lunes, 31 de enero de 2011

DESEOS IMPOSIBLES

Si pudiera hacer algo imposible, si pudiera tener una cualidad sobrenatural de la que pudiera disfrutar toda la vida, sólo una, no se cuál sería. Dudo entre varias.
Teletransportarse estaría bien. Cuando te vas a algún sitio que te apetece mucho, se hace larga la espera hasta que llegas. No sólo en distancias largas. A mi por ejemplo, cada viernes que me voy a Santamera, me gustaría que cuando me siento en el coche, ya cargado con todas las maletas , los niños con el cinturón abrochado, pudiera apretar un botón y.......¡zas!, aparecer en la puerta de casa.
No digamos si estás al otro lado del planeta. Me imagino la pereza que le debe dar a Diego el vuelo que tiene que hacer para ir al Sahara. Veinte horas de viaje contando escalas esperas y demás, eso si no hay retrasos. Que sensación de pérdida de tiempo. Sin mencionar el cague que le entra en el cuerpo cada vez que se sube a un avión. Tengo una amiga a la que le encantan los aeropuertos, disfruta de estar en ellos igual que si ya estuviera en el lugar de destino, para ella el disfrute del viaje empieza en el momento que pone el pie en la terminal. Le gusta ver a la gente variopinta que anda por los pasillos. Yo en cambio, sueño con entrar por la puerta de la casa, hotel, o lo que sea donde vaya.
Estar en dos sitios a la vez también estaría bien. Una de la leyes de Murphi es la que hace que cada vez que tienes un plan interesante y especial, cosa que no ocurre todos los días, te coincide con otro. Una reunión escolar por ejemplo. Es que no falla cada vez que hay una, inaugura exposición un amigo. Da mucha rabia. Más todavía cuando te coinciden dos planes buenos de verdad. Y ¿qué haces entonces?
Ver por un agujero como eran algunos sitios en el pasado. Tu pueblo, por ejemplo, cuando todavía vivía allí mucha gente, con todos los huertos sembrados, la escuela funcionando.
Creo que me quedo con poder seguir por la calle a mis abuelos cuando eran jóvenes, ver como era su vida y como llegan mis tíos y mis propios padres antes de que yo existiera.

domingo, 30 de enero de 2011

EASY RIDER

Los Ángeles de Alcobendas. Ese es nuestro nombre de guerra. No puedo decir que seamos unos tipos muy duros, pero el cuero lo maquilla todo. Llevamos veinte años juntos recorriendo el mundo sobre ruedas de todos los tamaños. Nada nos para.  Somos tres pero tenemos otros muchos fieles escuderos y amigos. Jesús, "el Chuso", es un tipo peculiar, un genio despistado con mucha gracia. Fernando, "el Ferpo", está soplado, un loco muyyyyy divertido. Quien firma esto es conocido como "el Zorro plateado" por ese ligero tono blanquezino de su larga cabellera.
Ayer nos dimos el lujazo. Queríamos pasar el Golden Gate en Harley Davidson y así lo hicimos. Sueño cumplido. Siempre grito cuando cruzo el Golden Gate, pero esta vez, en moto, creo que me oyeron hasta en Alcatraz. Es una gozada. Vas sentado como en el sofá de casa. El viento te golpea en la cara. El martilleo de los cilindros "tucutucutucutucutucu" es música celestial. La carretera de la costa, hacia Point Reyes, zigzaguea invitando a la diversión. Comemos ostras en un mirador sobre el Pacífico. ¡Qué envidia! ¿verdad?
Hasta aquí la versión oficial, a partir de aquí la oficiosa, la real. El Chuso se planta en el alquiler de motos sin carnet de conducir. Tenemos que poner una moto a nombre de Montse y hacerle pasar un mal rato a mi pobre esposa sacando de aquel garaje ese cacharro de tropecientosmil kilos. El Ferpo llega y se pone a chapurrear en un "patetic english" con todo el que se cruza en su camino con un único tema de conversación, el motocross clásico. Reconozco que los dos le echan el morro que yo nunca he tenido y lo envidio, aunque me hacen pasar vergüenza. La Harley Davidson es un hierro con mucho nombre, pero un hierro, difícil de meter en las curvas o de parar en los cruces. El ruido es ensordecedor y las vibraciones te hacen saltar los empastes. Hace un frío de pelotas, vamos los tres tiritando. La niebla no nos deja ver el maravilloso paisaje que suponemos que hay al otro lado del acantilado. Las ostras nos las ponen con ketchup. La broma nos ha costado una pasta... Ahora todos más tranquilos, ¿a que sí? Ya os dije que el objetivo de este blog no es dar envidia a nadie, aunque la verdad es que nos lo pasamos en grande, nos reímos un montón y grabamos este vídeo de recuerdo. Una experiencia muy chula, aunque como dice Jesús, un poco bastante gay.
Todavía no entiendo como pude juntarme con este par de dos.

sábado, 29 de enero de 2011

NO SABE O NO CONTESTA

A partir de ahora esa va a ser mi casilla elegida en cualquier encuesta. Me he declarado en rebeldía, en objeción de conciencia. No contesto más preguntas. Lo he decidido tras varios meses de convivencia con estos cuatro simpáticos pero "cabroncetes" elementos que tenemos en casa. Un día voy a contar cuántas preguntas me llegan a hacer a lo largo de una jornada. Cienes y cienes. ¿Alguien ha visto mis zapatillas?, ¿A qué hora vamos a cenar?, ¿Vais a salir?, ¿Puedo usar el ordenador?, ¿Me puedo duchar después de hacer los deberes?, ¿Hay vida en el más allá?...
El que se lleva la palma es Simón, que como ya os dije el otro día, duplica todas sus preguntas porque antes de hacerlas siempre pide permiso:
¿Diego, te puedo hacer una pregunta?
Sí.
¿Qué hora es?
Las siete.
Como está prestado y no tengo excesiva confianza no me atrevo a darle un sopapo, que le sacaría de dudas. En el fondo es un síntoma de buena educación, de pedir permiso para todo, pero yo ya no aguanto que me pregunten más estupideces. Después de tener que responder a cuestiones tan complejas como ¿dónde está el hielo? o ¿la cáscara del plátano es reciclable?, he puesto en práctica un experimento que me está dando muy buenos resultados. Cada vez que oigo una pregunta de respuesta obvia, simplemente no escucho, no oigo, sigo haciendo mi vida como si nadie hubiese hablado y compruebo como la pregunta va y se responde sola. Probadlo. De esta forma no desgasto ni un milímetro de mi cerebelo para asuntos inconsistentes y guardo neuronas para responder las profundas preguntas de Martín y alguna que otra de Lucio, que ya va aprendiendo.

viernes, 28 de enero de 2011

ULTIMOS VISITANTES

Fernando y Jesús son los últimos visitantes que hemos tenido, que tenemos, mejor dicho, porque todavía están aquí. En este momento deben estar junto con Diego pedaleando por la ciudad. Han alquilado bicicletas esta mañana y me los imagino buscando una ruta no muy empinada, cosa que no es fácil en SF. Supongo que Jesús va tirando del pelotón (no me refiero a las lorzas de mi esposo) seguido de Fernando que no sé si está muy en forma pero teniendo en cuenta que fue ciclista profesional irá sobrado y algo me hace pensar que han atado una cuerda a la bici de Diego, para remolcarle. No te ofendas cariño. Ya sé que que tu estado de forma no es tan lamentable. Es que tiene un catarro estupendo que agarró ayer en un partido de Basket, (no lo jugaba él sino los Warriors) bueno, ya estaba constipado y el chorro del aire acondicionado le daba de lleno, así que se ha pasado toda la noche estornudando y roncando. Yo por un momento creí que venía "the big one" porque la cama temblaba.
Jesús se levantó muy temprano y se fue a correr. Vuelve feliz y no es para menos. Imaginaos cuarenta minutos de running con una duna a la izquierda, la playa a la derecha y el Golden Gate al fondo, acercándose a ti mientras corres, la neblina se va levantando y empiezas a ver el otro lado de la bahía con una luz increíble. Corre y observa la fauna de la ciudad; una señora con botas de agua que no está haciendo footing sino paseando a su perro con los pies metidos en la orilla , mientras este se baña, señoras con chándal caminando, otros runners variopintos, etc. Casualmente en lo que más se fija es en una rubia estupenda que lleva corriendo delante, no sé si guapa de cara pero con buen culo, ha dicho. Después de unos minutos tras la rubia que lleva buen ritmo, ha decidido aflojar el suyo, para que la rubia no piense que la sigue o que le mira el culo descaradamente...... Para mí que no podía seguir su ritmo. Lo único que ha empañado un poco su felicidad es que cuando volvía a casa, por el tramo más duro, cinco manzanas seguidas con mucha pendiente, ha visto a lo lejos a otra rubia que subía corriendo, alegremente, mientras él andaba con la lengua fuera.
Con Fernando siempre tienes garantizada diversión, habla muy deprisa soltando todo lo que le pasa por la cabeza sin procesarlo previamente. En español en inglés o en lo que haga falta. El otro día me comentaba que le gustaría mejorar su inglés . Yo sinceramente creo que no lo necesita. Cuando quiere hablar con alguien lo hace sin miedo y con gracia consiguiendo su objetivo, comunicarse. Si yo tuviera su misma cara dura y ningún sentido del ridículo, cosas fundamentales para hablar otro idioma, no perdería ni un segundo de mi tiempo dando clases.

