente la colina de Twin Peaks con la espantosa pero carismática Sutro Tower y los aviones despegando en la lejanía. A la izquierda, el famoso parque de Alta plaza y de fondo la ciudad, con su cúpula del Civic Center y la Bahía. Para que no os entusiasméis reconoceré que no se ven los edificios altos de Downtown ni ninguno de los puentes, pero es que sino no saldría de casa nunca.
Aquí, al solecito o sumergido en la niebla, escribo estas chorradas y otras muchas que sólo mi Mac y yo conocemos.
Pero lo mejor de este rinconcito es que cada hora se oye el alboroto infantil de un grupo de chavales que cruza desde el cole al parque. Cada vez que eso ocurre, doy un salto desde mi silla y me asomo a ver qué clase es. Si es Martín le hago alguna broma, tirando un papel y él presume de padre bromista. Si es Lucio que vuelve de hiking de la mano de una niña, le doy un grito, mira para arriba y saluda feliz. Si es Diego, que vuelve del parque de la mano de una niña, sonrío y me escondo porque si me ve, el grito me lo llevo yo. Y si encima os lo cuento luego en el blog...La que me va a caer.
A mi derecha, la calle Washington que sube hasta perderse hacía el Océano Pacífico; por allí vienen las nubes y la niebla, así que cómo aquí no hay Florenci Rei, nos asomamos al mirador y decidimos si ponernos jersey o no. De frente la colina de Twin Peaks con la espantosa pero carismática Sutro Tower y los aviones despegando en la lejanía. A la izquierda, el famoso parque de Alta plaza y de fondo la ciudad, con su cúpula del Civic Center y la Bahía. Para que no os entusiasméis reconoceré que no se ven los edificios altos de Downtown ni ninguno de los puentes, pero es que sino no saldría de casa nunca.
Aquí, al solecito o sumergido en la niebla, escribo estas chorradas y otras muchas que sólo mi Mac y yo conocemos.
Pero lo mejor de este rinconcito es que cada hora se oye el alboroto infantil de un grupo de chavales que cruza desde el cole al parque. Cada vez que eso ocurre, doy un salto desde mi silla y me asomo a ver qué clase es. Si es Martín le hago alguna broma, tirando un papel y él presume de padre bromista. Si es Lucio que vuelve de hiking de la mano de una niña, le doy un grito, mira para arriba y saluda feliz. Si es Diego, que vuelve del parque de la mano de una niña, sonrío y me escondo porque si me ve, el grito me lo llevo yo. Y si encima os lo cuento luego en el blog...La que me va a caer.
MI VENA REVOLUCIONARIA
El otro día, cuando ibamos al concierto de Manu Chao nos encontramos en la calle con un gran alboroto, delante del hotel Hilton. Nos acercamos y vimos que era un grupo de empleados, protestando por varios despidos. Veo que las cosas funcionan igual en todas partes, los empresarios aprietan a los empleados, todo lo que pueden, hasta exprimirlos, y los trabajadores, se echan a la calle antes de que les echen a la calle.
Como tiene que molar, estar en San Francisco disfrutando de unas románticas vacaciones en uno de los hoteles más caros de la ciudad, cuesta unos cuatrocientos dólares la noche, y que te toque huelga de empleados, se pongan a gritar en la entrada, sin dejarte dormir, y que además, no te limpien la habitación, no funcione el restaurante, etc...
Lo siento, pero a mi me salió la vena revolucionaria, y viendo que había unas pancartas en el suelo, animé a mi familia a unirnos a la protesta, y nos desgañitamos un rato antes de ir al concierto.
Como mola dar unos cuantos gritos, contra quien tiene el poder, sea quien sea. Lástima que no apareciera por allí la Paris, que creo que es la hija del multimillonario dueño de la cadena Hilton. Por saludarla. Espero que no vean la foto en la Embajada porque igual nos retiran el visado.
Como tiene que molar, estar en San Francisco disfrutando de unas románticas vacaciones en uno de los hoteles más caros de la ciudad, cuesta unos cuatrocientos dólares la noche, y que te toque huelga de empleados, se pongan a gritar en la entrada, sin dejarte dormir, y que además, no te limpien la habitación, no funcione el restaurante, etc...
Lo siento, pero a mi me salió la vena revolucionaria, y viendo que había unas pancartas en el suelo, animé a mi familia a unirnos a la protesta, y nos desgañitamos un rato antes de ir al concierto.
Como mola dar unos cuantos gritos, contra quien tiene el poder, sea quien sea. Lástima que no apareciera por allí la Paris, que creo que es la hija del multimillonario dueño de la cadena Hilton. Por saludarla. Espero que no vean la foto en la Embajada porque igual nos retiran el visado.
miércoles, 27 de octubre de 2010
VÍDEOCLIP
http://www2.theuglydance.com/?v=ohvcsrcct5
Mientras tomo una decisión, mejoro un poco con la guitarra y termino de escribir la letra de mi primera canción, os dejo este primer videoclip grabado por nuestro especialista en efectos especiales, Luis Iglesias. Si no funciona al abrir, poner el cursor sobre la barra de direcciones y dar a retorno o enter.
Mientras tomo una decisión, mejoro un poco con la guitarra y termino de escribir la letra de mi primera canción, os dejo este primer videoclip grabado por nuestro especialista en efectos especiales, Luis Iglesias. Si no funciona al abrir, poner el cursor sobre la barra de direcciones y dar a retorno o enter.
EMPIEZO A PREOCUPARME
El Marca ha conseguido sus máximas tiradas cuando regalaba los calzoncillos del Real Madrid. El País hizo sus mayores ventas con los cupones para conseguir la chaqueta de pana de Felipe González y el ABC rompió récords con el suplemento de la noche de bodas de los príncipes. Pues bien, este blog se sustenta, en buena medida, con mi barba, que ha provocado el mayor número de comentarios y los picos de audiencia. Por eso me preocupa tener que matar al protagonista, como en las series de bajo presupuesto, pero si no lo hago el tema se me va a ir de las manos.
Entre el pelo que no para de crecer y la barba que se ha descontrolado, empiezo a tener un aspecto un tanto desarreglado. A eso hay que añadir mi gusto por los jerseys dados de sí (por eso me gané el apodo de pastor) y que aquí, en San Francisco, hemos decidido aparcar la plancha durante un tiempo. Como consecuencia he notado que recientemente me piden ID (usease DNI) cuando pago con la visa (usease siempre) y que a veces me miran de arriba a abajo cuando ando por la calle. El otro día, a la salida del Costco, me pidieron el ticket y revisaron uno a uno los treintaytantos artículos que llevaba y ayer en el parque, una de las pijas amigas de Montse, recogió rápidamente el bolso que tenía colgado de un banco, en cuanto me vio aparecer.
Si a eso sumamos que el picor permanece y que los fideos siguen empeñados en que mi barba es un parque temático, creo que no me quedan muchas opciones. Voy a esperar esta semana por eso de ahorrar un poco en el disfraz de halloween; me bastará con un carrito del Carrefour lleno de cartones para parecer el peor de los homeless de la ciudad. Después, pasaré la segadora y sortearé los mechones entre los seguidores del blog. En unos días publicaremos la cartilla.
Entre el pelo que no para de crecer y la barba que se ha descontrolado, empiezo a tener un aspecto un tanto desarreglado. A eso hay que añadir mi gusto por los jerseys dados de sí (por eso me gané el apodo de pastor) y que aquí, en San Francisco, hemos decidido aparcar la plancha durante un tiempo. Como consecuencia he notado que recientemente me piden ID (usease DNI) cuando pago con la visa (usease siempre) y que a veces me miran de arriba a abajo cuando ando por la calle. El otro día, a la salida del Costco, me pidieron el ticket y revisaron uno a uno los treintaytantos artículos que llevaba y ayer en el parque, una de las pijas amigas de Montse, recogió rápidamente el bolso que tenía colgado de un banco, en cuanto me vio aparecer.
Si a eso sumamos que el picor permanece y que los fideos siguen empeñados en que mi barba es un parque temático, creo que no me quedan muchas opciones. Voy a esperar esta semana por eso de ahorrar un poco en el disfraz de halloween; me bastará con un carrito del Carrefour lleno de cartones para parecer el peor de los homeless de la ciudad. Después, pasaré la segadora y sortearé los mechones entre los seguidores del blog. En unos días publicaremos la cartilla.
lunes, 25 de octubre de 2010
ESTOY ACOJONADO
Miedo, mucho miedo. El tema se está poniendo chungo. La ciudad está llena de telarañas por todas partes, enormes tarántulas cuelgan de ellas. En los accesos de casi todas las casas hay tumbas abiertas con esqueletos asomando. Horribles y sangrientos monstruos se asoman a las ventanas. Por la noche y con niebla, el asunto no mola nada. De hecho estoy bajando los cronos en mis carreritas desde el coche hasta casa, después de aparcar. Como para no correr, cada casa que pasas el espectáculo es más sangriento. ¡Pánico!
