
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Me explico: el colegio de nuestros hijos aquí y los colegios en España, se parecen en que entran y salen niños por la mañana y por la tarde. Aquí, antes de empezar el curso, los padres hemos ido al cole a ayudar a colocar y decorar las clases, plantar flores en el jardín, o en un pequeño huerto, planchar cortinas o manteles (cosa que hizo Mr Muñoz a la perfección), pasar el rastrillo por el arenero... Todo esto no se hace para que el colegio ahorre en mantenimiento, sino para que los niños véan la implicación de sus padres en el mismo y todos séan cuidadosos con lo que van a utilizar el resto del curso. En España, los padres , el primer día de curso van, con perdón, a dar por saco: que si no han cambiado los pupitres, que porque no dan una hora extra de informática, que porqué no les ponen más deberes........protestar por encima de todo.
Luego llega el primer día de clase, y los pequeños entran el una clase llena de juguetes de madera, cestos con palos, piñas, piedras, etc, se descalzan, se ponen unas cómodas zapatillas de andar por casa y a cantar, jugar y aprender disfrutando. En España el primer día los niños se van cargados con un cerro de libros de texto, en la mochila, para que se les parta la espalda antes de llegar a casa.... y a forrar toda la tarde.
Llega la hora de comer y nos cruzamos con Martín (10 años), por la calle, su profesora y sus compañeros, con sus mochilas, porque como hace un día estupendo hacen pic-nic en el parque. Terminado el lunch, dan la clase de science, en el parque, donde cada uno, con su lupa busca insectos debajo de las piedras, las hojas.....
Mientras tanto Diego, (14años) se va con toda la clase a pasar la semana a la montaña, donde van a hacer senderismo, canóas etc, para que los chavales empiecen el curso, que va a ser duro, relajarse, contarse las vacaciones, y a la vuelta, empezar a trabajar. Y ya lo créo que lo van a hacer, no tienen libros de texto y cada tema tienen que prepararlo en clase, consultando libros, discutiendo con su compañeros y su profesor y al final, no tienen que estudiar porque al tiempo que investigan ya se lo han aprendido.
¡Que envidia! Quiero ir al cole otra vez.