jueves, 27 de enero de 2011

AQUÍ NO HAY QUIEN VIVA

Al poco tiempo de llegar por aquí, recibimos una carta de la compañía eléctrica que nos avisaba de una incidencia: "El próximo jueves de 12 a 14 horas procederemos a cortar provisionalmente el servicio eléctrico para reparar un generador del distrito". Me quedé de piedra, igualito que en Madrid que te quedas en mitad de la ducha con el pelo enjabonado, sin agua ni luz y no sólo no te avisan sino que además tienes tú que ir a preguntar a todos los vecinos o llamar a la compañía para que alguien te ladre. Tengo que reconocer que era al principio, cuando todas las novedades me deslumbraban, ahora ya he comprobado que el mundo de la chapuza y la paleta es igual en Socuellamos, Connecticut o Vladivostok.
Cuando alquilamos la casa le dijimos al casero (no tiene nada que ver con la gaseosa) que si había prevista alguna obra en los otros apartamentos del inmueble. Se llama así porque nos lo alquilaron sin muebles, supongo. El caso es que el menda, todo ofendido, nos dijo "Noooo, todas las viviendas están ya reformadas y terminadas". Le creimos, por tres semanas. Después ya no creemos ni siquiera en el Espíritu Santo. Sin tiempo de reacción nos vimos inmersos en la guerra de todas las guerras. Taladro que asciende por el suelo hasta hacerte un nuevo tomate, otro más, en los calcetines; martillazo que golpea hasta lo más profundo del tímpano; tabique que se cae asustando a Montse y los niños, que creen que es un terremoto; chicano cantando boleros a voz en grito... Aquí no hay quien viva.
Las casas son de madera, así que la insonorización es nula. Es imposible concentrarse para leer o escribir. No sé que os estaba contando. La spanish siesta, olvidada. Sin embargo, mi positivismo me hace sentirme en la gloria, pienso que es mi padre en el estudio, dando los últimos retoques a un cuadro; hasta me parece oir a Bach de fondo... Vuelvo a la infancia y me siento en la gloria.
Lo único que me tranquiliza es que dentro de unos días vendrán los nuevos vecinos de abajo y, por mis genitales, que van a aguantar sin rechistar las carreras por el pasillo, los partidos de football o baseball en el salón, los gritos de Lucio y algún que otro fiestorro.
Estáis invitados.

miércoles, 26 de enero de 2011

AFICIONES

Además de trabajar, la mayoría de las personas hacen algo en su tiempo libre. Aficiones, hobbies o como lo queramos llamar.
Las hay de todo tipo como todo tipo de personas hay. Me divierte pensar en las aficiones de mis conocidos. Si fueran un secreto y no supiera cual es la favorita de cada uno de ellos y tuviera que adivinarlas, muchas veces no acertaría. Somos una caja de sorpresas.
Así, un amigo que trabaja mil horas en una empresa de informática se ha empeñado en plantar un césped en un sitio donde es imposible que se dé. Lo siembra, los pájaros se comen la mitad de la semilla, empieza a salir y viene una helada tardía y se le quema, luego viene el calor de golpe y se le achicharra, lo riega demasiado y le salen hongos....... Por eso lo hace, si hubiera buscado algo fácil se le habría acabado pronto.
Otro empezó un día a jugar con una cometa de su hijo y ahora anda pegando unos saltos increíbles agarrado a una enorme cometa con forma de paracaídas. Las que se usan para hacer Kite surf. Lo bueno es que no lo hace en la playa sino en un sembrado lleno de cardos. Un día nos subimos a lo alto de un monte, soplaba un viento muy fuerte. Me empeñé en intentarlo después de que Dieguito probara. Así que Diego levantó la cometa, yo no sabía como hacerlo, me puse detrás de él para hacerme con los mandos. No me dio tiempo. Vino una ráfaga que empezó a levantar a Diego yo instintivamente me agarré a su cintura y.........metimos los dos un vuelo que te cagas. El experto nos empezó a gritar; no, no, no, no hagáis eso que es peligrosísimo y os puede arrastrar un montón de metros. Afortunadamente no pasó nada. Bendita inconsciencia e ignorancia. No se me ocurre volver a intentarlo, pero me alegro de que ocurriera. Que sensación mas increíble la de empezar a despegar del suelo. Como me dijo un día Lucio, puedo ser un pájaro algún día.
La mujer del de la cometa, gran lectora, cuando se compra un libro lo primero que hace es leerse la última página. Hay gente para todo......
Otro compra compulsivamente bulbos y los planta en un pequeño terreno donde no debe quedar un centímetro cuadrado libre. Te agachas a coger un puñado de tierra y en la mano te aparecen tres o cuatro cebollitas......unas empiezan a salir en diciembre, otras en enero, otras en febrero......... siempre tiene bulbos nuevos para disfrutarlos, mientras recoge los que ya se han pasado. No para, claro.
Otro fue un pionero del reciclaje. Cada vez que se estropeaba o rompía algo en su casa lo desarmaba y guardaba por separado las piezas por si un día le servían. Por ejemplo un boli Bic, separaba el canutillo transparente por un lado, el tapón trasero por otro, la tinta , si le quedaba, por otro y el caperuzón por otro. Así cuando se le estropeaba otro boli siempre tenía repuestos. Lo que no sé es de dónde sacaba tantas cajas y cajitas para guardarlo todo.
Aunque menos, también hay algunos raros que siguen haciendo lo que hacen a diario. Como uno que es director de cine, quedas con él , da igual cual sea el plan y siempre aparece con la cámara pegada al brazo. No es que la lleve, es una prolongación de él mismo. Es capaz de acarrearla hasta lo alto de un monte o sacarla en mitad de la conversación de sobremesa. Al principio reconozco que me incomodaba un poco seguir hablando sabiendo que te están grabando pero es tan habitual que ahora sigo haciendo lo que sea y miro a la cámara con la misma familiaridad con la que miraría la cara de esta cámara, digo de este amigo-cámara que tengo. Me alucina la batería de larga duración que tiene no la cámara, sino mi amigo.
Ahora que lo pienso, no sé cuál es mi afición. Estar con mis amigos, creo.

martes, 25 de enero de 2011

EN CASA NO HAY "FOYER"

El sábado, cenando en casa de unos amigos, conocimos a una chica mexicana que vive por estos lares. En un correctísimo spanglish estuvimos bromeando sobre palabras del castellano con distintos significados según las digas en Europa o América. Obviamente pusimos el ejemplo de "coger conchas" y su distinto sabor si son de la playa de Ferrol o si las "coges" en Buenos Aires. A mi me encantan todo este tipo de juegos de palabras, como bien puede verse en mi estúpido humor, reflejado en este pestoso blog. Pero he de reconocer que en alguna ocasión lo he pasado mal con estas tonterías.
Sin ir más lejos, el otro día, en el parque, estaba yo ayudando a Lucio a bajar de uno de esos complicadísimos columpios diseñados por un ingeniero impotente y estéril, cuando una niña de su edad se abrazó a él (a Lucio claro está, no va a ser al ingeniero). En ese momento llegó su cuidadora, una chica iberoamericana, que encantadoramente le sugirió a la niña: "Caroline, espera a que se corra el niño". Y yo, que ya no sé si estoy acompañando al púber, al preadolescente o al pospañal le lanzé una mirada asesina a la tata invitando a ambas dos a salir por piernas de aquel siniestro columpio.
Pero es que al día siguiente, como llovía, en lugar de ir al parque subimos a casa y con Lucio se vino su amigo Ben y su cuidadora, una altísima señora que intuyo que estaba bastante buena en tiempos de la República (la española, por supuesto). Pues bien, la "abuela de Ben" que es como la llama Lucio, se sienta a tomar un café en frente mío con la bragueta totalmente bajada. A mi, de entrada, se me cortó la leche del café, pero inmediatamente intenté remediar tan desagradable espectáculo haciendo todo tipo de gestos con mi ropa, colocándome los pantalones, cerrándome bien mi bragueta...Vamos, lo mismo que se hace cuando tu interlocutor tiene un moco en la nariz... Pero nada, la tía no se daba por aludida y yo paré, no fuese que interpretara mis movimientos como algún extraño ritual o cortejo característico del "español en celo".
Lo peor llegó cuando le enseñé la casa y se quedó muy sorprendida porque no teníamos "foyer" (nunca entendí porque le llaman "foyer" al vestíbulo cuando es el lugar menos apropiado). En ese momento, mi mente calenturienta entró en estado de pánico y salí corriendo escaleras abajo: "Son ya las tres, tengo que ir al cole a recoger a Martín y Diego...So sorry".

lunes, 24 de enero de 2011

MARTÍN Y SUS PREGUNTAS

¿Por qué la llama de una vela es azul en la parte de abajo y naranja por arriba?, ¿Por qué el agua del mar es salada?, ¿Por qué sale humo cuando apagas un fuego?, ¿Cómo hacen con el láser para operar de la vista?, ¿Por qué los barcos flotan?, ¿Por qué a algunos árboles se les caen las hojas y a otros no?, ¿Los peces beben agua?, ¿Cómo funciona un mando a distancia?, ¿Por qué tenemos huellas dactilares? Y ¿Por qué son todas distintas? .........o ¿Por qué las japonesa tienen las piernas torcidas y el suelo está lleno de chicles pisados? Estas son algunas de las continuas preguntas de nuestro hijo Martín. No vayáis a pensar que son siempre de alto contenido intelectual. Menos mal, sino sería un pedante insoportable.
¡Que paciencia hay que tener! Reconozco que alguna vez se me agota y le contesto, con la voz algo subida de tono: "¡Y yo qué coño sé!"
La otra tarde pidió permiso para usar el ordenador, "NO", le dijo su padre. "Vete a hacer un dibujo y cuando lo termines me lo vuelves a preguntar", y esto es lo que dibujó. Mientras lo hacía debía estar dándole vueltas a otra de sus preguntas porque se levantó de la silla y vino corriendo a decirme:
- ¿Sabes que haría si tuviera que cruzar la calle y nadie me hubiera enseñado cómo hacerlo? Me subiría al autobús que para en la puerta de casa, haría el recorrido completo de la línea y me bajaría en la última parada que está justo en frente....................
No siempre el camino más corto para solucionar un problema es el más interesante. ¿No creéis?