Sí, el domingo es Halloween y todo San Francisco está lleno de calabazas y escenas de terror por todas partes. Los niños están felices, incluso Lucio, que cada día pide ir a ver las casas más tenebrosas, se ríe mucho pero, por la noche, tiene cierta querencia a meterse en nuestra cama: "sólo cinco minutos, Papi". Incluso me hizo llevarle a una tienda de disfraces en la que vendían blisters de plástico como los de la carne del supermercado, pero rellenos con pies, brazos, ojos o cabezas humanas.
Y uno, que no es caguica ni nada, está pasando unos malos días y peores noches. Ahora, encima tengo que colgar una gigantesca araña, con su tela, en la entrada de casa. Está muy alto, me subiré a una valla o unas escaleras, pero tengo miedo de caerme y conseguir el premio (póstumo) a la casa más realista de la ciudad. Si es así, Montse os enviará la foto.
Sí, el domingo es Halloween y todo San Francisco está lleno de calabazas y escenas de terror por todas partes. Los niños están felices, incluso Lucio, que cada día pide ir a ver las casas más tenebrosas, se ríe mucho pero, por la noche, tiene cierta querencia a meterse en nuestra cama: "sólo cinco minutos, Papi". Incluso me hizo llevarle a una tienda de disfraces en la que vendían blisters de plástico como los de la carne del supermercado, pero rellenos con pies, brazos, ojos o cabezas humanas.
Y uno, que no es caguica ni nada, está pasando unos malos días y peores noches. Ahora, encima tengo que colgar una gigantesca araña, con su tela, en la entrada de casa. Está muy alto, me subiré a una valla o unas escaleras, pero tengo miedo de caerme y conseguir el premio (póstumo) a la casa más realista de la ciudad. Si es así, Montse os enviará la foto.
domingo, 24 de octubre de 2010
LOVELY FAMILY
Llueve en San Francisco. No lo hacía desde hace más de dos meses. La ciudad está eufórica, los Giants han ganado el sexto partido de Play Off a Philadelphia y han pasado a las World Series. El pelo de Montse, bien. Mi barba crece peligrosamente. Los chicos han ganado varios partidos de soccer. Martín sigue haciendo inventos, pero en inglés. La ópera, entretenida pero triste porque la protagonista, "Madame Buterfly," al final se suicida. Obama no vino a la fiesta, pero lo pasamos bien. Tortilla de patatas, gazpacho, pan tomaca y bien de sangría. Ibuprofeno antes de ir a dormir. Creo que ya nos hemos ganado el apelativo de "Lovely family", a pesar de mi barba y de los pedetes de Lucio.
Vinieron cerca de 30 "8th grade parents". En general buena gente, aunque algunos más que otros. Norah, encantadora y divertida; el de Marín (no sé como se llama) majísimo; la rusa, buena chica y se le entiende muy bien el inglés; Louis, es un encanto y ha viajado por todo el mundo; Paul, superbromista y gran cocinero...Todos querían conocernos, saber de nosotros, curiosear sobre España. Alguno se llevó un susto al encontrar mis libros de Chomsky en la estantería. Ninguno sabía nada del Sahara pero tenían mucha curiosidad por el asunto. Dí el mitin. Pero ¿qué os voy a contar a vosotros de fiestas?... Nada igual a los vinitos de Santamera, los cenorrios con nuestros mejores amigos o los Festicopa de la ofi.
Y ahora a casa de "Isa" a cenar con sus padres (¿nuestros consuegros?) y con todos los chicos para seguir sumando créditos como "Lovely family". Por cierto, alguno de ellos me ha pedido la dirección del blog (hello friends) así que haced el favor de comportaros, no la vayamos a cagar ahora...
Vinieron cerca de 30 "8th grade parents". En general buena gente, aunque algunos más que otros. Norah, encantadora y divertida; el de Marín (no sé como se llama) majísimo; la rusa, buena chica y se le entiende muy bien el inglés; Louis, es un encanto y ha viajado por todo el mundo; Paul, superbromista y gran cocinero...Todos querían conocernos, saber de nosotros, curiosear sobre España. Alguno se llevó un susto al encontrar mis libros de Chomsky en la estantería. Ninguno sabía nada del Sahara pero tenían mucha curiosidad por el asunto. Dí el mitin. Pero ¿qué os voy a contar a vosotros de fiestas?... Nada igual a los vinitos de Santamera, los cenorrios con nuestros mejores amigos o los Festicopa de la ofi.
Y ahora a casa de "Isa" a cenar con sus padres (¿nuestros consuegros?) y con todos los chicos para seguir sumando créditos como "Lovely family". Por cierto, alguno de ellos me ha pedido la dirección del blog (hello friends) así que haced el favor de comportaros, no la vayamos a cagar ahora...
viernes, 22 de octubre de 2010
MI AMIGO OBAMA
Como mañana tenemos una "Spanish Party" en casa, con todos los padres de clase de Diego y Simón, he salido a comprar a una tienda que sólo vende "Spanish Food". Qué morriña, he comprado Cola Cao, Fontaneda, mejillones, chistorra (made in USA) y hasta salchichón de Vic. He llenado una bolsita pequeña y me han derretido la Visa. Después he tenido que ir a hacer la compra, de las de llenar bien el carro, al Costco y he aprovechado para comer allí por el morro. Mola Costco porque está lleno de puestecitos de sampling que te ofrecen pizza, nachos, jalapeños (¡joder como pican!), tacos y entre el pasillo de la leche y el mostrador de huevos siempre pillas un bocado. ¿Qué soy cutre y ruin?, pues sí, pero a ver quién de vosotros nunca ha robado en El Corte Inglés.
Ya de vuelta a casa he decidido atravesar todo el centro (Downtown) porque me he acordado de que hoy viene Obama a San Francisco de campaña electoral y con un poco de suerte igual le veo. Oye, nosotros entramos en la Basílica de San Pedro bromeando sobre el Papa (con respeto ¡eh!) y allí que nos lo encontramos; otra vez en Marruecos hicimos un comentario sobre su "maldito Rey" (sin respeto) y allí apareció conduciendo un descapotable; e incluso un día nos pareció ver a Belén Esteban en el aeropuerto... Así que, ¿por qué no me voy a topar con Obama?
Mientras conduzco voy pensando lo que le voy a contar, que si Palestina, que si el Sahara, que si Afghanistan, que si la pena de muerte, que "Yes, we still can". O quizás haga caso a la sugerencia de mi amigo "Blon", que me anima a escribir una canción, y le haga una letra a Obama. En honor a mi admirado Nacho Vegas, se llamará "El día que casi conocí a Barack Obama".
Y si se tercia le diré que se venga a la Spanish Party. Ya os contaré.
Ya de vuelta a casa he decidido atravesar todo el centro (Downtown) porque me he acordado de que hoy viene Obama a San Francisco de campaña electoral y con un poco de suerte igual le veo. Oye, nosotros entramos en la Basílica de San Pedro bromeando sobre el Papa (con respeto ¡eh!) y allí que nos lo encontramos; otra vez en Marruecos hicimos un comentario sobre su "maldito Rey" (sin respeto) y allí apareció conduciendo un descapotable; e incluso un día nos pareció ver a Belén Esteban en el aeropuerto... Así que, ¿por qué no me voy a topar con Obama?
Mientras conduzco voy pensando lo que le voy a contar, que si Palestina, que si el Sahara, que si Afghanistan, que si la pena de muerte, que "Yes, we still can". O quizás haga caso a la sugerencia de mi amigo "Blon", que me anima a escribir una canción, y le haga una letra a Obama. En honor a mi admirado Nacho Vegas, se llamará "El día que casi conocí a Barack Obama".
Y si se tercia le diré que se venga a la Spanish Party. Ya os contaré.
jueves, 21 de octubre de 2010
EL SAFETY CAR
Conducir en San Francisco es complicado, pero más aún moverse por las autopistas de California. Siempre tuvimos la idea de que aquí iban despacio, pues no, van a toda castaña y te adelantan por todos los lados. Los carriles se respetan escrupulosamente y tienes que imaginar que estás en el Scalextric, agarrarte a tus líneas y acelerar a tope para que no te pasen por izquierda y derecha. Pero elige bien el carril porque el derecho de vez en cuando se convierte en salida y estás obligado a abandonar la autopista, entonces el segundo pasa a ser el de la derecha hasta la siguiente salida y así sucesivamente...Es como un vídeojuego en el que yo suelo perder.
