10.250 Kilómetros. Es la distancia que separa San Francisco de Madrid. Nueve horas de diferencia. Larga distancia en el espacio y en el tiempo. Estas notas recogen las vivencias y anécdotas de una familia que vivió en California durante un año y volvió para contarlo.
miércoles, 25 de agosto de 2010
CAMBIAR DE VIDA
No es la ciudad, ni la casa, ni el coche, ni los vecinos lo que te recuerda que has cambiado de vida. Son otros pequeños detalles los que día a día te hacen romper con costumbres y manías de muchos años. Cambias de pasta de dientes, de champú, de papel higiénico o incluso de lado de la cama. Duermes sin persianas, te levantas sin Francino, paras en los stop, convives con el mar... Muchos cambios anecdóticos que al principio te hacen sentir extraño. Eso sí, ninguno como la sensación de vacío cuando se acerca el domingo y no hay Digital Plus para ver al Espanyol.
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No mencionaste en los cambios la comida, la gente "diferente", el idioma... Pero, ¿a que es divertido sentirte extraño? ;)
ResponderEliminarYa teneis aquí otro seguidor de vuestras aventuras, esperemos que no sean todas como la del pobre Martín (deberías haberle vaciado el desodorante en los ojos al poli jejeje).
Por cierto, no se si la conoces y no la he usado nunca, pero mira a ver si puede calmarte tus ansias de ver perder al espanyol esta página:
http://www.rojadirecta.org/
Un saludo! Mariete
Pero...pero...¿dónde estás sentado? ¡Jaja!
ResponderEliminarEsa decoración...¿es tu nuevo "chabolo"? La abuelilla del fondo no me cuadra ¿venía con la casa?...¡jaja!
Encantado Montse, que no tengo el gusto.
Disfrutad, ¡un abrazo!
Víctor