domingo, 23 de enero de 2011

MENU INFANTIL

Martín está hasta las napias de que le pongan menú infantil en cada restaurante que vamos. El chaval tiene 11 añazos y ya no se sale nada coloreando el barquito, la casa o el payaso del mantel. Necesita pasar al siguiente nivel. Dejar a un lado las Crayolas y la Coca Cola sin cafeína en vasito de plástico para que le empiece a cambiar la voz. He de reconocer que ha principio del viaje nos venía muy bien porque a base de "mini menús" hemos hecho toda una vajilla de vasos de plástico y pajitas; pero ahora tenemos suficientes porque además lo reutilizamos todo. Sí, metemos las pajitas en el lavavajillas. Lo hacemos para saciar las múltiples manías del pequeño Lucio que sólo bebe la leche con pajita de Jamba Juice o de Burguer King porque el resto son de calibres mucho más finos.
El caso es que así está la cocina, llena de pajitas, de vasitos, de palillos chinos y de Crayolas. Por suerte, aquí está prohibido regalar juguetitos con el menú. Menudo negocio voy a montar el día que nos vayamos, voy a vender todos los lapiceritos de colores de los restaurantes y me voy a forrar. Eso sí, desde aquí hasta junio, no probamos ni el más mínimo menú infantil. Tenemos exceso de stock y a algunos no les viene nada mal una cura de desintoxicación de Chicken Fingers, Hot Dog y Quesadilla. Como decía el gran Eugenio: vivan los guisantes con jamón...Y hasta sin guisantes.

sábado, 22 de enero de 2011

CUARENTA CALZONCILLOS

Estoy realmente contenta con esta experiencia que estamos viviendo. Pero..................
Estoy hasta las narices de dos cosas. Cocinar es una de ellas. Con lo que me gusta. Perdonad si me repito pero no sé si sabéis que cada día por la tarde tengo que hacer la cena para todos y la comida del día siguiente que los niños se llevan en un termo. Odio los puñeteros termos, cuatro en fila con la boca abierta esperándome cada día. Diego me ve tan aburrida que se está animando, como leísteis el otro día en la entrada del pollo y Nacho Vegas.
De los calzoncillos también estoy harta, sueño con ellos. Calculo que hay en casa unos cuarenta, mínimo. De Diego, Dieguillo, Simón y Martín. Menos mal que el culo de Lucio es notoriamente más pequeño y con los suyos no hay confusión. El que se lleva el premio es Simón, nuestro querido adosado, ayer no lo pude resistir y me fui a su armario y los conté, quince. Él dice que algunos se le han quedado pequeños, otros los ha heredado de su hermano y le están grandes y solo unos cuantos le sirven............no se si creérmelo.
Para despistarme más todavía, cada semana se quedan a dormir un par de amigos, meten la ropa interior en la lavadora y............sin comentarios.
Cada vez que pongo la lavadora tengo que separarlos para que se los repartan y los guarden en el armario. No doy ni una. Simón es delgado, Martín también, así que son casi del mismo tamaño. Los Diegos los usan también de la misma talla, debe haber una moda que dice que los tienes que llevar grandes para que sobresalgan por todas partes, un motivo más para confundirme.
He decidido ponerme a dibujar un rato y es tal mi obsesión que sin darme cuenta he empezado a hacer una especie de esquema lleno de cuadraditos, en cada uno de ellos aparece el estampado de cada calzoncillo. Hay uno de rayas verdes y amarillas, otro con fondo azul y balones de fútbol americano, otro de cuadros rojos y negros, otro con letras negras sobre fondo blanco...........etc,etc. Me está quedando precioso. Lo voy a utilizar para ayudarme a averiguar de quién es cada uno. Ya se que sería más fácil poner una inicial en la goma de cada uno, no soy tan idiota, pero si no me complico un poco la vida no me divierto.
Mejor pensado voy a terminar el dibujo y a partir de la semana que viene los voy a tirar sobre el sofá y ..........el que quiera peces o calzoncillos limpios que se moje el culo o los coja.
¡Viva los comedores escolares y la Chávarri, que no usaba ropa interior!

viernes, 21 de enero de 2011

EL POLLO DE NACHO VEGAS

Nacho, mi buen amigo y compañero de trabajo durante tantos años, me conoce bien. Él ha sido durante muchos años mi consejero musical y ha entendido que durante este largo periodo de alejamiento iba a echar de menos a nuestros poperos indies españoles. El día que salíamos hacia Sanfran se presentó en el aeropuerto con un recopilatorio de La Habitación Roja que llevo en el coche y uso como antidepresivo en los días con niebla.
Pero hoy me ha sorprendido con un gran regalo que he saboreado como si cualquiera de vosotros me enviase jamón de pata negra. Por cierto, no sé a que esperáis, que el que trajo Victoria ya se está acabando. Me ha mandado dos nuevos temas de Nacho Vegas, uno de los tíos más geniales de la música en nuestro país. Sus letras son únicas. Claro que la mayoría diréis que es un petardo, pero me da igual. Es el tipo más depresivo y deprimente que hay, capaz de cantar al suicidio o presumir de casi haber conocido a Michi Panero pero sobre mi ejerce un efecto vitalizante y excitante. Hoy, según he oído sus nuevos temas me he puesto como una moto, he puesto la música a tope en la cocina, he abierto un vinito de Napa y una lata de mejillones del Cantábrico y me he puesto a cocinar un delicioso "pollo al colesterol". Es mi especialidad, pollo en trocitos, con verduras para disimular, bacon, huevo duro, nata y mostaza.
Es verdad, las labores del hogar son más llevaderas con buena música española y el pollo, con Nacho Vegas, es mucho más tierno y jugoso... Os ha molado la cursilada ¿eh?
Igual termino escribiendo un libro sobre músicos y comida porque ya os hablé de Lou Reed y la cebolla y hoy de Nacho Vegas y el pollo. Estoy preparando uno de Michael Jackson, que como dice Lucio, se murió por tomar muchas vitaminas.

jueves, 20 de enero de 2011

PERSONAJES

El otro día vimos en la calle, sobre la fachada de un edificio, un mural que me gustó. Más que por la imagen en sí, por la idea que representaba. Es un gran cuadro antiguo del que están escapando sus personajes. Con ayuda de una escalera han empezado a salir de él y están a punto de llegar a la calle.
Si te toca ser un personaje, podrías ser la infanta Margarita, el caballero de la mano en el pecho, Santa Clara o uno de los fusilados del dos de mayo.
La pobre infanta está hasta las narices de estar tan tiesa, le duelen los pies, aunque sabe que es una afortunada, tiene una vida tranquila llena de lujos y hasta un perro para jugar. Además después de unos siglos aguantando, Picasso la sacó a pasear y la vistió con algo mas cómodo y moderno; más tarde ha podido salir gracias a tantos otros artistas del siglo XX. El caballero tiene dolor de cuello y está harto de esa moda que le obliga a llevar cuellos grandes y almidonados. El dolor que siente Santa Clara es indescriptible, mientras la torturan de manera salvaje. Y el peor de todos, creo yo, es el fusilado que con los brazos abiertos, mira directamente a los que le van a disparar, sabiendo que en unos segundos ya no estará en este mundo. Esos segundos son eternos y debe ser terrible la angustia que siente.
Todos tienen algo en común que no está mal. Matan las miles de horas que les ha tocado vivir, viendo un desfile de gente muy variada. Escolares que bostezan, japoneses que les miran sin ningún interés, sólo para poder contar que los han visto, un alemán en chancletas al que le huelen los pies. Afortunadamente de vez en cuando les mira alguien que de verdad les entiende.
También me imagino lo que oyen. Muchas veces nada, un gran silencio, otras solo murmullos, a menudo estupideces y de vez en cuando alguien les susurra algo realmente bonito. Pero están distraídos y su vida estática se hace mas soportable.
Están deseando que llegue el día de Navidad, Año Nuevo o no se que día de Semana Santa porque el museo está cerrado. Entonces se dan un gran festín, van a la sala de bodegones y se comen todas las frutas, verduras y codornices que pueden, además de probar algunos vinos. Después alguno ha pedido permiso para unirse a los borrachos de Velazquez, pero no le han dejado.
A las personas nos pasa lo mismo. Como decía la entrada de La Suerte, no tiene nada que ver que te toque nacer hoy en Madrid, en un poblado de Senegal, o en Tarancón provincia de Cuenca. No digamos si te toca aterrizar en una cueva del Paleolítico, en una ciudad medieval o en Beberly Hills.
¡Que vida tan diferente!
Pero también en esto nos parecemos, nos toque lo que nos toque, cada uno busca la manera de sobrevivir y pasarlo lo mejor posible.