Hoy he ido hasta Berkeley yo solo, es decir sin Montse diciendo eso de "Más despacio...no des tirones que me mareo... si estás perdido por qué no preguntas" (qué rencoroso ¿eh?), y me ha pasado una cosa curiosa cuando volvía por el puente Bay Bridge. Me ha pasado un coche de policía y justo delante mío ha encendido las sirenas, ha ralentizado la marcha y ha frenado a todos los coches. ¡El Safety Car!. Primero me he asustado, "¡Coño, me han pillado!", pero después he visto que no iba conmigo, que el sheriff se ponía a dar volantazos de un lado al otro de la autopista para ralentizar la marcha. Es el sistema habitual para parar el tráfico cuando hay un accidente, obras o cualquier incidencia. ¡Qué divertido!, he pensado, mientras la pasma daba curvas de barandilla a barandilla del puente, ocupando los cinco carriles. Tanto que me ha salido el instinto racing, me he sentido Schumacher y he estado a punto de empezar a dar volantazos para calentar neumáticos. Menos mal que he visto de reojo el gigantesco pick up que llevaba a un lado y que estaba dispuesto a engullirme, porque si no hubiera acabado detenido o en el fondo de la Bahía. Al final del puente el poli ha apagado la sirena y se ha reiniciado la carrera. Esta vez he salido el primero, no he hecho el ridículo como en una carrera en el Jarama en la que monté un atasco de narices cuando se quitó el safety y dejé escapar a los de delante.
Me voy que llegamos tarde a la ópera. Manda huevos, eso sí es como en España, coincide la ópera con el partido de Giants de play-off... ¿Por qué se empeñan la cultura y el deporte en estar siempre enfrentados?
Hoy he ido hasta Berkeley yo solo, es decir sin Montse diciendo eso de "Más despacio...no des tirones que me mareo... si estás perdido por qué no preguntas" (qué rencoroso ¿eh?), y me ha pasado una cosa curiosa cuando volvía por el puente Bay Bridge. Me ha pasado un coche de policía y justo delante mío ha encendido las sirenas, ha ralentizado la marcha y ha frenado a todos los coches. ¡El Safety Car!. Primero me he asustado, "¡Coño, me han pillado!", pero después he visto que no iba conmigo, que el sheriff se ponía a dar volantazos de un lado al otro de la autopista para ralentizar la marcha. Es el sistema habitual para parar el tráfico cuando hay un accidente, obras o cualquier incidencia. ¡Qué divertido!, he pensado, mientras la pasma daba curvas de barandilla a barandilla del puente, ocupando los cinco carriles. Tanto que me ha salido el instinto racing, me he sentido Schumacher y he estado a punto de empezar a dar volantazos para calentar neumáticos. Menos mal que he visto de reojo el gigantesco pick up que llevaba a un lado y que estaba dispuesto a engullirme, porque si no hubiera acabado detenido o en el fondo de la Bahía. Al final del puente el poli ha apagado la sirena y se ha reiniciado la carrera. Esta vez he salido el primero, no he hecho el ridículo como en una carrera en el Jarama en la que monté un atasco de narices cuando se quitó el safety y dejé escapar a los de delante.
Me voy que llegamos tarde a la ópera. Manda huevos, eso sí es como en España, coincide la ópera con el partido de Giants de play-off... ¿Por qué se empeñan la cultura y el deporte en estar siempre enfrentados?
miércoles, 20 de octubre de 2010
CONDUCIR EN SF
Ayer me fui a una conferencia al "San Francisco Art Institute".
Empezaba a las 7'30, hora de cenar, aquí, aunque os parezca raro, y Diego se quedó en casa con los niños.
Miré si había algún trolebús para ir desde casa y no había, así que me armé de valor y decidí irme en coche. Ya había conducido alguna vez, pero con Diego sentado a mi lado. Os podéis imaginar, pálido, acojonado y todo el tiempo avisándome de los stops, semáforos etc...
Dado mi despiste habitual para cualquier cosa, y el despiste particular para conducir, Diego me pintó un plano, con la explicación para llegar al sitio, temiendo que apareciera en San José, (que está en la otra esquina de la ciudad).
Así que me fui tan contenta con mi plano. No sé si sabéis, que conducir aquí tiene sus particularidades. Los semáforos están al otro lado de la calle que vas a atravesar y si te despistas te has metido en medio del cruce. Lo mejor es que el semáforo de los peatones tiene cuenta atrás y siempre tienes referencia de cuánto falta para el rojo. En la mayoría de las calles, no hay semáforos, sino stops y te tienes que parar, siempre, y pasas por orden riguroso de llegada, así que tienes que ir muy atento para saber cuándo te toca pasar. Además están las terribles cuestas, supongo que las habréis visto en alguna película. Son para no creérselas, después de cada manzana de subida, llegas al cruce, en forma de meseta y no ves la continuación de la calle, porque es como la rampa de salida de un descenso de esquí, y no exagero. Menos mal que los coches son automáticos porque sino estoy segura de que quemaría el embrage.
Seguí las indicaciones, al pié de la letra, con tan mala suerte, de que la calle por la que me tenía que desviar, en vez de continuar, hacía una curva cerradísima y con fuerte pendiente hacia abajo. ¡La cagamos! Ya estoy desorientada y no sé para que lado tengo que ir. Doy unas cuantas vueltas y por fín me decido por solucionarlo de la manera mas fácil, parar y preguntar. Afortunadamente sólo me había alejado unas manzanas (some apples).
Llegué, finalmente, a tiempo, y sin problemas.
¡Soy una campeona.!
Queridos padres, no os asustéis, cuando vengáis ya habré practicado bastante y pienso llevaros al Yosemite, en coche.
Empezaba a las 7'30, hora de cenar, aquí, aunque os parezca raro, y Diego se quedó en casa con los niños.
Miré si había algún trolebús para ir desde casa y no había, así que me armé de valor y decidí irme en coche. Ya había conducido alguna vez, pero con Diego sentado a mi lado. Os podéis imaginar, pálido, acojonado y todo el tiempo avisándome de los stops, semáforos etc...
Dado mi despiste habitual para cualquier cosa, y el despiste particular para conducir, Diego me pintó un plano, con la explicación para llegar al sitio, temiendo que apareciera en San José, (que está en la otra esquina de la ciudad).
Así que me fui tan contenta con mi plano. No sé si sabéis, que conducir aquí tiene sus particularidades. Los semáforos están al otro lado de la calle que vas a atravesar y si te despistas te has metido en medio del cruce. Lo mejor es que el semáforo de los peatones tiene cuenta atrás y siempre tienes referencia de cuánto falta para el rojo. En la mayoría de las calles, no hay semáforos, sino stops y te tienes que parar, siempre, y pasas por orden riguroso de llegada, así que tienes que ir muy atento para saber cuándo te toca pasar. Además están las terribles cuestas, supongo que las habréis visto en alguna película. Son para no creérselas, después de cada manzana de subida, llegas al cruce, en forma de meseta y no ves la continuación de la calle, porque es como la rampa de salida de un descenso de esquí, y no exagero. Menos mal que los coches son automáticos porque sino estoy segura de que quemaría el embrage.
Seguí las indicaciones, al pié de la letra, con tan mala suerte, de que la calle por la que me tenía que desviar, en vez de continuar, hacía una curva cerradísima y con fuerte pendiente hacia abajo. ¡La cagamos! Ya estoy desorientada y no sé para que lado tengo que ir. Doy unas cuantas vueltas y por fín me decido por solucionarlo de la manera mas fácil, parar y preguntar. Afortunadamente sólo me había alejado unas manzanas (some apples).
Llegué, finalmente, a tiempo, y sin problemas.
¡Soy una campeona.!
Queridos padres, no os asustéis, cuando vengáis ya habré practicado bastante y pienso llevaros al Yosemite, en coche.
martes, 19 de octubre de 2010
MI MARIDO ES UN TARADO
Ya os he pillado a todos. Tenía que hacer una entrada con un título suculento y que entrarais todos a ver de qué va la cosa. Pues os cuento. Desde que Diego ha descubierto la aplicación o como se llame, de ver las estadísticas de las entradas al blog, creo que se está agobiando o volviendo majara.
