viernes, 17 de septiembre de 2010

LO QUE NO NECESITAMOS


Yo me he venido con una maleta de ropa. Todos hemos metido lo justo ya que necesitamos ropa de verano (mas bién de primavera) y de invierno, y no podemos pasar de 23 kg por persona. Me fuí a un chino a comprar unas bolsas gigantes, sin ruedas, ni armadura ni nada, para que pesaran lo menos posible. 23kg parece mucho pero no lo es, cuando te paras a pensar que además de la ropa cada uno necesita tres pares de zapatos, entre zapatillas de verano, botas de invierno, etc. Tres sudaderas o forro polar por niño, tampoco es pasarse. Yo además avisé de que por encima del cadáver de todos, metía la ropa de esquiar. Tenemos estaciones de esquí a tres horas de SF.
Total ya nos pasábamos de peso y tuvimos que pagar dos maletas extra.
Yo, que soy muy obediente, solo metí en mi maleta un libro que me regaló mi amiga Bea, además del que llevaba en el equipaje de mano.
Cuando por fín tuvimos casa y me puse a deshacer maletas (en el cutre- motel íbamos tirando de la ropa por una esquina de la maleta, sin abrirla siquiera), descubro que cada miembro de la familia me la ha pegado y ha metido alguna astracanada, para ver si cuela. La mejor, la de Diego jr, casi lo mato. Un balón hinchable gigante que hemos tenido metido en la piscina de casa durante el mundial de fútbol. Diego sr , no sé cuantos libros de estrangis. Martín, no se salío con la suya porque me dí cuenta a tiempo. Quería traer un atornillador eléctrico del tío Lucio y su caja de herramientas, anque sí me coló un proyector.
Llevo aquí, ya, más de un més y no echo de menos absolutamente nada (cosas, me refiero). Me estoy planteando hacer un super "garage sale" cuando volvamos y vaciar la casa. Pero no sólo de trastos, también de muebles, electrodomésticos etc...Aquí sólo tenemos las camas, dos sofás, una mesa y unas sillas. La casa se ordena y limpia rapidísimo. Los niños, aunque parezca mentira no se acuerdan de la televisión ni de los miles de cachibaches que tenemos, yo tampoco.
Lo que demuestra que no necesitamos casi nada para vivir con la sensación de que lo tenemos todo. Ya he avisado a mi querida familia de mis intenciones de simplificar nuestra vida. Están temblando.
Algunas personas recogen y guardan cosas que, en teoría, no sirven para nada y decimos que tienen el síndrome de Diógenes. Ellos, por lo menos, limpian nuestras calles, sin gastar un céntimo. Uno de los principios filosóficos importantes para entender la vida moderna sería: ¿por qué tenemos ese afán por acumular?
Yo me pregunto: ¿qué síndrome tenemos nosotros?

3 comentarios:

  1. Montse, genial reflexión. Estoy en medio de una mudanza y, pese a que me he deshecho de mil cosas superfluas, sigo teniendo demasiadas cosas que, lejos de estabilizarme, me parecen un lastre.

    De hecho, creo que cuando me asiente en la nueva casa voy a abrir cada caja con mucho ojo porque la mitad creo que se va a ir directamente al Rastro.

    Abrazo y recuerdos,
    Maikel

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  2. No me puedo creer que Diego jr se llevara la super pelota. La verdad es que para hacer fotos en los gigantes parques de SF puede ser bastante chula. O para una acción desde el Golden Gate.

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  3. Ja ja ja eso te pasa por estar haciendo y deshaciendo las maletas dos meses, al final te la han colado. Pero lo peor vendrá a la vuelta, cuando pretendas traerte, además de lo que llevaste y te colaron, todas las cosas chulas que has comprado allí y te quieres traer, además de aparatos electrónicos que allí son mas baratos, algún regalito para tu gente y lo que te cuelen en su momento. Todavía te queda tiempo, pero vete preparando a verles gritar porque NECESITAN llevarse eso que se han comprado allí, y que cuando llegas aquí lo meten en un armario y no lo vuelves a ver jamas....

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