miércoles, 19 de enero de 2011

UNA DUCHA CON LA SUEGRA

Ya teníais ganas de un titular jugoso, ¿eh?, ¡pillines! Pues sí, esta mañana estaba yo solito en casa, en calzoncillos, claro, recogiendo el desayuno de los niños, haciendo las camas y el resto de "sus labores", que es mi actual profesión. Cuando ya me iba a meter a la ducha oigo la puerta de la calle que se abre y pasos que suben. ¡Coño, viene alguien!, puede ser Montse, pero también puede ser nuestra amiga Norah que a veces viene de visita tras dejar a los niños en el cole. No puede ser, ¿cómo voy a recibir a Norah con estos pelos y en calzones? Bueno, si se lo explico lo entenderá y se reirá, pero ¿si en ese momento entra Montse y me ve en paños menores con Norah?... Tendría que decir aquello de "esto no es lo que parece". Total que para no poner en peligro mi feliz matrimonio he salido por piernas al baño y me he encerrado allí.
Con el grifo de la ducha abierto para disimular, me he quedado escuchando junto a la puerta para ver si oía algo (se debería decir para oír si oía, porque ver no se veía nada); me he asustado al sentir la voz de Sarah Palin diciendo animaladas en mi dormitorio pero he suspirado al acordarme que había dejado la tele muy alta. Por las mañanas me pongo un rato las noticias a todo volumen para ver si a base de decibelios entra mejor el inglés. En eso he distinguido la voz de Montse que decía: "hay que estar loco" lo cual me ha complacido, porque casi siempre tenemos parecidas ideas políticas, pero no, esta vez el loco era yo, porque de inmediato ha apagado la tele. Sin Norah y sin Sarah, me he metido en la ducha mientras Montseh llamaba a alguien por skype.
(...) Duchita de 20 minutos. Montse sigue hablando con el ordenador, su madre está al otro lado. Que "ha sido el cumpleaños de Marta y no la hemos felicitado, la que nos va a caer". Apago el agua, me seco, me lavo los dientes, me limpio los oídos con un bastoncito, me echo desodorante y ahora me voy a vestir... ¡Coño!, con tanta prisa no he cogido la ropa. Afuera sigue la conversación, que "pronto es el santo de Mario..." Y yo no puedo salir porque el puto ordenador está en la mesa de nuestro cuarto y cuando hablas por Skype lo que se ve de fondo es la puerta del baño. No sería muy decoroso aparecer en escena como el propio Rocco Sigfredi, sabiendo que al otro lado está mi suegra. Espero un ratito. Siguen hablando. Miro por la ventana pensando en salir por la escalera de emergencia y subir por el cuarto de la basura pero descarto la idea no sea que me vea la vecina. Al final, cansado de esperar me tapo un poco con la toalla y salgo deprisa del baño mientras Montse, tan oportuna, se gira diciendo, "ah mira, ya sale Diego de la ducha..."

martes, 18 de enero de 2011

WINE INCIDENT

Hoy hemos estado recorriendo el valle de Napa. El campo está precioso. Hemos entrado en varias bodegas antiguas muy bonitas que los primeros inmigrantes italianos fundaron aquí hace ya más de cien años y explicado a los niños el proceso de la producción del vino desde la cosecha hasta que la botella llega a la tienda. Les ha gustado, sobre todo a Martín y Lucio. Simón y Diego a veces ponen esa cara de que huele mal que se les pone a los adolescentes.
A una de ella no hemos entrado, era en un castillo más pequeño, más feo y mucho más moderno que el de Sigüenza y nos pedían unos 80 dólares por entrar... Allí se han quedado con su birria de castillo. La última de ellas aunque muy turística, muy interesante. Llegas a ella en un pequeño telecabina que te sube del valle a lo alto de un monte.
Pasas por encima de las copas de los robles y ves el suelo que está muy verde. Es una bodega moderna Sterling, una de las más fuertes de la zona. La visita incluía la subida, un recorrido por todas las instalaciones de la bodega con paradas para degustar cinco vinos . Al llegar al final, catamos el último vino y, ¿como no? la tienda de regalitos y recuerdos de turno, además de los propios vinos.
Mientras estamos en esta última sala Dieguillo me pregunta cómo se cata un vino. Yo le explico lo poco que sé. Se lo doy para que lo mueva en la copa, vea su color y meta la nariz para ver su aroma. Le digo también si quiere mojarse los labios para tener una ligera idea de a qué sabe.
Inmediatamente viene una señora y me regaña: ¿No le estará dando de beber vino al niño? Pues no, sólo lo ha olido y se ha humedecido los labios, pero no lo ha tragado. ¡Y SOY SU MADRE! Le digo muy seria. No quiero problemas, dice. Not me, le contesto, más seria todavía mientras le aguanto la mirada. No debía estar muy acostumbrada a que le contesten porque ha desaparecido con la cara desencajada y el rabo entre las piernas.
A la salida nos han dado un cuestionario sobre lo que nos ha gustado y lo que no de la visita. Diego muy aplicado lo rellena y yo le escribo una carta de despedida a mi amiga de la tasting room, que dice:
Señores de la bodega, sepan que tienen trabajando en la sala de catas a una mujer estúpida que me ha regañado. Mi hijo de 14 años estaba oliendo el vino, se ha mojado los labios con él, mientras yo trataba de enseñarle como sentir el sabor del vino. Vengo de España, uno de los mejores productores de vino del mundo donde además sabemos fiarnos de la gente.
Muchas gracias.

lunes, 17 de enero de 2011

WINNIE THE POOH, EL FILÓSOFO

La fuente de los principios filosóficos y vitales de cada persona suele tener orígenes muy diversos. Algunos beben de los clásicos y citan a Aristóteles para justificar su actitud; otros gustan de citar a Kafka, Nietzsche o Kirkegaard (como mis idolatrados Faemino y Cansado), pero la mayoría tiran del repertorio familiar: Como decía mi abuelo... Mi padre siempre me contaba que.... La chacha de mi vecino hacía unas migas de rechupete...
Yo no puedo negar que aprendí importantes consejos de mi padre, como "si puedes hacerlo mañana, porque hacerlo hoy con prisas..." o mejor todavía "el que no pasa por la puerta, nunca aparca en la puerta". Mi madre me inculcó el clásico "no hagas lo que no te gustaría que te hicieran" o "ponte siempre en el lugar de tu interlocutor". Pero yo, insaciable de conocimiento, seguí buscando las guías de mi vida hasta que de forma autodidacta las hallé en Disney y Pixar.
Mis hijos lo saben bien porque lo sufren. Cada vez que alguno se cabrea conmigo por mi intransigencia o por algún problema no solucionable, echo mano de una cita de Peter Pan "Sound the alarms, call Scotland Yard!" que en lugar de tranquilizar la situación hace que se suban por las paredes y estén a punto de pegarme. Y eso que no hay nada más feo que pegar a un padre, pero sé que estoy jugando con fuego. Mis referencias preferidas suelen ser de Winnie the Pooh. No en vano, nos vimos la película unas doscientas mil veces con cada hijo, eso sí, siempre en inglés. Casi todas las noches, durante los últimos doce años he arropado a algún niño diciéndole: "You are braver than you believe, stronger than you seem and smarter than you think, but the most important thing is: even if we're apart, I'll always be with you, always be with you, always..... be with..... you..."
No creaís que les gusta mucho, porque les suena a despedida y se ponen tristes, pero me parece un mensaje positivo y que no me importa que recuerden cuando yo no esté con ellos. Siempre me acuerdo de la historia de la chica judía que se despidió de su hermano regañándole por haber perdido sus zapatos en el tren de camino al campo de concentración. Nunca volvió a verle y ella que nunca se perdonó haber tenido esa despedida, recomendaba: "Cuando digas algo, piensa que puede quedar como lo último que le has dicho a un ser querido". Si tenéis un rato, verlo explicado por Benjamin Zander, es genial.
Ya sabéis que los lunes son blanditos, aunque hayan ganado Espanyol, Penya y Estu.

domingo, 16 de enero de 2011

VICTORIA DEL ESPANYOL EN SONOMA

Sí, aunque parezca mentira el Espanyol ha ganado y nada menos que a trece mil kilómetros de casa.
Tenemos fin de semana largo y estamos en el valle de Sonoma, famoso por sus vinos y su bonito paisaje. Me siento feliz de estar rodeada de un entorno tan parecido a la sierra de Guadalajara que tanto echo de menos.
Nos hemos parado a comer en un restaurante con una terraza muy agradable. Hace un día espectacular, comemos en mangas de camisa.
Qué casualidad la parada coincide con...................el partido del Espanyol. Diego se va ansioso al coche a por el ordenador, no se lo ha traído para seguir con el blog, no, no os engañéis sino para ver el partido. Me siento al sol y cuando me doy la vuelta han puesto a cargar la batería en un enchufe de la terraza, con todo el morro. El enchufe está detrás de unas jardineras para dar corriente a las luces de la terraza así que el pobre Mac está penando sobre un tiesto, mientras hacen tiempo hasta la hora del partido. Dieguillo corre a la maleta a coger su camiseta de Jarque y aparece en el bar perfectamente equipado para la ocasión.
Yo, a mi bola, me siento al sol con mi cervecita. Entre el sol en la cabeza y la cerveza en ayunas tengo un lapsus, me olvido de donde estoy y al levantar la vista veo el perfil de la Sierra de Guadarrama. ¡Ups! que no estoy en Collado Villalba! Que estoy en USA.
Me aburro y decido poner la oreja en la conversación de las tres cincuentonas con mechas que se han sentado a mi lado. Están despellejando viva a otra amiga porque ha puesto un ascensor, te lo juro Melanie, un ascensor en casa. Pues no me parece para tanto, un poco snob pero no para que te pongan a parir.
Los demás allí siguen sentados en el borde de la terraza, sin perder un segundo del partido. Simón, incluso escucha Radio Marca por el móvil. Por fin termina y veo sus caras de felicidad, no hace falta preguntar el resultado.
Diego jr se sienta frente a mí y veo que también pone la oreja en la conversación de las vecinas y su cara de asombro por lo que dicen.
-¿Verdad que no es para tanto que hablen así de alguien por tener un ascensor?
-Qué ascensor mamá, si se están metiendo con una porque se ha hecho un lifting.
Debe ser la cerveza porque os prometo que estoy aprendiendo mucho inglés.
Salimos del restaurante y camino del coche, Diego dice a los niños: disfrutad del momento, chicos que puede que no volváis a ver ganar al Espanyol fuera y menos aún a trecemil kilómetros. Viva el fúrgol y la cerveza.