El otro día salimos a cenar y además de ponernos morados a comer y probar unos cuantos vinos de la zona, que están realmente buenos, tuvimos una larga conversación, más bien monólogo, sobre cifras acerca del blog. Que si el sábado hubo 48 entradas, mientras el lunes hubo casi 170, que si hace una semana algún día rozamos las 200. Entonces empieza el análisis de las horas, siempre hay más por las mañanas, algunos días de la semana en concreto, ¿será casualidad, por el título de la entrada, por el tema? ¿que días la gente se mete por la noche? . Los fines de semana, casi nadie abre el ordenador...
Hasta que por fin el otro día sorprendió a un amigo contestando, en directo, a las 8 de la mañana de España, desde el trabajo, claro.
Tened cuidadito que dentro de poco va a averiguar quién, a qué hora, y desde dónde, entráis a compartir nuestra vida californiana.
Soy mala, pero se me ocurre un juego:
¿Quién era el de las ocho de la mañana? Y ¿Por qué no os dedicáis a entrar a horas poco habituales y varias veces, aunque no os apetezca?
Puede que así se le pase un poco y deje de ser fiable la diabólica estadística. Gracias, amigos incondicionales.
El otro día salimos a cenar y además de ponernos morados a comer y probar unos cuantos vinos de la zona, que están realmente buenos, tuvimos una larga conversación, más bien monólogo, sobre cifras acerca del blog. Que si el sábado hubo 48 entradas, mientras el lunes hubo casi 170, que si hace una semana algún día rozamos las 200. Entonces empieza el análisis de las horas, siempre hay más por las mañanas, algunos días de la semana en concreto, ¿será casualidad, por el título de la entrada, por el tema? ¿que días la gente se mete por la noche? . Los fines de semana, casi nadie abre el ordenador...
Hasta que por fin el otro día sorprendió a un amigo contestando, en directo, a las 8 de la mañana de España, desde el trabajo, claro.
Tened cuidadito que dentro de poco va a averiguar quién, a qué hora, y desde dónde, entráis a compartir nuestra vida californiana.
Soy mala, pero se me ocurre un juego:
¿Quién era el de las ocho de la mañana? Y ¿Por qué no os dedicáis a entrar a horas poco habituales y varias veces, aunque no os apetezca?
Puede que así se le pase un poco y deje de ser fiable la diabólica estadística. Gracias, amigos incondicionales.
MAJO, MAJO, MAJO
No podía imaginarme vuestra enorme afición por la música. La entrada de ayer batió todos los récords de audiencia desde la creación de este blog. Y mira que era tonta e insulsa. Un par de chistes malos sobre los viejos rockeros y una foto mala de un aprendiz de guitarrista. La verdad es que creo que hubierais entrado igual, escribiera lo que escribiera, aunque hablara de esquelas. De hecho, esa era mi intención. Os iba a contar que las esquelas de muertos que se publican en los periódicos de aquí son mucho menos truculentas y sobrias que las de allí. Todas vienen con una foto del difunto (cuando estaba vivo) y a continuación un obituario que suele ser una cariñosa carta de la familia destacando las virtudes del fallecido. Ayer leí esta "Your life was the miracle that changed our world. We miss your smiling face."
Lo más parecido que he visto en España era una esquela de un tal José María Benito Llaguno, publicada en El País, y que durante varios años ha estado pegada en la nevera de casa junto al teléfono del Telepizza, el plan de adelgazamiento y el horario del cole. Era una esquela alegre, la que todos querríamos tener, llamándole padrazo y decía "Se ha muerto el hombre más majo y el más guapo que nunca hayamos conocido...Su vida fue una broma continua, una carcajada y mucha risa, mucha. Majo, majo, majo."
Pensaréis, los que no lo pensabais ya, que me he vuelto majara y me sobra mucho tiempo como para leer esquelas, pero lo llevo haciendo desde hace mucho tiempo. Me inyectó la afición el abuelo de Montse, Don Hipólito (un tipo majo, majo, majo) que las leía todos los días porque siempre se encontraba algún conocido en ellas. A mi todavía no me pasa eso, pero ya dejé atrás la época en que todos mis amigos se casaban, todos mis amigos tenían su primer hijo, ahora vendrán los nietos... Viendo la foto de La Música, estoy más cerca de Leonhard Cohen que de Hannah Montana, de lo cual, por otro lado, me alegro.
Lo más parecido que he visto en España era una esquela de un tal José María Benito Llaguno, publicada en El País, y que durante varios años ha estado pegada en la nevera de casa junto al teléfono del Telepizza, el plan de adelgazamiento y el horario del cole. Era una esquela alegre, la que todos querríamos tener, llamándole padrazo y decía "Se ha muerto el hombre más majo y el más guapo que nunca hayamos conocido...Su vida fue una broma continua, una carcajada y mucha risa, mucha. Majo, majo, majo."
Pensaréis, los que no lo pensabais ya, que me he vuelto majara y me sobra mucho tiempo como para leer esquelas, pero lo llevo haciendo desde hace mucho tiempo. Me inyectó la afición el abuelo de Montse, Don Hipólito (un tipo majo, majo, majo) que las leía todos los días porque siempre se encontraba algún conocido en ellas. A mi todavía no me pasa eso, pero ya dejé atrás la época en que todos mis amigos se casaban, todos mis amigos tenían su primer hijo, ahora vendrán los nietos... Viendo la foto de La Música, estoy más cerca de Leonhard Cohen que de Hannah Montana, de lo cual, por otro lado, me alegro.
lunes, 18 de octubre de 2010
LA MÚSICA
Esta ciudad tiene una vida cultural muy intensa. Los periódicos gratuitos, que son los que leemos, vienen repletos de anuncios de exposiciones, conciertos, festivales o "performances" realmente interesantes. Yo por fin he conseguido imitar a mi "psicólogo" Andrés Casián y hacerme una agenda de ocio, sólo con la programación de eventos a los que queremos acudir. En lo que se refiere a la música, casi todas las giras importantes pasan por aquí, con nombres como Elvis Costello, Patti Smith, Cheap Trick, Dobbie Brothers, Leonard Cohen, Joan Baez, Al Stewart... ¡Dios mío! como vienen apretando las nuevas generaciones. Si sigo ensayando, todavía me da tiempo a ser alguien en esto de la música.
Aunque no podemos ir a todos los que nos gustarían, ya hemos visto varios conciertos por la calle y el viernes conseguimos entradas para ver a Manu Chao. ¡Impresionante! No se puede decir que sea un chavalín, pero por lo menos se mueve en el escenario sin bastón y con una marcha tremenda. Tanto que hizo enloquecer al público, la mayoría mexicano, y de milagro no ocurrió algo grave. Saltaban, se empujaban, se tiraban desde el escenario encima de la gente, se pegaban... Los seguratas no daban abasto, ¡Qué animales!
Esta semana, para relajar un poco, iremos a la ópera, pero yo estoy atento para ver si anuncian algún concierto de Jimmy Hendrix, Elvis Presley o John Lennon, esos sí que no me los pierdo.
Aunque no podemos ir a todos los que nos gustarían, ya hemos visto varios conciertos por la calle y el viernes conseguimos entradas para ver a Manu Chao. ¡Impresionante! No se puede decir que sea un chavalín, pero por lo menos se mueve en el escenario sin bastón y con una marcha tremenda. Tanto que hizo enloquecer al público, la mayoría mexicano, y de milagro no ocurrió algo grave. Saltaban, se empujaban, se tiraban desde el escenario encima de la gente, se pegaban... Los seguratas no daban abasto, ¡Qué animales!
Esta semana, para relajar un poco, iremos a la ópera, pero yo estoy atento para ver si anuncian algún concierto de Jimmy Hendrix, Elvis Presley o John Lennon, esos sí que no me los pierdo.
viernes, 15 de octubre de 2010
MORGAINE Y DAISY
Hola, sí, soy yo, la Monse. Ya me estabais echando de menos eh? Es que he estado ocupada, haciendo "public relations", en el parque.
Hoy quiero contaros una historia triste, que me ocurrió el otro día, pero con final feliz.
Estaba yo en el famoso parque, Alta Plaza Park, (prometo publicar alguna foto para que lo veáis), paseando, mientras Lucio estaba jugando con sus amigos. Estos días está haciendo calor así que en vez de estar en la zona de columpios, que está al sol, nos vamos a otra zona del parque, donde hay árboles y césped y se está más fresquito. Después de estar un rato viendo a Lucio y sus amigos como trepan por los árboles, decido sentarme en un banco, a leer un rato, cuando veo una placa en el respaldo. Empiezo a leer y se me encoge el corazón, cuando veo que pone el nombre de dos niñitas, con su fecha de nacimiento y de muerte, una de doce años y otra de trece, a las que les gustaba mucho jugar, cada tarde, en Alta Plaza.
¡Qué espanto!, a quién ha podido pasarle algo tan horrible.
Vuelvo a leer y veo una línea más, a la que no había prestado atención, turbada por la tristeza, y leo que son dos perritas que solían pasear por el parque.
Con perdón, pero ¡no me jodas!. ¡Qué susto! Lo siento por ellas, pero me alegra mucho que no fueran dos niñas.
Aquí es muy habitual que la gente apadrine las cosas más insospechadas, autopistas, aceras, bancos, escaleras, de todo. En las carreteras hay señales de "Adopt a highway" y en una playa vimos un banco con un letrero que decía "Mrs. Smith. She loved the ocean".
Osea, que o se le muere el perro a un vecino, o no te sientas en el parque. O el viudo de Mrs Smith, decide dedicarle un banco a su difunta esposa, o no te sientas a ver la puesta del sol.
Lo más parecido que conozco es algo que Diego me contó de la mili. Si un soldado se caía por la escalera, la arrestaban y no se podía usar en un tiempo.
Y mientras tanto, cuando vas a sacar una entrada para la ópera, el que está haciendo cola, en la taquilla, detrás tuyo, te tiene que sujetar, para que no te caigas, al oír el precio de la entrada. Nada está subvencionado, y cuando pagas tu entrada, a un precio estratosférico, encima tienen el morro de pedirte la voluntad, para sufragar la cultura. ¡Qué desfachatez, qué incultura!
¡Vivan los servicios sociales!
Hoy quiero contaros una historia triste, que me ocurrió el otro día, pero con final feliz.
Estaba yo en el famoso parque, Alta Plaza Park, (prometo publicar alguna foto para que lo veáis), paseando, mientras Lucio estaba jugando con sus amigos. Estos días está haciendo calor así que en vez de estar en la zona de columpios, que está al sol, nos vamos a otra zona del parque, donde hay árboles y césped y se está más fresquito. Después de estar un rato viendo a Lucio y sus amigos como trepan por los árboles, decido sentarme en un banco, a leer un rato, cuando veo una placa en el respaldo. Empiezo a leer y se me encoge el corazón, cuando veo que pone el nombre de dos niñitas, con su fecha de nacimiento y de muerte, una de doce años y otra de trece, a las que les gustaba mucho jugar, cada tarde, en Alta Plaza.
¡Qué espanto!, a quién ha podido pasarle algo tan horrible.
Vuelvo a leer y veo una línea más, a la que no había prestado atención, turbada por la tristeza, y leo que son dos perritas que solían pasear por el parque.
Con perdón, pero ¡no me jodas!. ¡Qué susto! Lo siento por ellas, pero me alegra mucho que no fueran dos niñas.
Aquí es muy habitual que la gente apadrine las cosas más insospechadas, autopistas, aceras, bancos, escaleras, de todo. En las carreteras hay señales de "Adopt a highway" y en una playa vimos un banco con un letrero que decía "Mrs. Smith. She loved the ocean".
Osea, que o se le muere el perro a un vecino, o no te sientas en el parque. O el viudo de Mrs Smith, decide dedicarle un banco a su difunta esposa, o no te sientas a ver la puesta del sol.
Lo más parecido que conozco es algo que Diego me contó de la mili. Si un soldado se caía por la escalera, la arrestaban y no se podía usar en un tiempo.
Y mientras tanto, cuando vas a sacar una entrada para la ópera, el que está haciendo cola, en la taquilla, detrás tuyo, te tiene que sujetar, para que no te caigas, al oír el precio de la entrada. Nada está subvencionado, y cuando pagas tu entrada, a un precio estratosférico, encima tienen el morro de pedirte la voluntad, para sufragar la cultura. ¡Qué desfachatez, qué incultura!
¡Vivan los servicios sociales!
CUIDADO CON LA PDA
Ya nos han surgido las primeras diferencias con el cole y con algún padre. Era de esperar. Ayer nos convocaron a una reunión para preparar la fiesta de Halloween que están organizando para la clase de octavo (Diego y Simón). Empezaron a hablar de luces, sonido, Djs... y yo me sentía en mi salsa, hasta que la profesora mencionó su preocupación por el codigo P.D.A. Refunfuñé pensando que otra vez la informática se cruzaba en nuestro destino, pero pronto salí de dudas. El "PDA code" es algo mucho más anticuado y retrógrado que cualquier PDA, Blackberry o iphone. Son las siglas de "Public Display of Affection", algo que, según nos enteramos ayer, está prohibido en el cole. Varios padres mostraron su disconformidad pero la profesora y el sector más conservador impusieron su criterio ante el temor de que los chicos puedan tocarse durante el baile o incluso lleguen a besarse en alguna zona oscura (de la sala).
Montse y yo nos miramos y nos leimos el pensamiento: "¿Para qué coño hacen una fiesta si no se fían de los chavales?, ¿qué hay de malo en que tonteen un poquito?, ¿qué hay más bonito que la Pública Demostración de Afecto?"
Pensé en levantarme y dar el mitin pero no lo hice por respeto a la madre de la novieta de Diego que igual se asustaba y porque ese mismo día la profesora me había llamado la atención, algo escandalizada, porque había oído a los niños decir ¡Coño!
San Francisco es una de las ciudades más liberales y abiertas de Estados Unidos pero esta sociedad sigue siendo bastante conservadora para ciertos temas. Pobres chavales, menudo guateque van a tener con los focos iluminando a tope y varios "profes-segurata" vigilando. Os dejo que han venido un montón de amigas de los chicos y están en el salón oyendo música... Voy a aplicar el PDA.
Para los cotillas, Isa, la novieta de Diego, es la de negro de en medio de la foto.
Montse y yo nos miramos y nos leimos el pensamiento: "¿Para qué coño hacen una fiesta si no se fían de los chavales?, ¿qué hay de malo en que tonteen un poquito?, ¿qué hay más bonito que la Pública Demostración de Afecto?"
Pensé en levantarme y dar el mitin pero no lo hice por respeto a la madre de la novieta de Diego que igual se asustaba y porque ese mismo día la profesora me había llamado la atención, algo escandalizada, porque había oído a los niños decir ¡Coño!
San Francisco es una de las ciudades más liberales y abiertas de Estados Unidos pero esta sociedad sigue siendo bastante conservadora para ciertos temas. Pobres chavales, menudo guateque van a tener con los focos iluminando a tope y varios "profes-segurata" vigilando. Os dejo que han venido un montón de amigas de los chicos y están en el salón oyendo música... Voy a aplicar el PDA.
Para los cotillas, Isa, la novieta de Diego, es la de negro de en medio de la foto.
jueves, 14 de octubre de 2010
69 DÍAS
Igual que entrasteis como locos en la historieta del sexo, seguro que alguno se mete en esta por lo del "sesentaynueve", pero no, lo de hoy es mucho más sesudo, sin x. Resulta que llevamos ya 69 días en San Francisco. Parece que fue ayer, dirá alguno. Una eternidad, dirán otros. El caso es que es mucho tiempo. En 69 días hemos recorrido a pie, en coche y en bicicleta toda la ciudad; hemos bajado al parque; hemos viajado a la costa norte; hemos visto exposiciones y museos; hemos bajado al parque; hemos ido a varios festivales y conciertos; hemos tenido infinidad de actos y reuniones en el colegio; hemos bajado al parque; hemos ido a Ikea 3 ó 4 veces; hemos ido a jugar 5 partidos de fútbol con los niños; hemos bajado al parque; hemos ido a varias playas y los niños han hecho surf 4 veces; hemos ido al béisbol; hemos bajado al parque; hemos hecho la compra en decenas de sitios distintos; nos hemos peleado con el chino que nos vendió el móvil; hemos bajado al parque con Lucito; hemos salido a cenar y también hemos estado mucho tiempo tranquilamente en casa (aunque alguna vez hemos bajado al parque).
Os cuento esto no para dar envidia, sino porque me impresiona comparar esos datos con los 69 días de los mineros chilenos recién rescatados. Casualmente, el accidente se produjo el mismo día en que nosotros volábamos hacia California y eso ha hecho que estemos siempre muy atentos a la noticia y que hayamos seguido a través de la televisión chilena parte del rescate. Eso sí que es una eternidad. Siempre he admirado a los mineros y ahora más todavía. ¡Qué huevos! (o más bien ¡Que necesidad!).
Esto sí ha sido un reality show de verdad, las audiencias serán estratosféricas y los chicos se harán famosos, alguno se forrará y alguno se volverá gilipollas...Pero que gusto da abrir los periódicos con buenas noticias.