sábado, 15 de enero de 2011

FEOS Y BAJITOS

El domingo fuimos a una fiesta de Reyes Magos de la Asociación de españoles residentes en la zona. Una amiga nos invitó y nos pareció un buen plan para Lucito. No somos muy partidarios de juntarnos con nuestros compatriotas porque nuestro objetivo no es hacer comandilla sino mezclarnos con los americanos y hablar preferiblemente inglés, pero el argumento de los Reyes nos sedujo. Ya sabéis que somos muy monárquicos. Como dice el chiste, me gustan los tres Reyes: drin-king, smo-king and fuc-king.
Había de todo, catalanes, madrileños, canarios, vascos, gallegos, andaluces... pero como norma general, bajitos y feos. No lo digo en tono despectivo sino autocrítico. Qué pequeñajos y poco agraciados somos. Según vas paseando por la ciudad rápidamente distingues algunas nacionalidades y la española es una de las más sencillas. Ahora en invierno el abrigo de piel de las mujeres suele ser un sello peninsular, pero por lo general tenemos un físico característico muy peculiar. Cuidado, no he dicho rechonchos porque en ese sentido los de por aquí nos ganan con creces, pero ni somos altos ni muy bellos. Antes de que me empecéis a poner ejemplos de macizorras y fortachones os aclaro que estoy hablando de la media. Ya sabéis que cada español come dos pollos por semana, lo que significa que alguno come tres y otro uno, pero sumado estadísticamente, el resultado es dos. O como la encuesta anual de Durex que tanto da que hablar: "los españoles hacen el amor una media de tres veces a la semana" eso quiere decir que alguno de vosotros lo hace... Je, je, je os pensáis que voy a hacer el chiste fácil, pues no, así os quedáis.
Lo que está claro es que en general no somos una raza estéticamente agraciada o por lo menos si lo equiparamos con algunas otras. También es cierto que si lo comparamos con el resto, estamos por encima de la media. Claro que en cuestiones de estética étnica habría que dirimir cuál es el canon de belleza racial, el nipón, el nigeriano, el noruego, el texano o el donostiarra...Yo no lo tengo muy claro y además me estoy metiendo en un "fregao" y no quisiera ser considerado racista, ni perder la multicultural e internacional audiencia de este blog.

viernes, 14 de enero de 2011

RAROS

Nos pasamos la vida comentando las rarezas de los demás. Has visto lo que llevaba puesto no sé quien, lo que ha dicho no se cual, como tiene la casa el de más allá.
Desde la infancia si un niño muestra alguna peculiaridad, rápidamente se lo comunican a sus padres para buscar una solución y hacerle volver a la "normalidad" lo antes posible. Y que no se entere nadie, por favor. Este niño dibuja raro, este otro no quiere aprender a escribir, aquel tiende a jugar solo y habla con él mismo demasiado tiempo...........!Qué horror! !Qué disgusto para toda la familia! Es lo peor, los padres quieren que sus niños sean exactamente igual que el hijo perfecto del amigo de turno. Y secretamente desean que su pequeño supere aunque sea un poquito al jodido perfecto.
Queridos amigos profesores y padres, no se me ofendan, pero reconoced que la mayoría de los maestros y padres quieren que todos sean lo más iguales posible. Por una razón lógica, es más fácil para ellos. Es mejor que todos lean, sumen y sepan donde está el Guadalquivir, al mismo tiempo. Y siempre se repite la misma canción, son demasiados en clase para atender al que va, no a un ritmo peor, si no a un ritmo diferente, !entérense de una vez! Pues si materialmente es verdad que no pueden hacer nada, por lo menos ¡RESPETADLES! Este es el problema importante, hacen todo lo que pueden para que el niño sepa cuanto antes que no es como los demás. Suena muy duro y no estoy diciendo que esto se haga con malas intenciones, pero es así. Así que el pobre "anormal" es discriminado por sus profesores, sus compañeros, y con mala suerte por sus propios padres. Y se siente tonto y se aisla haciéndose todavía más raro. ¿Por qué? Creo que en mayor parte por que tendemos a simplificarlo todo, tan ocupados como estamos, y el baremo que utilizamos es el peor, las malditas notas. Es lo que más preocupa a la gran mayoría de los padres. Más que saber que sus hijos están aprendiendo o averiguar qué es lo que más les interesa.
Y si no escuchad alguna conversación entre padres en el parque; me ha sacado tres sobresalientes, o lo voy a matar me ha venido con dos cates. A esto se reduce la preocupación. !Qué pena!
Ahora pensad en alguna persona que haya conseguido algo realmente interesante, para los demás o para él mismo. Informaros de como fue su infancia. Me apuesto lo que sea a que la gran mayoría pertenecía a este grupo de "anormales". Eran muy selectivos siendo muy pequeños, mostrando gran interés en algo poco común entre sus compañeros y queriendo descartar muchas cosas que no les interesan nada. Por supuesto que todos tienen que leer, escribir, saber las tablas de multiplicar etc....Pero de ahí a machacar al rarito............hay un trecho.
Yo estoy convencida de que todos los niños, !TODOS! tienen algo especial y la tarea más importante de los padres y profesores es averiguar en que consiste su "especialidad" y fomentarla, no destruirla lo antes posible. Así todos se sentirían más seguros, ninguno se sentiría diferente puesto que todos saben que lo son y lejos de esconder su peculiaridad, presumirían de ella.
Tengo la suerte de tener un montón de amigos con los que no pudieron y se salieron con la suya, un organero, un director de cine, muchos pintores, empresarios, médicos, amas de casa, profesores, químicos......... Me siento orgullosa de ellos, por haber sido capaces de resistir.
El que no tenga rarezas que tire la primera piedra.

jueves, 13 de enero de 2011

EL INTERNAUTA

Llevo dos días seguidos pegado al puto ordenador. Es lo que tiene la distancia. En un momento triste como este, el único vínculo con nuestro mundo es este frío teclado y su rígida pantalla, aunque los mensajes que llegan a través suyo son muy cálidos. Digamos que soy un internauta. Por favor, no me llaméis "friki". Abro el mail: Ochenta y nueve mensajes; 26 de publicidad, 22 del blog, 8 del trabajo, 31 del Sahara y 2 de viagra. Borro la mitad, contesto los que me da tiempo y hago alguna compra (entradas para la NBA, ¡malpensados!). Sigo pegado a las teclas, me paseo por Facebook, cotilleo, veo mi perfil, cuido mi ego, chateo con un viejo amigo, busco unas fotos, lloro un poquito... Suena el pitido del Skype, me llaman varias amigas desde Madrid (¡Menudo invento!). Mientras hablo voy abriendo las webs de varios periódicos, leo noticias que no quiero leer y lo que es peor, comentarios de gente que no conozco, ni quiero conocer nunca jamás.
Son los internautas. Algunos son como tú y yo, que disfrutamos de esta maravillosa herramienta. Otros cogen la cámara de vídeo, se graban haciendo el subnormal y lo suben a youtube para que lo vean mis hijos. Otros son forzudos descargadores capaces de almacenar todo tipo de películas, música y cualquier contenido de esos sin dueño ni autor que hay en la red. No les culpo, si te ofrecen dinero gratis, cógelo, pero piensa que a lo mejor se le ha caído a alguien, que no tiene porque ser Ramoncín o Teddy Bautista. No se nota que soy hijo de pintores, hermano de un pintor, un escritor y un director de cine y marido de una pintora ¿verdad?
Pero los peores son los "nicknames", unos seres irrelevantes pero capaces de hacer mucho daño con sus comentarios. Se esconden debajo de las noticias, detrás de un número y un estúpido apodo (merengon34 ó aznarpresi7 ó aznarpreso3 ó cagoenla8), dispuestos a machacar con sus comentarios a cualquier bicho viviente. Son grandes expertos de furgol, pero actúan en cualquier tipo de información, ya sea política, deportiva, feliz o luctuosa. Insultan, menosprecian, mienten, despellejan, todo ello con muchas faltas ortográficas, sin ningún rigor, escondidos en su anonimato y jaleados por unos medios informativos felices de ver como los insultos entre sus internautas suben las audiencias. No se les censura nada, a no ser que se metan con el periódico en cuestión o alguno de sus periodistas.
Sólo puedo concluir que internet necesita urgentemente una legislación, llámese Sinde o Finde. En nombre de la libertad de expresión, no puede valer todo. Y quién no esté de acuerdo que tenga cuidado con los comentarios porque los pienso borrar todos.

miércoles, 12 de enero de 2011

LA SUERTE

Sobre la suerte se han escrito muchas cosas. Que existe, que no existe, que hay que buscarla, que a quien trabaja le llega... Muchas cosas. Una noche, volviendo de Galicia de correr una carrera de mountain bike, mientras el resto del equipo dormía, Alberto y yo estuvimos varias horas debatiendo sobre la suerte. Yo les tenía prohibido a los corredores hablar de suerte, no les dejaba decir eso de "si no llega a ser por (...) hubiera ganado". Yo les decía "el pluscuamperfecto hubiera no existe en el deporte" y evitaba que cayesen en la tentación de justificar todos los malos resultados achacándolos a la suerte.
Me acuerdo muy bien de la conversación, y eso que han pasado casi 15 años. Yo era bastante agnóstico en cuestiones de fortuna y Alberto parecía bastante creyente. Al final, después de un largo diálogo llegamos al consenso a altas horas de la madrugada, ya a punto de tomar el desvío a El Escorial: En el momento crucial de la vida, el nacimiento, estás entregado a la suerte. Ninguno de nosotros estaría leyendo esto ahora mismo si hubiéramos nacido en un poblado del sur de Sudán, ni tendríamos la calidad de vida que tenemos si nos hubieran parido en Liberia, ni disfrutaríamos de este status social si viniéramos de Sri Lanka.
Él me reconocía mis esfuerzos y mis éxitos pero facilitados por la fortuna de haber nacido en el país, ciudad y familia en los que había nacido. No le faltaba ni un milímetro de razón. Del mismo modo, también reconocía que él había tenido suerte por caer en esa estupenda familia que tanto le había arropado y cuidado para que triunfase en su deporte preferido.
Después he estado muchos años sin verle, años en los que ni tuvo suerte ni supo buscarla. Ahora todos quisiéramos rebobinar para evitar este nefasto final. Es inútil, la suerte esta vez nos ha dado la espalda, esperemos que les sonría en el futuro a sus padres, sus hermanos, Sara y los niños. A los demás, creáis en ella o no... ¡Mucha suerte!

martes, 11 de enero de 2011

EN LA PLAZA DEL PUEBLO

La última vez que hablé con Alberto, poco después de la Operación Puerto me comentó: “Les gustaría verme colgado en la plaza del pueblo, no te imaginas cómo me están tratando. Me señalan por la calle, las madres se cambian de acera cuando me ven y tengo periodistas y fotógrafos a todas horas en la puerta de casa. Soy peor que cualquier terrorista”. Desde entonces no volví a saber nada de él hasta ver su nombre de nuevo en los titulares de la Operación Galgo. Esta vez no le llamé, yo también le di la espalda, como todos, no fuera que alguien fuese a interpretar que tenía algo que ver con sus reprobables actividades.
Ya está colgado en la plaza del pueblo. Ya lo han conseguido. Y ahora ¿qué? Por lo menos habrá que hacer un poquito de análisis de conciencia colectivo para saber qué estamos haciendo los periodistas y la sociedad en general. Alberto equivocó su camino, es cierto, tenía una especial debilidad por el dinero y encontró una fórmula para tener unos ingresos extra, aun a sabiendas del riesgo que conllevaba. Nunca lo voy a justificar, se equivocó o le equivocaron. Pero de eso a ser cabecera de informativos y portada durante semanas y a recibir el tratamiento que ha recibido él y el resto de presuntos implicados en la trama, va un trecho.
Alberto supuestamente facilitaba sustancias o métodos dopantes a diversos deportistas. Suponemos que es así. No está bien. Pero ¿qué es el doping? Una fórmula deplorable de hacer trampas en el deporte poniendo en peligro la salud del propio deportista con el conocimiento y aprobación de este. Hacer trampas en el deporte, como meter un gol deliberadamente con la mano (Maradona o Messi), como hacer estrellarse a Nelson Piquet para que gane su compañero de equipo, como hacer parar a Massa para que le pase Alonso, como utilizar gasolina con más octanaje del permitido en las motos, como modificar las fechas de nacimiento de los atletas que vienen de África, como fingir un penalti… Insisto que no lo justifico pero tampoco entiendo el tratamiento que se hace del tema, con un rechazo social y una condena mediática mucho mayor que la que pueden tener los traficantes de drogas, los políticos corruptos que nos roban el dinero a todos, los defraudadores u otros muchos delincuentes. Quiero recordar que Alberto, como el resto de implicados, prestó declaración ante el juez y este le dejó en libertad con cargos, mientras otros, ya condenados, salen de la cárcel para llenar las páginas de las revistas y los programas del corazón, sin que nadie les linche públicamente.
No le defiendo. Se equivocó y se ha vuelto a equivocar eligiendo un final para esta historia que no se merecen ni sus pequeños hijos ni su excepcional familia. No creo que el ser humano pueda soportar más dolor que el que están sufriendo sus padres y hermanos. De nada sirve ahora el apoyo, la solidaridad o el pésame, llegamos tarde, el “presunto verdugo” ha pasado a ser víctima...
A mi me quedan los mil y un recuerdos de más de una década en el equipo de mountain bike, recorriendo el mundo con él, de carrera en carrera, de carcajada en carcajada, de travesura en travesura…Un gran deportista y una gran persona, aunque se haya equivocado. Hasta siempre Alberto.

lunes, 10 de enero de 2011

UÑAS

Hoy he tenido una revelación: he visto una montaña gigantesca de trozos de uñas, en mi mente. Las uñas que todo el mundo se corta y luego no sabe qué hacer con ellas. Las meto debajo de la cama, las tiro al water, me las como o soplo y que se vayan aleatoriamente donde les corresponda..........
Después de pensarlo un rato he decidido que están en otra porción del cíber espacio. Es una montaña gigantesca de toneladas de lascas, alargadas, de forma parecida y sin embargo no hay dos iguales, como las huellas dactilares. Blancuzcas de un color muy mate. Flotan sobre un fondo negro, muy negro donde no se distinguen ni el suelo ni el horizonte, sobre un trozo de fieltro negro que no refleja nada de luz. No hay ningún sonido, ni viento ni movimiento alguno.
No se qué conexión puede tener pero en lo siguiente que he pensado es en los recuerdos. La memoria de las personas es algo que siempre me ha intrigado. Los recuerdos de la infancia son como imágenes de un vídeo un poco desenfocado hecho con una cámara sin estabilizador de imagen. Sólo duran unos segundos. Son tan cortos que cuando cierro los ojos e intento repetir un recuerdo, no vienen las imágenes y sólo tengo una ligera percepción de un olor, o una ráfaga de aire templado. Según van pasando los años, mis vídeos van siendo más largos, se van enfocando, la imagen se va estabilizando. Cuando intento repetirlos ya me aparecen algunas imágenes e incluso algún sonido, alguna voz, ruido de pájaros o insectos. Si ahora recuerdo algo que hice el mes pasado, algo que me gustó mucho, con lo que disfruté, la imagen aparece casi con total nitidez, con mucha calidad, de luz, de foco, de movimiento. Los vídeos pueden durar hasta dos o tres minutos. Pero es una secuencia plana, sin misterio, sin ningún interés. Me pongo nerviosa pensando que a lo mejor nunca pasan a la categoría de recuerdo especial y gozoso.
La verdad es que no sé por que escribo esto. Hay veces que me apunto alguna idea para pintar algo y así no se me olvida. Puede que algún día intente pintar una tonelada de uñas. ¿Qué hacéis vosotros con ellas?

domingo, 9 de enero de 2011

PROHIBIDO PROHIBIR

Puñetera manía de la sociedad occidental de prohibir por prohibir. No presumimos tanto de liberales, demócratas y permisivos, pues ¿por qué prohibimos tanto? Las leyes, las normas de circulación, las reglas del colegio... nos van delimitando el camino a seguir marcando claramente los límites de los que no podemos salirnos. Pero por si fuera poco, cada uno nos encargamos de ponerlo más difícil aportando nuestras propias prohibiciones. En nuestra casa está prohibido por el casero fumar y tener animales (los niños no cuentan) y yo he aportado otras prohibiciones a nuestra convivencia: prohibido jugar a la pelota, prohibido mear con la tapa bajada, prohibido pelearse...
Este país, que es muy permisivo para algunas cosas, es restrictivo por todas sus esquinas. A mi ya me han regañado por hacer skate en el parque, por montar en bici por la acera, por hacer fotos del partido de fútbol desde la banda, por apoyar al niño en la vitrina de los helados, por cruzar la calle fuera del paso de cebra, por girar a la izquierda en una calle, por tener ideas de izquierdas, por hacer fotos del partido de basket desde el fondo, por no llevar al niño de la mano (ya sea izquierda o derecha), por parar en un vado... Y uno ya no tiene edad de que le regañen tanto.
Ayer fui a entrar a una interesante tienda de la calle Haight, la de los hippies y según abría la puerta me topé con un cartel que decía: prohibido helados, prohibido bebidas, prohibido comida, prohibido hacer fotos, prohibido paraguas, prohibido meter carritos de niños... Leí la lista y me di la vuelta diciendo bien alto "¡Prohibido entrar!" y prometo no entrar nunca jamás a esa tienda y si lo hago será en acción de guerrillas para poner un cartel que ponga ¡Prohibido prohibir!

sábado, 8 de enero de 2011

MANIÁTICO

Viajar con alguien durante un largo tiempo es un perfecto examen y corrector de manías. Miento. Las manías, a partir de los treinta no se corrigen sino que se acentúan día a día. Todos tenemos mogollón de manías, pero no las vemos porque nuestro cerebro está preparado para identificar manías ajenas, pero no propias. Es como el mal aliento, se huele mucho más el del prójimo que el de uno mismo. Por eso no hay que intentar cambiarle a nadie sus costumbres a partir de cierta edad porque lo más posible es que consigas el efecto contrario y le reafirmes en sus manías. Y yo soy un maniático y no me vais a cambiar.
Me gusta dejar las cajas de medicinas abiertas, tener la nevera ordenada (sí, como Beckham), guardar las revistas viejas, ponerle limón a la Coca Cola, dejar monedas por todas las esquinas, tener ordenado el periódico, darme la vuelta por el mismo sitio que me he girado, afeitarme en la ducha, rascarme la cabeza, sacarme mocos en los semáforos (como todos vosotros) y otras tantas inconfesables. En casa ya lo tienen asumido y me aceptan, más o menos; yo también aguanto a mi querida esposa dejando todos los armarios abiertos, las botellas de leche fuera de la nevera, los zapatos esparcidos, o apagándome la calefacción del coche. Tampoco se queda corto Lucio que necesita hacer caquita totalmente desnudo o quitarse las zapatillas según entra en casa o avisar antes de tirarse cada pedo; o Martín que tiene que mojar el cepillo de dientes por todos sus costados antes de metérselo en la boca; o Dieguillo que siente un especial magnetismo que sube desde el suelo, invitándole a tirar pijamas, calzoncillos, lentillas o toallas sin ningún reparo; o Simón, que antes de hacer cualquier pregunta, pregunta: "¿Puedo hacerte una pregunta?"
Las de los niños todavía son corregibles a tortas, pero las de los mayores ni tocarlas. Nuestra amiga Victoria lo entendió bien; llegó a casa y preguntó "¿cómo colocáis el lavaplatos?" y yo le contesté: "Al libre albedrío" y ella siguió el mandato porque si no hubiera habido un importante desencuentro. Cuando alguien pone los cubiertos sin orden ni control, los vasos a mogollón y los platos con granos de arroz, es una insolencia y una grosería que nadie llegue a intentar enmendarle la plana enjuagando las tazas, ordenando los cuchillos, planchando las camisas o limpiando los cristales. Cada uno es como es y la amistad se basa en el respeto de esas manías, y el que no lo entienda sufrirá toda la ira del peor de los maniáticos, ¿vale?