Enbobado con la tele (por el ordenador todavía) me dio por imaginar esa situación con mis compañeros de trabajo de Last Lap, encerrados 70 días. Me reía yo solo, claro está porque era sólo imaginación. Después empecé a hacer cábalas sobre los familiares a quienes habría avisado y por último escuché a un locutor de radio que sugería al público que eligiese la canción que se hubieran llevado para todo ese tiempo y no lo dudé: "Stairway to heaven".
Os cuento esto no para dar envidia, sino porque me impresiona comparar esos datos con los 69 días de los mineros chilenos recién rescatados. Casualmente, el accidente se produjo el mismo día en que nosotros volábamos hacia California y eso ha hecho que estemos siempre muy atentos a la noticia y que hayamos seguido a través de la televisión chilena parte del rescate. Eso sí que es una eternidad. Siempre he admirado a los mineros y ahora más todavía. ¡Qué huevos! (o más bien ¡Que necesidad!).
Esto sí ha sido un reality show de verdad, las audiencias serán estratosféricas y los chicos se harán famosos, alguno se forrará y alguno se volverá gilipollas...Pero que gusto da abrir los periódicos con buenas noticias.
Enbobado con la tele (por el ordenador todavía) me dio por imaginar esa situación con mis compañeros de trabajo de Last Lap, encerrados 70 días. Me reía yo solo, claro está porque era sólo imaginación. Después empecé a hacer cábalas sobre los familiares a quienes habría avisado y por último escuché a un locutor de radio que sugería al público que eligiese la canción que se hubieran llevado para todo ese tiempo y no lo dudé: "Stairway to heaven".
martes, 12 de octubre de 2010
EL INGLÉS EN MIL PALABRAS
Todo el mundo nos dice lo mismo: "¡Qué suerte, volveréis bilingües!" Ni de coña. Llevamos aquí dos meses y "My english" no está improving nothing. Hay varios problemas. El primero, que casi no tenemos amigos (qué pena ¿eh?... no sabéis lo mucho que os echamos de menos); el segundo, que cuando sales a la calle rápidamente detectan tu procedencia hispana y te hablan en castellano; el tercero, que no tenemos tele, que siempre es una buena ayuda para el "listening"; y el cuarto, que cuando estamos con los niños les da vergüenza oír a sus padres chapurrear eso que ellos dominan a la perfección y a menudo nos mandan callar.
¡Soluciones! 1-Hacerse amigos, así que ahora mismo voy a convocar una "spanish party" para la semana próxima. 2-Hablar en inglés entre nosotros para que no detecten que somos españoles. 3-Voy a comprar una tele. 4-¡Cállate niño!
Y si no funciona, habrá que resignarse y mantener el programa actual que se denomina: "Una palabra al día". Eso es todo lo que este cerebro pre-alzheimer puede asimilar, con lo cual al final de junio habré sumado unas 300 nuevas palabras. Aunque me temo que muchas se me irán olvidando. Hoy, por ejemplo, he aprendido "annoyance" (ya sé que todos la sabéis y que es muy fácil, pero yo no la sabía), que significa molestia, fastidio, contrariedad... !putada¡
De momento seguiré con mi inglés "if if, between" aprendido de Ferpo ("I have beers in the never to drink this late"), porque con trescientas no llego ni al "Inglés en mil palabras" básico para defenderme...Menuda Annoyance!!!
¡Soluciones! 1-Hacerse amigos, así que ahora mismo voy a convocar una "spanish party" para la semana próxima. 2-Hablar en inglés entre nosotros para que no detecten que somos españoles. 3-Voy a comprar una tele. 4-¡Cállate niño!
Y si no funciona, habrá que resignarse y mantener el programa actual que se denomina: "Una palabra al día". Eso es todo lo que este cerebro pre-alzheimer puede asimilar, con lo cual al final de junio habré sumado unas 300 nuevas palabras. Aunque me temo que muchas se me irán olvidando. Hoy, por ejemplo, he aprendido "annoyance" (ya sé que todos la sabéis y que es muy fácil, pero yo no la sabía), que significa molestia, fastidio, contrariedad... !putada¡
De momento seguiré con mi inglés "if if, between" aprendido de Ferpo ("I have beers in the never to drink this late"), porque con trescientas no llego ni al "Inglés en mil palabras" básico para defenderme...Menuda Annoyance!!!
sábado, 9 de octubre de 2010
LA BARBA
Nunca me ha gustado la barba. Si me la he dejado es por diversión. No lo hice antes porque a los tres o cuatro días sin afeitarme tengo una pinta de guarro que no hay quien se me arrime. Aquí me he atrevido porque al fin y al cabo no me ve nadie más que mi familia y quienes me cruzo por la calle pensarán que soy uno más de los homeless de la ciudad. Sí que noté durante esa primera semana que en el colegio dejamos de ser esa "lovely family" para pasar a ser "The spaniards" a secas.
Aunque estáis muy insistentes con lo de la foto (pesaditos, yo diría), no la he mandado porque aun no he conseguido encontrarme a gusto con ella y lo que no voy a hacer es mostrarme en público para afeitarme al día siguiente. De todas formas, si conocéis a mi hermano Nicolás, ya me habéis visto con barba.
No sé si habréis tenido barba alguna vez. Se lo pregunto a los chicos, ¡bobas!, aunque hay alguna que... Bueno, a lo que voy, tiene una cosa buena, que no hay que afeitarse por la mañana. Creo que es la única, aunque no ha llegado todavía el frío para saber si se nota más calorcito aquí dentro. Pero, por contra, tiene muchas pegas que desconocía: pica como si tuvieras la cara llena de piojos; la comida tiene una extraña tendencia a quedarse flotando en los pelillos y siempre me ha parecido molesto hablar con un tío que tiene un fideo colgando en su cara; en mi caso, es canosa en un 70 % lo cual crea una mayor sensación de desaguisado, aunque el fideo pasa más desapercibido; por último, desconozco como es el asunto de la higiene en esta nueva parte de mi cuerpo, aunque imagino que se lava con champú, no sé si hay que recortarla, ni si debo peinarla... De momento he probado a pasarme el cepillo de dientes pero no me convence.
Lo peor de todo es que de vez en cuando, me voy a dormir pensando en personas que llevan bigote o barba y me entra una sensación agridulce horrible: mis hermanos, Gasol, Rajoy, Bin Laden, el Principe, Pepu, Fidel Castro, Aznar, Mayor Oreja, Llamazares... Amor y odio. ¡Qué dilema!
Aunque estáis muy insistentes con lo de la foto (pesaditos, yo diría), no la he mandado porque aun no he conseguido encontrarme a gusto con ella y lo que no voy a hacer es mostrarme en público para afeitarme al día siguiente. De todas formas, si conocéis a mi hermano Nicolás, ya me habéis visto con barba.
No sé si habréis tenido barba alguna vez. Se lo pregunto a los chicos, ¡bobas!, aunque hay alguna que... Bueno, a lo que voy, tiene una cosa buena, que no hay que afeitarse por la mañana. Creo que es la única, aunque no ha llegado todavía el frío para saber si se nota más calorcito aquí dentro. Pero, por contra, tiene muchas pegas que desconocía: pica como si tuvieras la cara llena de piojos; la comida tiene una extraña tendencia a quedarse flotando en los pelillos y siempre me ha parecido molesto hablar con un tío que tiene un fideo colgando en su cara; en mi caso, es canosa en un 70 % lo cual crea una mayor sensación de desaguisado, aunque el fideo pasa más desapercibido; por último, desconozco como es el asunto de la higiene en esta nueva parte de mi cuerpo, aunque imagino que se lava con champú, no sé si hay que recortarla, ni si debo peinarla... De momento he probado a pasarme el cepillo de dientes pero no me convence.
Lo peor de todo es que de vez en cuando, me voy a dormir pensando en personas que llevan bigote o barba y me entra una sensación agridulce horrible: mis hermanos, Gasol, Rajoy, Bin Laden, el Principe, Pepu, Fidel Castro, Aznar, Mayor Oreja, Llamazares... Amor y odio. ¡Qué dilema!
jueves, 7 de octubre de 2010
EL MUNDO A UN METRO DEL SUELO
El mundo no se percibe igual desde la perspectiva de un adulto que desde la de un niño, está claro, pero a mí me hace mucha gracia analizar esta percepción tan particular que tienen los niños del mundo que les rodéa, y que los adultos nos perdemos, a fuerza de simplificar y de correr de un lado a otro, sin tiempo para, simplemente, fijarnos en las cosas.