viernes, 7 de enero de 2011

EL MUNDO EN UNA PLAYA

Como aquí no hay Reyes, ni fiesta, ni regalos, hemos programado un plan especial para paliar la posible morriña infantil. Una tarde en Ocean Beach, viendo la puesta de sol sobre el Pacífico, bebiendo un buen vinito en torno a una gran hoguera, mientras los chicos juegan al baseball y queman "marshmallows" (nubes de caramelo) con un palito sobre las llamas. Ellos disfrutan como enanos que son comiendo ese pringue en un sandwich de galletas con chocolate y nosotros disfrutamos como enanos que no somos viendo el gran espectaculo que ofrece la playa a esa hora.
El sol, según se va mojando, va salpicando el cielo de rojizas llamaradas que pronto pasan a ser rosas, moradas, violetas...provocando un enorme placer visual entre los paseantes. Llego a oír algún "¡¡oooohhh!!" como en el momento estelar de los fuegos artificiales. Son unos minutos en los que te olvidas del frío (50ºF que son unos 9º de los nuestros pero con humedad y brisa marina) y quedas hipnotizado por el paisaje. Por las olas que rompen con fuerza, las gaviotas que hacen la última pesca del día, los surferos que aprovechan la poca luz que queda, los gigantescos cargueros que llegan de China repletos de containers, los gigantescos cargueros que vuelven a China vacíos, el helicóptero de los guardacostas volando raso, la pareja que se besa, la familia que se retrata a contraluz, la abuela que hace taichi, el perro que corre a por el palo, el japonés que habla por teléfono andando de un lado al otro sin mirar el atardecer, el avión que se pierde en el horizonte hacia Hawai, el perro que corre a por la pelota, el turista español que dispara compulsivamente su cámara mientras se fuma un enorme puro, la maciza que entrena con los cascos puestos, el dueño del perro que corre a por la pelota que habla por el móvil con el altavoz puesto "you know?", los chavales que queman el árbol de Navidad, el avión de radio control que sobrevuela nuestras cabezas, las niñas que asan castañas, los padres que llevan una castaña, el surfero que vuelve a la furgoneta, el perro que es revolcado por las olas, el atleta que exhibe sus músculos...Y se hizo de noche.
El mundo en una playa y no estaba "Pedrojota"...

jueves, 6 de enero de 2011

HUIR DE LOS TÓPICOS

Que los americanos son un poco chulos y prepotentes es un tópico ¿no? Sí, lo es, un lugar común, como que los catalanes son tacaños, los andaluces son juerguistas o los árbitros van con el Madrid. Por eso, cuando hacemos cualquiera de estas vulgares afirmaciones hay que decir justo antes o después de la frase lo de "huyendo de los tópicos", que es un salvoconducto para decir lo que quieras. Véase: "ya sé que es un tópico pero qué buenas están las suecas"; o por ejemplo: "huyendo de los tópicos qué buen arroz se come en Valencia". Total, que no existe más topicazo que decir que estás huyendo de los tópicos. Perdón, otra vez os estoy liando.
Lo jodido es que huimos de ellos porque sabemos que son en buena parte verdad. Claro que son chulos muchos yankees; no todos, pero muchos. Mascan chicle con la boca abierta, son poco tolerantes y como tropieces con su perro en el parque o invadas su carril con el coche, perfectamente puedes verte envuelto en un duelo a vida o muerte en la polvorienta calle principal del pueblo. Quizás lo estoy exagerando, porque también conocemos a muchos americanos majísimos y encantadores, pero es que los chulos siempre se dejan ver más. Mira sus gobernantes, Reagan, Swarzeneger o Papá Bush y su hijo, que arrasaron Iraq y mataron a centenares de miles porque el "bocas" de Sadam se puso más chulo que ellos. Hasta ahí podíamos llegar: "¡Nadie...me llama...gallina...!
Claro que si nos miramos al ombligo de los tópicos, después de sacarle aquellos habitantes que comentábamos en "Mis amigas las pelusas", nos encontraremos con el español universal, vago, graciosón, torero, flamenco... Estoy hasta los mismísimos de contestar tópicos, que si me echo la siesta, que si me gustan los toros, que si me acuesto muy tarde, que si soy del Madrid, que si sé hacer paellas... Pues no, no ha acertado ninguna.
Así que huyendo de tópicos, es un tópico decir que estás huyendo de tópicos. Aunque lo de las suecas y los árbitros, ¿no me lo negaréis?

miércoles, 5 de enero de 2011

EL CURA RAPERO

Como cada domingo, el domingo fuimos a misa. Bueno, miento, no vamos todos. Desde que llevamos aquí no sé si habremos ido una o ninguna veces. El caso es que fuimos a misa... porque pasábamos por allí. Eran las 12, estaba el luminoso de fuera encendido y se oía música dentro, así que Victoria dijo: "vamos a entrar a ver si hay Gospel". Y había, claro que había... ¡Vaya show!
Poneos en situación. Iglesia moderna y pequeñita de centro cultural en la calle Ellis, unas 25 personas (todos ellos negros) asistiendo al servicio; un cura o pastor o reverendo o como queráis llamarle, dos palmeros, un batería y un cámara. Tranquis, que ahora explico las funciones de cada uno.
En el otro equipo ocho españoles (todos ellos blancos) con cara de intrusos asustados, digamos que no demasiado practicantes, un Martín y un Lucio. El Dieguillo se había quedado en casa a ver perder al Espanyol.
Según llegamos concluían los emocionantes cánticos de Gospel acompañados por un frenético ritmo de batería, tocada por una jovencita totalmente extasiada y poseída por la presencia divina. Como teloneros, no estuvo mal, aunque yo estaba jodido por un SMS enviado por Diego: "Gol d Valencia". Acaba el Gospel, se bajan las inmensas y oscuras mujeres del estrado, sube un solista con cara de cobrador de peaje y nos deleita con un exquisito tema en una especie de flamenco pasado por Harlem. La letra me llegó al alma: "No quiero ir a Londres, no quiero ir a París, no quiero ir a la India, no quiero ir a New York...Yo sólo quiero ir al cielo". El auditorio rompe a aplaudir, negros y blancos, unidos por la euforia viajera.
La mañana no iba mal, pero faltaba lo mejor. Un par de minutillos de lectura conjunta; nos repartieron Biblias a todos y a coro leímos el Salmo 27. No me enteré muy bien de la historia porque además de estar en inglés yo tenía un ojo puesto en Martín, que aporreaba con fuerza la máquina de Coca-Cola del vestibulo para que le devolviera el dólar que se había tragado, el otro en Lucio, que pasaba por debajo de uno de los bancos y a punto estaba de aparecer dentro de las faldas de la obesa negrita de delante, y el otro en el móvil en espera del ansiado SMS. Fue acabar la lectura del Salmo y llegar el mensaje: "Gol d Espanyol". Empezaba a reencontrarme con la fe que había perdido el día de mi bautizo, según me echaban el agua por la cabeza.
Más a gusto, con el empate en el bolsillo, empezó la actuación estelar del Pastor. ¡Qué tío! ¡Menudo vigor! ¡Vaya fuerza! Cómo se metió al público en el bolsillo con un espectacular rap que ni el mismísimo Eminen: "Dios te protege, Di-di-di-dios te salva, Dios te-te-te-te-te guía, Dios-os-os-os te quiere-quiere-ere-ere-re-re-eeee, Dios es el Señor, Ale-ale-ale-luya-luya-luya-ya". Los argumentos no eran muy convincentes pero el ritmo y el éxtasis alcanzado por el reverendo daban credibilidad a lo que hubiese querido decir. Y por si había dudas, a su lado dos palmeros también sesentones, le hacían coros a cada frase gritando: "Yeah!", "Looord", "Jesuuuus!", "Gooooood", mientras miraban a la cámara (supongo que lo colgarán en you tube) y lanzaban los brazos al aire intentando arengar a las masas. Como parte de las masas, he de reconocer que en varias ocasiones grité con ellos. Al final, incluso bautizaron a una niña, aunque sin echarle agua, para que no le pasara lo que a mi, y fuimos a saludar uno a uno a todos los oficiantes, a la familia de la bautizada y al resto de asistentes.
Y en eso, cuando iban a sonar los tres silbidos y podíamos ir en paz, llegó el tercer SMS: "Gol d Valencia en fuera de juego" y de nuevo perdí la fe. El domingo igual volvemos porque lo pasamos en grande, lo digo en serio y con todo el respeto del mundo para quienes tienen la suerte de creer. Además jugamos contra el Zaragoza en casa.
Por cierto, no tengo tres ojos, pero quedaba bien...