Una de las cosas que más me preocupaba cuando decidimos poner en marcha esta aventura, es que los niños lo pasaran mal, que no se adaptaran bién. Ya os hemos comentado que todo ha ido muy bién y están realmente contentos. Pero a mí no deja de llamarme muchísimo la atención el hecho de que Lucio (4 años) no haya preguntado, todavía, ni una sola vez por qué hemos venido aquí, cuánto tiempo vamos a estar, cuándo vamos a volver, por qué no vamos a Santamera los fines de semana......... Se pensará que la vida es así, que unas veces vives en un sitio y otras en otro, y en cada uno hablan distinto, claro. Como hace dos veranos estuvimos aquí en una casa que intercambiamos, durante cinco semanas, creerá que la vida es así.
El otro "descubrimiento" es de Martín (10 años) , que no sé si sabéis, es un niño bastante peculiar, con un mundo propio enorme, muy creativo y especial. Es de esos niños con una curiosidad tremenda hacia todo, no para de preguntar, preguntar y preguntar, a veces hasta agotarnos, y el que se piense que los adultos siempre tenemos respuesta a todo, lo lleva claro. Para nada. Una vez oí a un psicólogo decir que estos niños son muy inteligentes, pero los mayores y en concreto, los profesores, les llaman "niños incordio" porque su cabeza no para y dan mucho trabajo. A mi no me incordia nada, sólo hay que tener más paciencia, y me encanta que me cuente sus ocurrencias peregrinas. Me divierto mucho con él.
Su último descubrimiento es el siguiente:
¿Mamá, te has fijado en esas manchas que hay en el suelo, por la calle?
Pués ni en un millón de años, se me habría ocurrido. Resulta que en las calles de las zonas transitadas de las ciudades, hay siempre cientos de manchas por el suelo. Son redondeadas, de color oscuro, del tamaño de una moneda de dos euros, más o menos y están pegadas al suelo de las aceras.
¿Sabes qué es eso mamáaaaa? No Martín , ni idéa, cómo voy a saberlo.
Son chicles, miles de chicles que han tirado miles de personas y que pasan miles de años hasta que desaparecen.
¿Te das cuenta, mamá ? Es que no te fijas por dónde pisas.
Y efectivamente, las hay, por todas partes, y doy fé de que son chicles; fijaos vosotros también por allí. Desde hoy voy por la calle mirando al suelo, a ver si descubro algo nuevo.
Una de las cosas que más me preocupaba cuando decidimos poner en marcha esta aventura, es que los niños lo pasaran mal, que no se adaptaran bién. Ya os hemos comentado que todo ha ido muy bién y están realmente contentos. Pero a mí no deja de llamarme muchísimo la atención el hecho de que Lucio (4 años) no haya preguntado, todavía, ni una sola vez por qué hemos venido aquí, cuánto tiempo vamos a estar, cuándo vamos a volver, por qué no vamos a Santamera los fines de semana......... Se pensará que la vida es así, que unas veces vives en un sitio y otras en otro, y en cada uno hablan distinto, claro. Como hace dos veranos estuvimos aquí en una casa que intercambiamos, durante cinco semanas, creerá que la vida es así.
El otro "descubrimiento" es de Martín (10 años) , que no sé si sabéis, es un niño bastante peculiar, con un mundo propio enorme, muy creativo y especial. Es de esos niños con una curiosidad tremenda hacia todo, no para de preguntar, preguntar y preguntar, a veces hasta agotarnos, y el que se piense que los adultos siempre tenemos respuesta a todo, lo lleva claro. Para nada. Una vez oí a un psicólogo decir que estos niños son muy inteligentes, pero los mayores y en concreto, los profesores, les llaman "niños incordio" porque su cabeza no para y dan mucho trabajo. A mi no me incordia nada, sólo hay que tener más paciencia, y me encanta que me cuente sus ocurrencias peregrinas. Me divierto mucho con él.
Su último descubrimiento es el siguiente:
¿Mamá, te has fijado en esas manchas que hay en el suelo, por la calle?
Pués ni en un millón de años, se me habría ocurrido. Resulta que en las calles de las zonas transitadas de las ciudades, hay siempre cientos de manchas por el suelo. Son redondeadas, de color oscuro, del tamaño de una moneda de dos euros, más o menos y están pegadas al suelo de las aceras.
¿Sabes qué es eso mamáaaaa? No Martín , ni idéa, cómo voy a saberlo.
Son chicles, miles de chicles que han tirado miles de personas y que pasan miles de años hasta que desaparecen.
¿Te das cuenta, mamá ? Es que no te fijas por dónde pisas.
Y efectivamente, las hay, por todas partes, y doy fé de que son chicles; fijaos vosotros también por allí. Desde hoy voy por la calle mirando al suelo, a ver si descubro algo nuevo.
MAÑANA TOCA SEXO
Creo que mi sentido del ridículo ha vuelto a aflorar, pero no por la barba, sino por las reuniones de padres que convoca el cole de vez en cuando. Como tenemos niños en tres cursos, rara es la semana que no tenemos una "Parent evening". Nos sentamos cada uno en el pupitre de nuestro respectivo hijo y la profesora nos explica lo que están estudiando en cada materia, con todo tipo de detalles. Por cierto, tienen asignaturas muy divertidas y productivas como Handwork (Martín está aprendiendo a hacer punto); Woodwork, donde aprenden carpintería y están fabricando cada uno un mueble; eurythmics, donde hacen coreografías, danza y movimientos, y por supuesto, música, ya que tienen una orquesta en la que cada uno toca un instrumento. Muchas de ellas las dan en el parque.
Pero volvamos a la "Parent evening". Antes de empezar Miss Bolich se puso en pie y nos invitó a todos a levantarnos y a acompañarla recitando una poesía con una compleja coreografía con las manos. Todavía no me he recuperado del shock. No sé ni dónde tengo la mano derecha. Fue lamentable. Yo que nunca he bailado, ni he hecho aeróbic y que soy un negado con los ritmos y la coordinación, tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para poder seguirles. Pero nada, subían el brazo derecho, yo el izquierdo; levantaban la rodilla, yo bajaba el brazo...un desastre que además me provocó risa floja. Lo siguiente fue un juego de adivinar números dando palmadas "claps and snaps". Eran sumas y restas, pero entre el inglés y los nervios de la poesía...qué mal lo pasé. Pobres niños, les someten a ese martirio todos los días, espero que los genes paternos no les influyan.
Para terminar la reunión, la "seño" nos pidió a los papás que tuviéramos una distendida pero profunda conversación con nuestro hijo, sobre sexo. Así que este fin de semana me toca charla con Martín... Seguro que aprendo yo más que él.
Pero volvamos a la "Parent evening". Antes de empezar Miss Bolich se puso en pie y nos invitó a todos a levantarnos y a acompañarla recitando una poesía con una compleja coreografía con las manos. Todavía no me he recuperado del shock. No sé ni dónde tengo la mano derecha. Fue lamentable. Yo que nunca he bailado, ni he hecho aeróbic y que soy un negado con los ritmos y la coordinación, tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para poder seguirles. Pero nada, subían el brazo derecho, yo el izquierdo; levantaban la rodilla, yo bajaba el brazo...un desastre que además me provocó risa floja. Lo siguiente fue un juego de adivinar números dando palmadas "claps and snaps". Eran sumas y restas, pero entre el inglés y los nervios de la poesía...qué mal lo pasé. Pobres niños, les someten a ese martirio todos los días, espero que los genes paternos no les influyan.
Para terminar la reunión, la "seño" nos pidió a los papás que tuviéramos una distendida pero profunda conversación con nuestro hijo, sobre sexo. Así que este fin de semana me toca charla con Martín... Seguro que aprendo yo más que él.
miércoles, 6 de octubre de 2010
BRAND CHORIZO
El otro día creí ver un espejismo y me encontré en la estantería de un supermercado, cuando no lo buscaba, un paquete envasado al vacío que decía: "Chorizo Riojano". No daba crédito, llevo semanas buscando algo que ponerle a las lentejas. Sigo leyendo la etiqueta y me encuentro con: "Riojano Brand Chorizo. Made in USA. La Española Meats. California". Que susto, creía que habían cambiado La Rioja de sitio, estos americanos son capaces de todo si se lo proponen. La alegría iba en aumento, cuando veo que debajo de los chorizos hay un cesto en el suelo con trozos de hueso de jamón, también empaquetados. Hasta voy a poder hacer un cocido. Me dirijo a la caja para pagar y veo, de casualidad, que en la etiqueta del hueso hay dibujado un perro: "Food for pets, no antibiotics". Me quedé sin cocido. Lo que dudo ahora es si el chorizo es también para perros. Pienso probarlo.
martes, 5 de octubre de 2010
HAY VIDA DESPUÉS DEL MÓVIL
Cuántas cosas le pasan a uno al día. Hasta que no te pones a escribirlas no te das cuenta de la cantidad de incidencias, accidentes, anécdotas o gilipolleces que te pasan en la vida. Os pensaréis que son mentira, que nos las inventamos, pero no, son reales. Si seguimos a este ritmo, el blog será divertido pero nosotros acabaremos desplumados o peor.
Hoy la cosa va de teléfonos. Montse se compró uno aquí y a la semana lo perdió. Yo truqué en una tienda de chinos mi iphone para ponerle una tarjeta de aquí, pero hoy se ha muerto. Mejor dicho, se ha matado. El pobre se ha caído del bolsillo justo cuando su amo se disponía a cerrar la puerta del coche, con tan mala suerte que se ha quedado en medio. El portazo ha sido fuerte. Todos sabemos lo que duele pillarte los dedos con la puerta del coche ¿verdad?, pues imaginad el pobre iphone; ha salido con la pantalla hecha picadillo, toda la carcasa torcida y las tripas asomando por algún que otro agujerito. Lo he llevado urgentemente a Apple y me han dicho que no podían hacer nada, que llame a Movistar...Me parto.
Como resultado, estamos sin teléfono. Y se está muy bien. Un día leí en un estúpido libro, de los del Vips, que era muy duro pasar de tener mogollón de llamadas (de trabajo) al día, a no tener ninguna. Superduro, ya podéis imaginaros. La verdad es que como es muy caro no llamaba nadie. Miento, al igual que en España, aquí también existe la publicidad invasiva por teléfono. La maquinita que te llama para que te cambies de Banco, de compañía telefónica o de acera. A mi me gusta contestarles con un buen berrido pidiendo que me borren de sus bases de datos, pero aquí me limito a colgar porque es siempre una maquinita que además me habla en inglés y paso de darle la charla. Pues nada, que estamos sin teléfono, no nos llaméis... Aunque pensándolo bien, nadie tenía nuestro número, por eso no llamaban...
Hoy la cosa va de teléfonos. Montse se compró uno aquí y a la semana lo perdió. Yo truqué en una tienda de chinos mi iphone para ponerle una tarjeta de aquí, pero hoy se ha muerto. Mejor dicho, se ha matado. El pobre se ha caído del bolsillo justo cuando su amo se disponía a cerrar la puerta del coche, con tan mala suerte que se ha quedado en medio. El portazo ha sido fuerte. Todos sabemos lo que duele pillarte los dedos con la puerta del coche ¿verdad?, pues imaginad el pobre iphone; ha salido con la pantalla hecha picadillo, toda la carcasa torcida y las tripas asomando por algún que otro agujerito. Lo he llevado urgentemente a Apple y me han dicho que no podían hacer nada, que llame a Movistar...Me parto.
Como resultado, estamos sin teléfono. Y se está muy bien. Un día leí en un estúpido libro, de los del Vips, que era muy duro pasar de tener mogollón de llamadas (de trabajo) al día, a no tener ninguna. Superduro, ya podéis imaginaros. La verdad es que como es muy caro no llamaba nadie. Miento, al igual que en España, aquí también existe la publicidad invasiva por teléfono. La maquinita que te llama para que te cambies de Banco, de compañía telefónica o de acera. A mi me gusta contestarles con un buen berrido pidiendo que me borren de sus bases de datos, pero aquí me limito a colgar porque es siempre una maquinita que además me habla en inglés y paso de darle la charla. Pues nada, que estamos sin teléfono, no nos llaméis... Aunque pensándolo bien, nadie tenía nuestro número, por eso no llamaban...
lunes, 4 de octubre de 2010
EL GUSANO CHINO
Me ha pasado lo del chiste. ¿Qué hay peor que encontrarse un gusano en una manzana?... Encontrarse medio. Ha sido esta mañana, desayunando una ciruela que compré en un supermercado oriental en la calle Clement. ¡Malditos chinos! Esta ciudad está repleta de asiáticos, son claramente mayoría. Dicen que les pilla cerca, pero coged un mapa y mirad el tamaño del Océano Pacífico. Podría hablaros de su forma de conducir, de sus costumbres higiénicas y de las delicias de su cocina, pero lo dejaré para otra ocasión. Ahora me centro en sus tiendas. Son las más baratas y han sido nuestra penúltima prueba en la difícil búsqueda de un supermercado de confianza. Empezamos por el Safeway, una especie de Carrefour que tiene de todo, hasta Coca Cola Light al limón, pero es carísimo; después fuimos al Costco, donde sólo se puede comprar a granel; encontramos el Trader Joe, una curiosa tienda donde todo es orgánico, enfermizamente orgánico, con detergente que no estropea el planeta (tampoco limpia), pasta de dientes hecha con hojas de eucaliptus (me quedo con el palito que utilizan los saharauis) y por supuesto zumo de zarzaparrilla en lugar de Coca Cola.
Creiamos que los chinos iban a ser nuestra salvación, pero va a ser que no. Tienen inmensos supermercados con infinidad de fruta expuesta en la acera y a unos precios mejores que el mismísimo "Ahorra Más". Llenamos la nevera y ... La sandía empezó a supurar un liquidillo por los lados que atraía a los mosquitos; llegamos a pensar que los bichos salían de dentro. El melón estaba tan pasado que los niños nos lo tiraron a la cara cuando de lo pusimos en el "tupamaro" de la comida del cole. Y las ciruelas... ¡Buah! las ciruelas... voy a lavarme los dientes que noto algo que se mueve entre dos muelas...¿Tendrá los ojos rasgados?
Creiamos que los chinos iban a ser nuestra salvación, pero va a ser que no. Tienen inmensos supermercados con infinidad de fruta expuesta en la acera y a unos precios mejores que el mismísimo "Ahorra Más". Llenamos la nevera y ... La sandía empezó a supurar un liquidillo por los lados que atraía a los mosquitos; llegamos a pensar que los bichos salían de dentro. El melón estaba tan pasado que los niños nos lo tiraron a la cara cuando de lo pusimos en el "tupamaro" de la comida del cole. Y las ciruelas... ¡Buah! las ciruelas... voy a lavarme los dientes que noto algo que se mueve entre dos muelas...¿Tendrá los ojos rasgados?
viernes, 1 de octubre de 2010
BAKE SALE
El colegio no para de mandarnos deberes... A los padres. Después de limpiar pupitres, planchar cortinas y ordenar las clases, hemos empezado a recaudar fondos para el viaje de fin de curso. A nosotros nos ha tocado organizar un concurso de triples entre todos los niños del colegio, pero eso será en primavera. Mientras tanto, los jueves tenemos Bake Sale a la puerta del cole. Preparamos comida y la vendemos al resto de padres.
Ayer preparamos una tortilla de patata que fue la sensación del "beikseil". Se vendieron los 15 pinchos que salieron y todo el mundo se deshizo en elogios. Luego, al volver a casa, hice las cuentas: 15 pinchos por 3 dólares: 45 dólares; a eso hay que restar los 10 dólares de huevos, patatas y aceite: nos quedan 35 dólares; restamos los 5 pinchos que compramos nosotros mismos para los chicos: restan 20 míseros dólares. Teniendo en cuenta que hubo que ir a la compra, estar dos horas pelando patatas y haciendo la tortilla y otra hora despachando en la puerta del cole... sólo quedan los elogios para engordar el ego de cocinero. Me parece que la próxima vez que nos pidan cocinar voy a usar la vieja respuesta "lastlapera": "¿tú sabes contar?...pues no cuentes conmigo."
Ayer preparamos una tortilla de patata que fue la sensación del "beikseil". Se vendieron los 15 pinchos que salieron y todo el mundo se deshizo en elogios. Luego, al volver a casa, hice las cuentas: 15 pinchos por 3 dólares: 45 dólares; a eso hay que restar los 10 dólares de huevos, patatas y aceite: nos quedan 35 dólares; restamos los 5 pinchos que compramos nosotros mismos para los chicos: restan 20 míseros dólares. Teniendo en cuenta que hubo que ir a la compra, estar dos horas pelando patatas y haciendo la tortilla y otra hora despachando en la puerta del cole... sólo quedan los elogios para engordar el ego de cocinero. Me parece que la próxima vez que nos pidan cocinar voy a usar la vieja respuesta "lastlapera": "¿tú sabes contar?...pues no cuentes conmigo."
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