martes, 4 de enero de 2011

AMALIA

Amalia es mi suegra. Dicho así, a palo seco, debería estar obligada a criticar, disentir, y en definitiva echar pestes sobre cualquier cosa que se refiriera a ella.
Si esto es, lo que es una suegra, yo nunca la he tenido.
Una de las primeras veces que esta mujer me dirigió la palabra, fue en la siguiente situación: No recuerdo muy bien por qué pero estaba con ella al poco tiempo de conocer a Diego y había que pagar algo, no sé si en una tienda, un taxi, no sé. El caso es que no llevaba dinero para pagar y yo me ofrecí a prestárselo.
-!Ay gracias que Dios te lo pague, que yo no te lo pienso pagar! Me dijo.
Me quedé helada y no supe reaccionar. Más tarde me di cuenta de que la familia Muñoz gasta un sentido del humor muy especial, que era diferente a todo lo que yo había conocido hasta el momento.
!Paaaaaaaablo! Oí un día, desde una punta de la casa, a Lucio llamar a Amalia para que fuera a la cocina. !Pabliiiiiito! Que ya está la comida!
Joder, pues si que son raros. La llama Pablo......... Y no era todo.......otras veces era Hipólito (yo entonces deliraba porque mi abuelo se llamaba Hipólito), y otras Poli, diminutivo del anterior..............qué pensar , en esos momentos.............
Pero estaba hablando de Amalia.
Cuando sus hijos eran pequeños y ya estaban listos para salir al colegio, vestidos, desayunados...., Nicolás que era el más sensato, la despertaba para que les llevara. Se ponía el abrigo sobre el camisón y medio sonámbula los llevaba al colegio. Después se volvía a meter en la cama.
Esto es inimaginable en cualquier madre de las nuestras y sin embargo no he conocido una madre mejor (salvo la mía, claro está). Anárquica para muchas cosas y sorprendentemente respetuosa con las tradiciones.
Me paro a pensar en ella y me vienen a la cabeza muchas situaciones absurdas que la describen perfectamente.
Una mañana de domingo estaba en la cocina preparando la comida. Para todos es un día especial por que es el único que ella cocina, lo hace como los ángeles y todos estamos deseando probar el menú especial del domingo. A la vez está preparando la comida de los perros, tres chow chow , en una olla enorme, donde cuecen a la vez arroz y los restos de comida del día anterior, de todo, desperdicios de carne, hojas de lechuga.......me doy cuenta de que encima de todo ese guiso hay flotando dos huevos.
-Anda, les pones huevos a los perros? No, son para nuestra ensalada............
A pesar de todo te queremos mucho.

lunes, 3 de enero de 2011

CEMENTERIO, DÍGAME...

Uno de los jefes de la Policía Municipal de Madrid me contaba durante una San Silvestre que las Navidades son uno de los momentos de máxima intervención por dramas familiares. La cenas y comidas congregan a familias que no se ven en todo el año y que, con el alcohol, tienden a sacar temas escabrosos como herencias, política o fútbol. El resultado, numerosas peleas y reyertas. Tranquilos que aquí no ha pasado nada... Todavía.
Os cuento esto porque acabo de leer la misma noticia en el SF Chronicle. En esta semana se agravan los cuadros de depresión y se duplican el número de homicidios y suicidios. En el reportaje entrevistan al propietario de una empresa llamada "Crime Scene Cleaners", dedicada a eliminar todo resto de sangre, vísceras y violencia de la escena del crimen. ¡Cómo mola!...Hay que ser buitre... Entiendo que haya que limpiarlo, pero crear una empresa privada para ganarse la vida con eso, ni por todo el oro del mundo. Todavía me acuerdo de la cara que se me quedó cuando la directora de marketing de Reebok me dijo: "Estoy muy estresada; me parece que lo voy a dejar todo y me voy a ir con mi madre a limpiar cadáveres en el tanatorio". Reconozco que es más tranquilo y menos agobiante, te suena el móvil mucho menos y cuando lo hace, rara vez es el cliente el que llama, pero a mí el mundo del marketing, con todas sus pegas, me parece algo más atractivo y menos pringoso.
Lo que yo ya nunca hago es devolver una llamada a un teléfono desconocido. Antes lo hacía y siempre me arrepentía. Cuando no era un "marrón" era un plasta y sino eran del cementerio. Como lo oís, un día me llaman, no llego a tiempo y devuelvo la llamada: "Cementerio de la Almudena, dígame..." Pálido como un muerto empecé a pensar quién podía llamarme desde un sitio así. Mi padre no era porque está en el Civil. Recorrí con la memoria todos los conocidos recientemente fallecidos pero no recordé ninguno. Con sudor congelado colgué el teléfono escupiendo un fugaz "perdomequivocao" e intenté recuperar la respiración durante unos segundos. Escasos segundos, porque la pantalla del teléfono volvió a iluminarse de inmediato con el número de la mismísima muerte parpadeando. Descolgué acojonado y me saludó encantadora mi vieja amiga Paloma: "Idiota, menudo susto te has llevado. Perdóname, pero es que desde hace unos meses estoy trabajando de telefonista en el cementerio...".  Hijos míos estudiad mucho para poder elegir un trabajo algo más alegre.

domingo, 2 de enero de 2011

NUEVO AÑO

Estamos esperando a que den las doce. Son las diez y con el horario europeo que llevamos aquí, nos está costando; además nuestro amigo Víctor llegó hoy de Madrid y las está pasando canutas para aguantar sin que se le cierren los ojos.
Para matar el rato me pongo a escribir, mientras desvaría la conversación, mitad borrachera de vino, mitad sueño, me paro a pensar en el año próximo. La mitad del 2011 estaremos aquí en SF y la otra mitad en Madrid. No se que pensar. Yo ya me estoy poniendo un poco nerviosa. El otro día me he dado cuenta de que en unos días llegaremos al ecuador de esta aventura. Los meses están pasando a gran velocidad y seguro que la cuenta atrás va a ser más rápida. Algunos estaréis pensando que soy una agonías pero que se le va a hacer, uno no elige como es y hay cosas que son muy difíciles de cambiar.
Pienso en reencontrarme con mi casa, mis amigos, mi familia y tengo una sensación grande de bienestar. Pero me conozco y sé que, pasados unos días sentiré una tremenda nostalgia y tendré el corazón "partío" entre Madrid y SF. Es raro pero sé que esta ciudad será siempre parte de mi vida. Ya sé que me estoy poniendo seria, pero una de las cosas buenas que tiene este año especial es la relación peculiar que tenemos entre los miembros de la familia. Yo personalmente ni me lo había planteado. Mejor dicho había pensado como sería estar en casa, Diego y yo, tantas horas juntos. Incluso llegué a sentir miedo por si no nos soportábamos, como tantas parejas que después de jubilarse se separan porque no se aguantan. Pero nada más lejos, sabemos buscar momentos para estar a solas con nosotros mismos y respetar el espacio del otro, nos repartimos las tareas sin haberlo pactado de antemano y disfrutamos mucho cuando salimos solos; pensad que estamos con los niños a todas horas y a veces ansiamos estar solos.
Pero lo más sorprendente es nuestra convivencia con los niños. No voy a negar que algunas veces los mataríamos, pero muchas tardes tenemos conversaciones con ellos que nunca habíamos tenido, sobre lo que sea. No se si será por la ausencia de televisión o por la sensación de no tener cerca los amigos y la familia, pero hablamos mucho más. A veces intentamos contestar la última ocurrencia de Martín o sale algún tema de las noticias, el colegio......además tenemos a Simón que tiene una gran curiosidad e inquietud y como no es hijo nuestro nos pregunta libre de ese prejuicio que tienen todos los niños hacia sus padres de " ya está el listo de mi padre que lo sabe todo".
Así hemos hablado del Sahara, se ha leído el libro de Diego sin que nadie le dijera nada, y le hemos tenido que contar toda la historia de la Marcha Verde, o sobre la guerra en Afghanistán y la situación de los países de la zona, por un libro que les han mandado leer en el colegio...........
Mientras tanto Martín y Diego escuchan, les entra curiosidad y preguntan. Y así surgen largas conversaciones en las que además de ellos aprender, nosotros descubrimos pensamientos de nuestros hijos que ni siquiera sospechábamos.
Son la once menos cuarto, Víctor anuncia que se va a la cama, lleva unas 28 horas seguidas despierto, ya no aguanta más. Martín coge una cazuela y un cucharón y da las campanadas. Nos comemos las uvas........¡Feliz Año Nuevo!

sábado, 1 de enero de 2011

¿POR QUÉ SAN FRANCISCO?

Hombre, quizás está pregunta la teníamos que haber contestado hace cinco meses, pero como hay mucha gente que sigue haciéndola, he decidido dejarlo plasmado en una de estas plomizas entradas. San Francisco es simplemente la mejor ciudad del mundo. Por lo menos del que conocemos nosotros. Dicen que Vancouver es una maravilla; para mucha gente, Sidney es inigualable, Marrakech tiene un sabor único y Nueva York o París son las capitales del mundo. Incluso algunos se decantan por Tarancón, pero nosotros quedamos absolutamente prendados por esta ciudad desde la primera vez que vinimos.
Yo he venido varias veces por trabajo, en unas ocasiones por Grandes Premios en Laguna Seca y otras por Copa del Mundo de Mountain Bike en Napa. También vinimos Montse y yo, en plan parejita, para una feria de arte en Los Ángeles, y desde el momento en que recorrimos tres calles, cruzamos dos puentes y subimos en un tranvía, lo tuvimos claro: "Algún día tenemos que venir a vivir a esta ciudad". Por tanto es verdad, era un sueño de hace más de 20 años, que por fin ha podido hacerse realidad.
Nos decidimos una noche, cenando con nuestros amigos Belén y Pepu; ellos se iban a vivir a Badalona por motivos de trabajo y nosotros aplaudíamos su valentía por cambiar de vida. Al regresar a casa nos miramos y dijimos: "Nunca lo haremos...Pero qué coño, ¿cómo que no? ahora o nunca..." Era así, ahora o nunca porque Dieguillo pronto nos habría mandado al garete; si esperamos un año más, hubiera dicho: "iros vosotros que yo me quedo cuidando la casa".
Y aquí estamos, en esta ciudad cosmopolita, progresista, abierta, con ambiente europeo pero filosofía americana e influencia asiática; con la más amplia disparidad de escenarios, de paisajes, de estilos de vida... Si nos gusta España (el mejor país del mundo) es por su variedad y belleza, por su clima, por el carácter latino y porque somos de allí. Pues esta ciudad es capaz de reunir muchos de esos atractivos, desde Castro hasta Mission, de Sausalito a Ocean Beach, de China Town a Haight Street, del Golden Gate al Ferry building, de Tiburón al Yosemite, de Carmel a Dolores, de Alcatráz a Berkeley... Aquí está lo mejor de U.S.A. con su parte más "Retro" escondida más allá de la Bahía.